Penas de Rodas

SENDEROS DE GLORIA (XIX)
Hoy no tenía prevista ninguna caminata y esta tarde crucé el río Ladra para acercarme hasta Penas de Rodas, pero este insano vicio del que padezco últimamente me puso en ruta sin pensarlo y decidí recorrer el camino circular que lleva hasta el Miradoiro de Paraños para regresar de nuevo hasta el que, según algunos, es el primer calendario solar de la humanidad (casi nada).
En cualquier caso, este lugar mágico y sagrado, tan familiar para la mayoría de los lucenses, quiero pensar que puede sorprender a quienes no lo conozcan y, en especial, a mis amigos creyentes de más allá del Océano.
Las extrañas rocas esféricas cuyo conjunto supera los quince metros de altura parecen mantener un imposible equilibrio y que, en cualquier momento, se echarán a rodar aplastando a quien se encuentre cerca y provocando de este modo el divorcio entre el Sol y la Tierra, cuyo matrimonio dicen que trata de simbolizar.
La ascensión al Miradoiro merece la pena por la espectacular vista sobre la Terra Cha aunque es imposible plasmarla en fotos.
Dos anotaciones que me atrevo a hacer para aquellos que se animen a recorrer senderos:
1. Las mejores zapatillas deportivas no son las adecuadas para caminar por los montes y hoy estuve a punto de darme un par de guarrazos en el descenso por un camino arenoso en el que no sé cómo conseguí mantener el equilibrio. Llámenme tontito, pero nunca más me lanzo a caminar sin mi calzado de Trekking.
2. A no ser que les apasionen los "huevos rotos" ─para lo cual puedo recomendarles un par de establecimientos en donde los preparan estupendamente─, al menos en un día de calor como hoy, no es conveniente caminar con tejanos. Ahí lo dejo.
Total, unos cinco kilómetros fáciles de hacer, muy cerca de Lugo y que, una vez más, les recomiendo antes de que el cambio climático lo estropee todo.