Peñalengua occidental y oriental, Cellorigo desde Bugedo

¡OJO! La subida a los dos Peñalengua, hay que trepar. No apto para todos. Resto sencillo, excepto la bajada a Cellorigo con mucha pendiente y piedrecilla suelta.
Bugedo, pueblo burgalés cerca de Miranda de Ebro desde donde comienza el recorrido. Saliendo de la iglesia, dirección sur, se atraviesa la carretera para ir junto a la via del tren para volver a retomar la anterior y pasar por debajo del puente que atraviesa las vias y girar a la izda por la misma. A la derecha queda el convento de Santa Maria de Bujedo del siglo XII, regentado y guardado por los Hermanos de la Salle.
A los pocos metros de ir por la carretera que lleva hasta la estacion abandonada del tren, y justo enfrente de los guardarrail, sale una senda por la derecha que se adentra entre boj y matorral. Hay que seguir los distintos cairn situados para no despistarse en algún tramo. Se desciende y se sigue un camino, se coge primero a derecha y luego izda para coger una larga recta hasta llegar de nuevo al inicio del monte de matorral. En una pequeña loma, sin bajar, se abandona el camino y por la izda, junto a una parcela, sale una senda que va paralela por la derecha de ésta y va subiendo hasta llegar al inicio de los riscos de Cellorigo. La senda, bien definida, baja y sube y en el primer tramo hay que coger a la izda para subir el primer pico, el Peñalengua occidental con su buzón correspondiente. También en algún sitio viene como Peñaluenga. Hay que trepar y bajar con mucho cuidado, asi que no lo recomiendo para todo el mundo. Se contunúa la senda y en otra de las vaguadas, unos plásticos en los arbustos, indican la subida al segundo y puntuable para el centenario para federados. Ésta subida tiene una cuerda de apoyo por lo que viene bien a la hora de bajar. En el alto hay un pequeño rellano para contemplar el bonito paisaje que nos ofrece por el sur de toda la llanura riojana y los montes San Lorenzo y San Millán con algo de nieve en la picota y por el norte, la burgalesa con Miranda de Ebro al fondo y toda la extensión de los montes Obarenes.
Hay que descender con cuidado, primero de la piedra y luego por la senda que bordea el último risco por la derecha. Cellorigo, llamado púlpito de la Rioja, pues desde él se aprecian unas bonitas vistas sobre todo desde la iglesia de San Millán donde hay un mirador.
Hay que coger dir NE pasando por las últimas casas en ruinas y salir a la parte norte, pasando las últimas rocas para descender hasta la carretera. Aqui se encuentra en ruinas de una antigua iglesia. Por carretera unos cuantos metros para en la curva coger el camino que sale por la izda y que va a enlazar con el de subida en cierto punto. Llegado a un pequeño alto, me desvio a la derecha para coger el camino que va a bordear la loma por el lado derecho. Se convierte en senda hasta aproximarse a la antigua estación del tren. Aqui hay que atravesar las vias para ir por la derecha y en pocos metros, llegar de nuevo al pueblo de Bujedo.