Peñalara

Ascensión a Peñalara (punto culminante de la Sierra de Guadarrama) por su vertiente segoviana.
La excursión permite conocer algunos de los rincones más significativos de los magníficos pinares de Valsaín.
Ruta larga y dura pero fácil y con abundancia de agua. Buena parte de la misma discurre por pistas o caminos. El principal problema radica en los numerosos cruces e intersecciones, aspecto ampliamente ilustrado en las fotografías. Lógicamente no hay senderos en las pendientes finales de Peñalara, por encima del Chozo Aranguez.
El recorrido se puede acortar y suavizar renunciando a la cumbre y regresando desde el Chozo Aranguez.

Más información sobre esta ruta en www.endefensadelasmontanas.com.

Inicio
La Pradera de Navalhorno (Segovia) (1.200 m)

De La Pradera de Navalhorno a la fuente de la Cruz de Abastas
Saliendo desde Casa Hilaria, cogemos la calle Sexta, que va a dar a una pista asfaltada que llega al Centro Nacional de Educación Ambiental.
Aquí, tirando por la pista de tierra de la derecha que sale de la trasera del Centro, llegamos, al cabo de unos 3 kilómetros de muy suave ascenso, a la fuente del Ratón (1.360 m). Hay que tener cuidado en tres intersecciones.

En la primera (bifurcación 1 en el mapa). Se sigue por el ramal de la derecha, que es también el más marcado (el del centro se dirige a la cueva del Monje).

En la segunda bifurcación 2, se coge el ramal de la izquierda (no el que va al puente).

En la tercera (no se ha marcado en el mapa porque está muy cerca de la anterior). Se sigue por la pista de la derecha (la de la izquierda, menos marcada, va también a la cueva del Monje).

Desde la fuente del Ratón se sigue subiendo hasta dar con una pista asfaltada. Tirando hacia la derecha (y dando de lado la primera pista que sale a la izquierda) se llega enseguida a la fuente de la Cruz de Abastas (1.420 m).

De la fuente de la Cruz de Abastas al arroyo Peñalara
Unos metros más allá de la fuente, abandonamos la pista para continuar ascendiendo por una buena senda. La subida se endurece, y, aunque los aprovechamientos madereros pueden alterar los caminos, solo hay que tener cuidado en una intersección, en la que debemos seguir por la izquierda (bifurcación 3):

Nos reencontramos con la pista, por la que seguimos hacia la izquierda hasta un puente cercano sobre un afluente del arroyo Peñalara (1.700 m).

Del arroyo Peñalara al Chozo Aranguez
En el puente dejamos la pista para seguir subiendo por una senda que se va haciendo cada vez más imprecisa. Cruzamos tres regatos de escaso caudal. Al llegar a un arroyo más importante, lo vadeamos también y seguimos ascendiendo sin separarnos mucho de su cauce. De esta forma, salimos del bosque y alcanzamos las praderas donde se encuentra el Chozo Aranguez (1.890 m).

Del Chozo Aranguez a la cima de Peñalara
Vista desde Aranguez, la enorme pendiente de Peñalara presenta varios surcos que la recorren de arriba a abajo. Uno de ellos se encuentra casi en la vertical del chozo, y otro (en realidad un surco doble) un poco hacia la izquierda.

Vamos a subir a la cima por el primero, y a bajar por el segundo. La ascensión, aunque fácil, es dura debido a la ausencia de caminos y la fuerte pendiente. El terreno se complica un poco al final, cuando hay que atravesar un pedrero de grandes bloques, en general bien estabilizados. La cima (2.428 m), casi siempre muy concurrida, ofrece buenas vistas de la meseta segoviana, la Mujer Muerta y la sierra madrileña.

De la cima al Chozo Aranguez
Bajamos de la cima con una ligera tendencia a la derecha para llegar al surco doble que veíamos desde Aranguez. El terreno, muy pendiente también, es algo más fácil que el de subida.

Del Chozo Aranguez a la fuente de la Chorranca
En Aranguez cogemos una buena senda que enfila al norte. Se trata del camino habitual para llegar al chozo desde la Granja. El sendero discurre por el borde del pinar y, poco a poco, se va introduciendo en él. Cruzamos el arroyo Peñalara y el arroyo de las Almas del Diablo (aquí, poco más que un surco embarrado). Algo más allá, vadeamos un tercer arroyo; y, cuando hacemos lo propio con un tercero (que es el arroyo de la Chorranca), abandonamos el camino más marcado (que sigue hacia la Granja por el Raso del Pino) y tiramos por la senda de la izquierda, que baja siguiendo el curso del arroyo.

Nos encontraremos con dos intersecciones más. En ambas tiramos por la izquierda para no separarnos del curso de agua.

Llegamos así a la pista (la misma que la de subida). No hay más que cruzarla para dar con la fuente de la Chorranca (1.700 m).

De la fuente de la Chorranca a la Cueva del Monje
Retomamos el descenso por una senda que baja paralela al arroyo y sin separarse mucho de él (si surge alguna duda, tiraremos siempre por el camino de la izquierda para no separarnos del regato). No tardaremos en dar con las Peñas de la Chorranca y su llamativa cascada (1.600 m).
El descenso nos deja en una zona imprecisa (bifurcación 7). No doblamos ni a la derecha ni a la izquierda (donde el camino es más evidente), sino que seguimos bajando un poco hacia el arroyo para cruzarlo por una pasarela hecha con delgados troncos (téngase en cuenta que los temporales pueden hacer desaparecer este tipo de artilugios).

Cruzado el arroyo, volvemos a dar con una buena senda que corre paralela a él por su margen izquierda. Un cuarto de kilómetro más allá, dobla al oeste (izquierda), y convertida en una pista confluye con la pista asfaltada de la subida muy cerca del paraje donde se encuentra la cueva del Monje (1.390 m).

De la Cueva del Monje a la Pradera de Navalhorno
Desde la Cueva del Monje seguimos hacia la izquierda (norte) por la pista asfaltada y cogemos el primer camino que sale a la izquierda. Al poco de bajar por él, encontramos la fuente de Marcos. Pasado un puente, tomamos el segundo sendero que sale a nuestra derecha (bifurcación 8) (Si se prefiere se puede continuar por el camino más marcado, que confluye con el itinerario de subida en la bifurcación 1). Ahora la senda corre paralela a un canal de riego. Sin cruzarlo, llegamos a la altura de un puente y, unos metros más allá, cuando el terreno se abre, tiramos por la senda de la izquierda, que se dirige entre jarales hacia unos robles.

La senda, aunque algo imprecisa, sigue bajando suavemente hasta el Centro Nacional de Educación Ambiental.

Más información sobre esta ruta, Picos de Europa y la montaña en general en www.endefensadelasmontanas.com.