Peñas Blancas y Ganeroitz desde El Regato. Ruta circular subiendo por Allendetxea y bajando por Tellitu.

Esta es una ruta mañanera corta pero muy interesante. Apenas supera los 9 km de longitud, aunque tiene un desnivel acumulado de 601 m. Una mañanera en toda regla, con tiempo (si madrugamos un poco) de volver a casa, y tras una ducha reparadora salir a tomar algo.

Hoy, un domingo de primeros de Marzo ha amanecido muy frío (1°C en Bilbao), pero totalmente despejado. Un día perfecto de monte. Hoy voy solo porque a nadie de mis compañeros habituales les gusta madrugar demasiado, y es que yo antes de las siete de la mañana ya estaba arriba.

Me acerco desde Bilbao en coche hasta El Regato (Errekatxo en euskera) y aparco en el parking gratuito situado junto a la iglesia de San Roque, patrón del barrio. Pongo mi reloj en modo "senderismo" y abro Wikiloc en el móvil para registrar la ruta. En marcha.

Voy por el puente sobre el arroyo Castaños situado tras la iglesia y tras cruzarlo me dirijo hacia la derecha, para girar tras unos metros a la izquierda junto a unos bonitos chalets adosados. Subo por la acera de la calle Baseliza hasta desviarme un poco más arriba por la calle San Roque, que parte justo enfrente. Salgo así del caso urbano de El Regato, ascendiendo por la calle San Roque un rato, hasta llegar un poco mas arriba frente a unas viejas instalaciones que no son más que las estructuras roñosas de lo que fue la mina de El Regato. La carreterita sigue de frente y a la derecha, pasando ante la valla metálica de la antigua mina, pero yo un poco antes me desvío por un camino de tierra que parte allí mismo, a mi izquierda.

Comienza la primera parte montañera de la ruta, con la ascensión hasta las amplias campas y pastos de la sierra de Sasiburu. Empezamos a subir suavemente por un camino de tierra y algo pedregoso, siempre bajo el arbolado. Paso ante una gran estructura metálica de la parte alta de la mina situada a mi derecha y sigo hacia delante, viendo más arriba entre la espesura otra gran estructura que imagino también pertenece a la antigua mina. Debía ser una mina bastante grande, seguramente subterránea.

Sigo subiendo un rato más y llego a una bifurcación. El camino de la derecha está cerrado a cal y canto por una valla metálica (que no son mas que dos antiguos somieres) con cadenas y candados y con dos visibles carteles de "propiedad privada" y "prohibido el paso". De nuevo me viene a la cabeza aquello de "poner puertas al campo", de cerrar el paso a montañeros los caminos – por muy privados que sean – por donde se ha pasado desde siempre (en Google Maps el camino se aprecia perfectamente). En definitiva, este contratiempo me cierra el camino más lógico y directo para llegar al cordal de la sierra de Sasiburu. Me veo obligado de ir por el camino que sigue por la izquierda, por el que hay que dar un mayor rodeo.

Ahora el camino llanea en un pequeño tramo hasta llegar a una cerrada curva a la derecha, encontrando a los pocos metros otra valla metálica que cierra de nuevo el camino. Afortunadamente en este caso veo un sendero a la derecha que salva la valla y sigue hacia delante. Sigo por él.

Voy andando ahora por el borde del bosque, por una senda clara que enseguida la cierra otra valla más. Dichosas vallas, me digo. Pero esta se puede abrir, por lo que la cruzo dejándola cerrada a mi paso. Al poco llego a una bifurcación. Un camino algo menos pisado sale hacia la derecha, pero yo sigo por el que voy, de frente y hacia arriba. El camino ahora discurre durante un rato hasta lo más alto entre dos alambradas. Lógicamente aqui no hay duda del camino a seguir, ya que voy encajonado. Al final hay un par de repechos un poco más duros y llego al espacio abierto de los pastos de la sierra de Sasiburu.

Nada mas llegar, veo a mi derecha un senderito que discurre por la falda de una pequeña loma hasta llegar a un poste indicador con cuatro señales indicadoras de los distintos PR de la zona. Yo voy en dirección al Humilladero y después a Peñas Blancas, recorriendo una pequeña parte del PR–BI–101, tras lo que seguiré de frente para enfocar más tarde las duras rampas del Ganeroitz. La verdad es que toda esta parte del recorrido la conozco bien por haber subido numerosas veces a esta sierra por la otra vertiente: desde Alonsotegi por Zamundi y Santa Quiteria. Esta es la primera vez que accedo a la sierra de Sasiburu desde El Regato, y repetiré

A escasos cien metros se ve una hermosa cruz blanca de buen porte con una hornacina en lo alto y una virgen en su interior instalada por el Grupo Alpino Goikomendi. Selfie de rigor y sigo adelante por el cordal, y tras subir una mínima lomita con un pequeño poste de cemento que sirve de referencia, desciendo unos metros hasta la pista principal que recorre el cordal en su totalidad.

Voy unos pocos metros por la citada pista hacia la derecha para desviarme casi de inmediato a la izquierda por un corte terroso del talud. A partir de ahora y hasta la cumbre de Peñas Blancas la andadura es más complicada, ya que voy por un típico terreno kárstico, con rocas calizas que sobresalen del terreno que hay que ir sorteando o andando sobre ellas con cierto cuidado. Hay que seguir siempre por las rocas que ya tienen un cierto color pardo por las pisadas de la gente. A veces iremos por un senderito que serpentea por el roquedo. En realidad se trata de un terreno mixto: senderito de tierra y roca. Y tras un ratito de caminata llegamos hasta un poste indicador de la PR–BI–101 (recorrido circular muy interesante que parte desde Alonsotegi) y un pequeño cartel indicador de indica "peligro, sima". En efecto hay una sima transversal justo antes de la cima por lo que hay que andar con cuidado, sobre todo en días de niebla.

