Peñalba de la Sierra: a Cabida y al molino de Peñalba

MUY MALOS CAMINOS, pero caminos al fin y al cabo, de los que sólo exigen poner cuidadosamente un pie delante del otro, sin usar las manos y sin peligro de caídas de altura. Algunos acompañantes opinaban que la marcha es más dura de lo que la distancia y la subida sugieren, por la irregularidad de los caminos, que impone un andar desacompasado, con atención constante a cada pisada y activando músculos en desuso. Entre los waypoints 2 y 3 hay un camino mucho más amplio que el nuestro, por el que presumiblemente no te restrieguen las jaras (ver foto), pero es más empinado.

Ésta ha sido una marcha de la nostalgia: queríamos volver a pasar por el camino del Molino, (waypoints 3 a 4) como hiciéramos en su día. Lo recordábamos muy pedregoso pero más abierto; posiblemente fuera así; el tiempo lo habrá ido cerrando. Discutíamos por él lo que parece indiscutible: que los moradores de Cabida lo utilizarían para llevar grano al molino de Peñalba, y para regresar, subiendo, con la harina. Es verdad que no se observan señales de acondicionamiento manual, como es corriente en este tipo de caminos, y parece poco apto para caballerías; hoy. En cualquier caso, nuestros antepasados tuvieron que trabajar mucho más duro que lo que imaginamos. Las fotos y sus comentarios al pie intentan reflejar las dificultades del camino (que cruza jarales, brezales, pedregueras, bajo bosque de encina,…); y los encantos que ofrece.

Realmente no llegamos al molino de Peñalba porque no encontramos el desvío que sugiere el mapa del IGN (ver mapa ráster), y que no usaron tampoco nuestros precursores (Mjoselm70, id=12207003; edu666_2, id=12514520; Paco T, id=11692224, y Arambol, id=11653333, a quienes agradecemos sus tracks). Continuamos por el camino de Peñalba a Majaelrayo hasta alcanzar el río Jaramilla y su puente. La soledad y la “agrestividad” del lugar son incomparables (aunque se reciban whatsapps allá abajo). En el pueblo nos dijeron luego que el molino, en ruinas, conserva aún algo de su maquinaria; lamentamos no habernos acercado a él.

La cascada cercana al molino sería muy atractiva si se pudiera uno acercar a ella y ver en toda su altura, pero no lo creemos posible; además, en este tiempo el arroyo de Cañamar que la alimenta apenas llevaba agua. (La fuente de Peñalba se había secado y los vecinos aseguraban que nunca antes había sucedido.)