Peñas de Tao - Peña Tonico (Por las Hoyas) - Peña Redonda (Por el Raso) - Caletón del Guincho (Por el Malpais) 10052021

Después de la ruta del sábado pasado (08052021) que discurrió por Las Hoyas y de lo encantado que quede con la misma, me apetecía repetirlo desde la calma, sin prisas.
Para que no fuera la misma ruta me quede con la travesía por las Hoyas, le añade un paseo por el raso y le incorporé el tramo por el malpais de La Corona que parte desde las inmediaciones de la peña Redonda hasta el caletón del Guincho.
Hecho los planes tocaba llevarlos a cabo y para las inmediaciones de Los Molinos, y a la altura de la ecofinca El Cortijo, me fui.
Alcanzada la peña que, a modo de mojón, indica el lugar de inicio de la ruta me adentre por el camino en dirección a la zona de la aljibe. Desde ahí se observa la parte de Las hoyas mas próximas al volcán de La Quemada, estamos en una especie de Meseta desde la que parten unos pequeños valles que terminan en el malpais. La vista impresiona, todo cubierto de corralitos que en su tiempo albergaban árboles frutales y que tuvo que significar un esfuerzo inmenso para poder aprovechar la zona y que posibilitara el sustento de los lugareños de entonces. Desde aquí se observan dos pequeños valles (Hoyas), uno pequeño parcelado y el otro algo mayor pero igualmente cubierto de corralitos para refugiar del viento a los árboles que en su día protegían.
Después de la contemplación me volví por dónde había llegado para luego coger camino hacia la vivienda de Los Socas (eso me contaron el pasado sábado); el sendero transcurre igualmente entre corralitos y se llega a la vivienda sin mucha dificultad. En la parte trasera de la vivienda hay una especie de lagar que denota lo trascendental que fue él vino en el desarrollo económico de la isla y aunque no paré mucho en la vivienda sí me dio tiempo a observarlo.
De la vivienda me fui a la Peña del Quintal, repitiendo el trayecto del sábado; ahora pude observarla con calma y patear un poco por los alrededores, acercarme a una especie de mirador desde el que se observa la Peña de Las siete lenguas.
Como antes, después de un rato de admiración retrocedí en busca del camino hacia el próximo objetivo.
Por la loma que separa el valle que había visto en la parada de la aljibe y el que nos queda ahora a la derecha empecé una especie de descenso por un sendero cuyo único referente son las pisadas que se observaba en el suelo. Con cuidado de no perder las huellas anteriores y con la curiosidad del que no quiere perderse nada, seguí en descenso sorteando los muritos y los frutales secos hasta llegar al vértice del lomo por donde andurriaba y en este punto cambié de dirección, atravesé este tercer valle hasta subir al lomo que lo separa del siguiente. Un subir y bajar después estamos en otro vallecito desde el que alcanzamos el camino que atraviesa las Hoyas (Según los mapas, diseminado de Ye) y que conduce a la única vivienda existente en la zona y desde la que se observa de manera privilegiada la Peña de las Siete Lenguas. Una visita a la explanada donde se ubica la vivienda y continuo la ruta siguiendo el camino hasta el punto de desvío. Como no tenia guía me costo un poco encontrarlo pero una vez ubicado me fui por él. Después de un rato tocaba subir de nuevo a lomos del “lomo”, la continuación del sendero sabia que estaba por las alturas de la especie de cerro que separa esta parte de las Hoyas en dos pequeños valles. Aquí me costo encontrar el camino de subida y un poco después el de continuación, estoy en una zona montañosa aunque de poca altura y el caerme es una posibilidad si no se anda con cuidado. El caso es que con paciencia y un rato de ir y venir logré encontrar el camino hacia la peña que se encuentra en estas alturas. Un rato de observación: la Peña de Las siete Lenguas, La Peña Lisa, La Peña de Tonico y alguna mas de las que no recuerdo los nombres.
Y comienza el descenso hacia la horizontal de Las Hoyas, la zona mas “normalita” del recorrido para salir por la parte de “la cadenita” (por donde he entrado otras veces).
Alcanzada la cadena me fui por el sendero de la derecha que continua hasta la Peña de Tonico.
Desde esta Peña parte el camino del raso y por él me fui con la idea de alcanzar la Peña Redonda. Esta vez la vegetación casi había desaparecido y el sendero aparecía muy claro, no tuve dificultad para seguirlo. El sendero va bordeando un muro de piedra, que se prolonga hasta casi la Peña de las Siete Lenguas, y se desvía para bajar a otra Hoya cubierto de lava, estamos en la zona del Monumento Natural de la Corona. Se baja a la Hoya y se sube al otro lado para continuar hasta la Peña Redonda, la última parte del trayecto ya por camino acondicionado para acceder a las fincas de los alrededores.
Alcanzada la Peña Redonda seguí por el camino hasta el primer desvío a la izquierda. Cambié de dirección y me fui por el camino en dirección a las fincas de la zona para luego continuar por el sendero que atraviesa el malpais hasta la costa, en la zona del Caletón del Guincho.