Peña Ulaña

La ruta que vamos a realizar recorre una parte del yacimiento de La Ulaña el cual tiene una extensión aproximada de 586 hectáreas, ocupando 285 hectáreas la plataforma superior caliza donde se ubicaba el castro de la Ulaña (Humada/Burgos). Este castro se encuentra situado en una increíble atalaya natural entre las localidades de San Martín de Humada, Ordejón de Arriba, Ordejón de Abajo y Humada, dando esta última localidad nombre al municipio donde se sitúa. El cerro donde se ubica posee una altitud de entre 1.120 y 1.226 metros, ocupando una extensión aproximada de 285 hectáreas y siendo el mayor castro de la II Edad del Hierro de la Península Ibérica y uno de los más extensos de Europa.
Respecto a las estructuras "habitables", se han encontrado un total de 267, de las cuales hay gran parte que responden a un espacio cronológico más cercano al nuestro, aun siendo antiguas. De todos modos, muchas de ellas son prerromanas, existiendo una gran variedad en cuanto a su forma: ovaladas, rectangulares, circulares, en forma de la letra griega "pi" y un largo etc.
Su ubicación, como en la gran mayoría de los castros de la zona, no es algo casual. Se sitúa sobre un cerro natural de orografía muy escarpada, siendo muy complicado su acceso debido al fuerte desnivel que posee. El lado más "accesible" (aún sin serlo realmente) se encuentra al Norte del Castro, situándose en este punto casi la totalidad de sus accesos. Por el contrario, desde el Sur resultaba prácticamente imposible alcanzar la plataforma superior, al menos a lo largo de 3 kilómetros, ya que existen una serie de farallones naturales que en muchos casos alcanzan los 60 metros de altitud (de ahí que no exista muralla en esa vertiente).
Las huellas arqueológicas se distribuyen por toda la planicie y tienen su más visible exponente en las dos murallas conservadas. La que protege el flanco septentrional de la plataforma superior es verdaderamente espectacular por sus dimensiones. De sus más de cuatro kilómetros de longitud se han conservado 2.900 metros entre los que destaca un tramo de casi mil metros de desarrollo. La que mejor se ve es la transversal que cruza la peña, que tiene apenas 200 metros pero que en algunos puntos todavía tiene un alzado de dos metros y medio.
También se han descubierto 267 estructuras de las que 48 son de apariencia tumular —posiblemente de carácter funerario— y 179 son de habitación. En estas variadas construcciones —presentan planta circular, rectangular y ovalada— llegaron a vivir unos 600 habitantes.
Las últimas investigaciones arqueológicas de La Ulaña confirman que el yacimiento burgalés es uno de los más señalados oppidum — designa un lugar elevado, una colina o meseta, cuyas defensas naturales se han visto reforzadas por la intervención del ser humano — de la península Ibérica.
Entre los hallazgos más importantes encontrados destaca un denario de Ceca Turiásico, algunos restos cerámicos con materiales datados en la transición de la Edad de Hierro-II al Hierro-I. (finales del siglo IV al III a. C.) Ollas toscas de arcilla refractaria con chamota, de color pardo, fabricadas sin torno y otras posteriores, típicamente celtíberas, con decoraciones en espiga, de colores rojos y ocres, también partes de tinajas de boca grande utilizadas para el almacenamiento, que datarían de los siglos III-I a. C. En cuanto a los metales, el más importante de los hallados fue un denario con una cabeza de hombre barbado con pelo rizado, con adornos al cuello y en el reverso un caballo con jinete y lanza además de una inscripción con caracteres Íberos (la escritura Íbera no tiene traducción, ni se sabe su significado). Se encontraron también restos de huesos de animales, los más numerosos son de ovejas, cabras y vaca, también de jabalí; lo que da señales de la dieta que tendrían.

Aparcamos el coche en la entrada del pueblo cerca de un abrevadero y cruzamos el pueblo y giraremos a la izquierda para coger una amplia pista. Desde la pista vemos enfrente la Peña Castillo. Esta cima con forma redonda sobresale del resto y es justo hacia nos dirigimos ya que ascenderemos hasta el pequeño collado que queda justo a su lado.
Para ascender hacia la Peña Castillo dejamos la pista que continua de frente y conduce al pueblo de Humada y cogemos un sendero hacia la derecha en la bifurcación que encontramos.
Empezamos a ascender por ese pequeño sendero marcado sobre la hierba llegando justo al collado que queda a la derecha de la Peña Castillo.
Desde allí el camino continúa por la derecha y se acerca a los grandes farallones de piedra. Seguimos ese camino andando pegados a la roca para encontrar un bonito y estrecho acceso al interior del enclave.
El interior es sorprendente, un precioso paisaje con pinos y la impresionante garganta del Cinto. El Cinto es la vaguada que se localiza en los aledaños del castro.
Cruzamos ese paso estrecho y cogemos un sendero que sale a la derecha y cruza justo enfrente. Esta zona suele estar cubierta de brezo o escajo por lo que es recomendable llevar pantalón largo. Si nos fijamos y estamos acostumbrados a andar por el monte enseguida encontraremos un sendero que asciende a nuestra izquierda el cual seguimos. Esta es la parte más bonita del recorrido. Las vistas son impresionantes. Pasamos junto a dos cuevas talladas en la piedra por la erosión del agua y el viento, donde podemos sentarnos y disfrutar de una panorámica espectacular con Peña Amaya al fondo.
Continuamos por el camino que nos conduce a la parta alta de la peña, al páramo.
Caminamos por el centro del páramo donde veremos los restos de la muralla y avanzaremos hasta llegar al extremo oeste de la peña.
En este punto podemos aprovechar para recuperar fuerzas y tomar un tentempié a la vez que nos deleitamos con las magnificas vistas a Peña Amaya que se alza a tan solo 4 kilómetros de donde nos encontramos.
Si vamos a acompañados con niños en este punto hay que tener cuidado ya que en este punto la caída es vertical, por lo tanto, no debemos acercarnos mucho al cortado.
Dese este punto retornamos bien por el mismo camino o regresar justo por la otra vertiente, la norte, para recorrer haciendo un pequeño círculo.
Hay una parte del terreno que está vallado con alambre y tendríamos que sobrepasarlo si queremos hacer el círculo completo por toda la peña y llegar hasta el extremo este donde hay ubicadas unas antenas de telefonía y un vértice geodésico. Dese allí hay otro acceso que nos conduciría al pueblo.
Nosotros decidimos volver por el mismo camino y regresar hasta donde dejamos el coche.
Más rutas en el libro Excursiones en familia por Cantabria y norte de la provincia de Burgos.
Recuerda NO DEJES MAS HUELLA DE TU PASO QUE LAS DE TUS BOTAS.