Peñaguda-Peña Amarilla-Peña del Gato-Peña Toro y Posadero desde La Revilla

27 Febrero 2017
Distancia: 12,7 km
Desnivel acumulado (+): 699 m
Tiempo en movimiento: 3:02 h

Cimas:
Peñaguda (227 m)
Peña Amarilla (369 m)
Peña del Gato (372 m)
Peña Toro/Pitón (382 m)
Posadero (356 m)

El objetivo de esta salida era localizar una vía de acceso a la cima de Peñaguda que hasta el momento me había sido imposible por la cantidad de argoma que rodea al vértice geodésico. Han sido necesarios tres intentos para alcanzar esta modesta cumbre, por lo que el culminar la ascensión ha supuesto una satisfacción plena.

Esperé al invierno con la esperanza de que las argomas no estuvieran muy crecidas y finalmente creo que fue un acierto.

Creo que a día de hoy es el único acceso al vértice geodésico. He leído comentarios de hace unos 10 años en que se podía acceder por la cara norte, desde Covarón, pero en la actualidad me ha sido imposible llegar a la cumbre por ese lado, habiendo tenido que optar por la cara sur.

Adelanto que la subida no fue fácil, las argomas hicieron de las suyas y tuve algún que otro arañazo durante unos días. Aconsejo llevar un pantalón de loneta en lugar de los elásticos y botas.

Al final mereció la pena no por la vistosidad del monte sino por lo que me ha costado. No obstante es una cima para tachar una vez y no volver mas, jejeje...

Para adornar un poco el trayecto opté por hacer un recorrido por los montes de las inmediaciones aprovechando recorrer algunos caminos que no conocía y otros por los que pasa la Mello Saría del 2017 que en parte no había visitado.

Al grano...

Partimos del Barrio de La Revilla de Muskiz, lugar donde finalizaremos.

Nos metemos por la urbanización de chalets que hay tras el Barrio de Las Duchas para salir a Cordillas, donde seguimos unos metros por el Camino a Morenillo desviándonos por las campas tras pasar una barrera.

Por las campas tenemos que cruzar hasta La Rigada sin haber un camino definido. Seguimos las rodadas de los tractores y tras cruzar un regato subimos campo a través hasta la Ermita de Nuestra Señora de La Rigada.

Es aquí donde parte la subida a Peñaguda y donde más atención hay que prestar a los detalles porque se puede subir por un solo sitio a la cumbre.

Peñaguda es un monte pequeño en el que existieron unas modestas minas de plomo. Es por ello que el terreno tiene gran cantidad de maleza ya que gran parte de su extensión estaba cubierta de escombro de las propias minas que no propició la creación de zonas de pasto y por tanto se dejó al arbitrio de la naturaleza.

Es aconsejable tener sumo cuidado al subir ya que entre la maleza hay escondidas varias bocaminas que apenas se ven, mas bien se intuyen sobre el terreno.

Dicho ésto y situados tras el frontón de La Rigada, tomamos un camino a la izquierda de una casa. Es el acceso a un antiguo camino vecinal que recorría el monte, que por desuso se ha cerrado. Si nos fijamos el camino es evidente, árboles a ambos lados y dos alambradas, una a derecha y otra a izquierda.

Como he dicho el camino está cerrado, por lo que hemos de caminar paralelos a él. Para ello nos metemos en una campa situada a la izquierda de los árboles que delimitan la finca. Se puede entrar fácilmente ya que hay habilitado un paso.

Cruzamos por la campa hasta encontrarnos con una alambrada. Es necesario saltarla para pasar a la finca colindante, donde cruzamos el antiguo camino empezando a ascender casi recto por una maltrecha campa.

Cruzado el camino hay que fijarse en la cerca de una campa situada a la derecha junto a un caserío. Hay que pasar por un paso estrecho situado junto a la alambrada. El paso lo limitan unas enormes argomas y es el único paso posible.

Llegamos a una campa llena de arbusto bajo y argoma a los lados. Ascendemos rectos por la parte central. No lo intentéis por otro lado que ya lo hice yo sin éxito.

Tomaremos como referencia un árbol seco que hay mas o menos en mitad de la finca justo antes de iniciar la zona de argoma y unos árboles sueltos a la izquierda.

Tenemos que adentrarnos entre las argomas por la izquierda del árbol seco, y por donde buenamente podamos, pasando por donde los arbustos bajos dejan e ir ascendiendo hasta llegar al vértice geodésico.

Si os fijáis en el track subo por un lado y bajo por otro. Se puede por ambos, pero aconsejo subir y bajar por donde he bajado. Por la otra vía rodeamos una bocamina y es algo más complicado, al final ambos caminos van al mismo lado.

Alcanzado el vértice geodésico que culmina la cima bajamos por donde hemos subido hasta La Rigada.

Seguimos ruta cruzando la carretera N-634 en dirección a Cantabria, desviándonos a la izquierda por un camino vecinal que en fuerte pendiente durante varios kilómetros nos lleva hasta el cordal de los montes de Mello.

Llegamos por camino cementado a la parte alta encontrándonos con una barrera metálica donde giramos a la izquierda iniciando en línea recta el cordal de las siguientes cimas. La primera Peña Amarilla, seguida de Peña del Gato y Peña Toro o Pitón, visitando el buzón de éste último.

Nos desviamos hacia la caseta del guarda de Posadero o Rebollinar, cruzando la pista para hacer cumbre en el Posadero volviendo después por nuestros pasos de nuevo hasta la caseta, donde continuamos por la pista desviándonos poco después por otra pista que enlazando con varias más nos baja hasta el Barrio de La Campa de Muskiz.

En la bajada nos encontramos con algún resto de las antiguas minas y un depósito de aguas de Santurce de 1925.

Sin apenas salir a zona asfaltada, al llegar a las primeras casas de La Campa nos desviamos a la izquierda de nuevo en búsqueda de camino de tierra.

Tomamos una pista que nos acerca hasta las antiguas minas de Carrascal, localizando diversos restos de las mismas, alguna maltrecha edificación, una cantera y restos de un depósito de aguas y una torre eléctrica.

Nos desviamos por otra pista que nos lleva hasta el Barrio de Villanueva, donde aprovechamos a visitar el recién inaugurado lavadero de ropa, con dos murales de Dolores Ibarruri (La Pasionaria) en sus paredes.

De Villanueva bajamos por camino vecinal hasta el Barrio de Las Llanas, donde por la carretera N-634 volvemos a La Revilla, nuestro punto de partida.