Peñacaballera-Piedra de la Romana-3 Panetes-Cerro-Castaños centenarios-Montemayor-Peñacaballera.

Peñacaballera-Peña Romana-3 Panetes-Cerro-Castaños centenarios-Montemayor-Peñacaballera.
Ruta realizada el 4/2/2023. Por la mañana.
Preciosa caminata por una zona muy variada que permite contemplar figuras de piedra como la Peña de la Romana, que bascula. Los tres Panetes, original figura de piedra con tres sombreros, el Roble Jerrero, auténtica catedral de la naturaleza, varios castaños centenarios, con troncos descomunales, una ruta micológica espectacular entre El Cerro y Montemayor del Rio, la cadencia majestuosa del Río Cuerpo de Hombre a su paso por Montemayor del Río, una parte de la Ruta de Los Miliarios desde la que Roma nos contempla con su grandeza y, por fin, una entretenida y serpenteante subida a Peñacaballera por el Sendero de la zona de los Carriles. Todo ello entre frondosos bosques de roble y castaño que nos acompañan todo el trayecto.
Ruta sin dificultades técnicas que no exige demasiados esfuerzos, aunque la distancia y el desnivel sean un tanto exigentes.
Salimos de Peñaballera, dejando el vehículo en el trazado en desuso de la antigua carretera DSA-290 hacia Lagunilla, después de la reforma de la misma.
Comenzamos primero por una buena pista forestal, dejamos una pletórica fuente a la izquierda y un poco más adelante la pista se convierte en sendero con tramos de desnivel un poco fuertes hasta llegar a la Peña de la Romana, a la derecha del sendero. Esta enorme piedra bascula, aunque eso si, se necesita una gran fuerza tractora o el uso de una palanca para moverla en uno u otro sentido, dadas sus dimensiones.
Atravesamos un prado y llegamos a una zona alta con un muro de piedra coronado por una valla metálica. Hay que buscar con cuidado donde la alambrada es más baja y dar un salto, tiene cierto riesgo.
En esta zona se encuentran las curiosas figuras de piedra conocidas como Los Panetes, a modo de sombreros uno encima de otro.
Aquí es el único punto en el que, tras cruzar otro cierre de alambrada donde se encuentra rota, transitamos un tramo campo a través hasta conectar con una buena pista. Conveniente disponer GPS para evitar pérdidas.
Seguimos la pista a la derecha, otra vez a la derecha y cuando se transforma en sendero lo seguimos hasta la zona de Los Castañarejos, dejando a nuestra derecha la Peña del Cuervo. Antes saltamos otro muro pues la puerta metálica está cerrada. Seguimos ya la pista, pasamos por una zona elevada con unas antenas y un poco más adelante giramos a la derecha para descender hasta El Cerro por senderos poco definidos y zonas de granito. De nuevo es mejor guiarse por el GPS.
ATENCION cuando se llega a una pista, pues al lado de ella hay una explotación ganadera con dos enormes mastines que al menos hoy estaban sueltos y se acercaban ladrando hasta el camino.
Una vez en El Cerro se verá que el track sube a unas antenas, lo que se puede evitar, pues yo buscaba un mirador y equivoqué la ruta. Una vez alcanzado el mismo, al lado está el impresionante y centenario roble el Jerrero, auténtica catedral de la naturaleza como indica un poste a sus pies.
Tomamos el camino hacia Montemayor del Río por la ruta micológica, buena pista donde nos encontramos, debidamente señalados con carteles informativos, varios castaños centenarios de increíble porte y grosor en sus troncos.
Llegamos a Montemayor tras vadear el Arroyo del Rodeo, muy cargado de agua tras las copiosas lluvias de noviembre y diciembre.
En Montemayor seguimos por el margen izquierdo del Río Cuerpo de Hombre, Camino de Los Miliarios, aunque no llegaremos a ver ninguno, pues para retornar a Peñacaballera elegimos una estrecha, pero preciosa senda por la zona de Los Carriles que va entre muros de separación de fincas y es utilizado para rutas de motocross, así que hay que tener cuidado.
Solo queda salvar el importante desnivel de este hermoso bosque de robles y castaños para volver al punto de origen en Peñacaballera.