Peñamea (1.156 m.) desde Pelúgano por el Ojo de Buey

Bonita y exigente ruta para empezar el año. Como disclaimer varios apuntes: es una ruta dura y exigente porque se salvan casi 1000 metros de desnivel en 5 kms. Imprescindible llevar agua en abundancia y crema solar. El entorno es precioso y las vistas desde arriba increíbles.

Salimos desde el pueblo de Pelúgano (también conocida cuna de la escalada) hacia las 10 de la mañana. Aunque era enero nos hizo solazo y encima estábamos a alta temperatura, sudamos de lo lindo. Preocupantes estas temperaturas para esta época del año. Y cero nieve.

El sendero está muy bien marcado. Subimos a otro pueblín aledaño donde nos topamos con la iglesia de Barriocima. A partir de aquí comienza una subida progresiva por una pista bien marcada con vistas a un valle precioso, con casas de pastores y vacas salpimentadas por los praderíos. Para que os hagáis una idea, la ruta sube primero hacia arriba a la izquierda. Veremos la cima de Peñamea al fondo, pero aún nos queda faena por delante.

Entonces el camino toma una bifurcación a la derecha donde caminaremos durante unos minutos en llano. Esta bifurcación viene marcada tanto por el track como por una señal en el propio camino. Este "llaneo" es la antesala del ascenso a los infiernos :) Bueno, tampoco es para tanto, pero aquí empieza lo fuerte. Es una subida que nos encajona en la Canal de de las Cuevas. Casi que es mejor no mirar hacia arriba - por lo pindio - e ir a pasos cortos zigzagueando en lo posible. Cuando llevemos un rato subiendo, nos daremos casi de frente con el ojo de buey o l'arcu. Es impresionante. Si no queréis perder ritmo, os recomiendo parar a la bajada porque, ya digo, la subida es exigente.

Cuando llegamos arriba del todo de la canal, hacemos la primera parada para recobrar fuerzas, beber agua y comer algo. Mientras, un hombre sube y baja corriendo dos veces dicha canal :O. 5 o 10 minutos después retomamos la marcha. En esta parte quedan ya 200 metros a la cima y se trata de atravesar pequeñas crestas y otra rampa final para rematar. Decir que la minicresta que se trepa muy fácil, se puede salvar por la derecha bajando un poco.

Arriba, en la cima, las vistas son impresionantes. Se ve Fuentes de Invierno, Gijón, el Cuera y Picos de Europa. Así de despejado tenemos el día.

Fantástica ruta asturianina. Dura pero muy recomendable.