La citada sima no es mas que el resultado de las excavaciones mineras de explotación de una pequeña mina (o más bien una mena o beta de roca ferruginosa que fue totalmente explotada). La bocamina se encuentra muy cercana y para llegar a ella hay que dar la vuelta a la cima siendo accesible desde el último tramo del sendero que sube desde Santa Quiteria. Merece la pena entrar, porque al tener cercana la boca de la sima a cielo abierto esta bien iluminada si hay un día claro, pero ¡ojo!, generalmente el suelo está plagado de una inmensidad de excrementos de oveja, lo que vienen a ser las clásicas "cagolitas". Todavía algún ojo con criterio mineralógico podría encontrar alguna pequeña roca de Hematites Rojo, Limonita, Siderita o Goethita. Esta cumbre, llamada Peñas Blancas, es el verdadero Apuko, y no el Ganeroitz, como la mayoría de la gente cree. Tiene un buzoncito donde indica su altitud, 469 m. Me hago el segundo selfie del día y me dirijo sin demora al Ganeroitz, que lo tengo frente a mí.

Desde la cumbre accedo a la pista cercana y de frente empiezo las duras rampas del Ganeroitz a la altura de un pequeño poste metálico empotrado en el suelo. Un poco mas arriba cruzo transversalmente una pista herbosa transversal que se dirige al pinar. Poco a poco voy subiendo las duras rampas (sin duda la parte mas dura de la ruta) con el borde del pinar a mi izquierda hasta llegar a la cumbre, donde hay al menos tres buzones y un poste geodésico. Estoy en la máxima altura de la ruta de hoy, 560 m. Un tercer selfie y de inmediato para abajo.

Llego al poco hasta la pista de abajo accediendo hacia la izquierda a la pista principal que recorre todo el cordal. Y aquí viene mi equivocación, aunque en realidad no fue tal, ya que me obligaron las circunstancias. Me explico. Yo pensaba que el camino normal para bajar hasta Tellitu y por tanto hasta El Regato, partía de una desviación cercana hacia la izquierda situada a unos cien metros bajando por la pista. Bajo todo confiado y en efecto allí estaba la desviación, pero cerrada y bien cerrada por una hermosa valla metálica. Y claro, me entran las dudas. Afortunadamente llegan hasta mi lado un par de montañeros a los que les pregunto por el camino a Tellitu y El Regato. Por la conversación estimo que son de la zona y que se conocen todos estos caminos y senderos como la palma de la mano. Ellos me quitan de la cabeza que baje por ahí ya que el camino esta bastante mal y, además, es terreno privado (se veía cercano un hermoso rebaño de ovejas). Me dicen que vuelva sobre los pasos y que tras andar por la pista principal al menos un kilómetro me desvíe por un cartel de madera donde pone "Tellitu". Ese es el camino bueno, según me dicen.

Tras agradecerles la valiosa información retomo por mis pasos hacia arriba para poco a poco ir llaneando y rodeando por la derecha el Ganeroitz. Paso ante un abrevadero y sigo andando adelante por la amplia pista, que ahora baja poco a poco. Tras un rato de caminata llego al cartel indicador que indica la senda: "Tellitu", y por allí bajo sin dudarlo. Es una senda que parte a mi derecha. Al principio el camino esta un poco confuso, ya que han movido el terreno para la construcción de una torre eléctrica, que sin embargo (así me lo habían indicado) es una muy buena referencia de la ruta. Tras un par de curvas iniciales el camino se aclara y sigue hacia abajo en tramos bastante inclinados.

Al cabo de un rato llego a una bifurcación. Un camino sigue derecho hacia delante y otro gira bruscamente a la derecha. Miro Google Maps y parece que el camino que sigue de frente, menos pisado, conduce hacia la cola del embalse de Etxebarria. Opto por girar a la derecha y a los pocos metros veo que no me he equivocado. A partir de ahora voy por una senda que se puede seguir muy bien, siempre dentro de un precioso bosque autóctono salvaje y húmedo con varios arroyuelos cantarines que tengo que vadear. Un verdadero gozo para los sentidos. Me digo que la próxima vez subiré por aquí haciendo la ruta al revés. Bajo un poco rápido hacia Tellitu, no sin disfrutar del camino.

Salto una pequeña alambrada que se encuentra caída en el suelo poco antes de llegar a los cuatro o cinco caseríos que conforman el barrio de Tellitu. En el lugar donde desemboca la senda en el barrio encuentro una señal que indica hacia Saratxo, justo por donde he bajado yo. Comienza ahora una pista cementada que pronto se convierte en asfaltada y que al poco, bajando por ella un poco más, pasa junto a la valla metálica protectora de la mina abandonada que hemos comentado al principio de esta ruta. Y a los pocos metros llego al camino por donde a la mañana me he desviado para subir al cordal.

A partir de ahora no tengo mas que desandar el camino hasta el aparcamiento donde tengo el coche. Una vez en él, aprovecho para comer algo de fruta y beber algo, que no he metido nada a la andorga en toda la mañana.

En definitiva, preciosa y corta ruta que animo a todo el mundo recorrer. Yo sin duda repetiré.