Penches-Mesa-Cuchillos

Una vez más me junto con Kepa para hacer una circular de poco más de 15km y 650metros de desnivel positivo acumulado que nos lleve por los parajes de la Mesa de Oña y el Cuchillos. El ver el perfil aplanado de la Mesa cada vez que cruzaba la Bureba con el coche, era algo que siempre me atraía, y que mejor que esta ocasión para coronar esta cima en buena compañía.

Partimos de Penches (716m.), pequeña aldea burgalesa a la que se accede desde Oña. Los primeros metros los hacemos volviendo atrás por la carretera que va a Oña (W-NW), fijando nuestra mirada en los cerezos que ya están floreciendo. Pronto encontramos una pista a nuestra izquierda que nos llevará por el sendero local SLC-BU 108 (SW).

Comenzamos a ganar altura a través del bosque, la pista no tiene pérdida y avanzamos dialogando tranquilamente sobre cámaras de fotos. Poco después de salir de la sombra, la pista se bifurca en dos; nosotros en lugar de seguir a la izquierda por el sendero local, continuamos de frente. El camino va ganando pendiente poco a poco, a la vez que va girando hacia el Sureste; cuando estamos llegando a la meseta, el Cuchillos se aparece frente a nosotros.

Una vez más un cartel nos indica el camino a seguir, en esta ocasión debemos ir por el PRC-BU 101, camino a la Mesa de Oña (SE). Tras cruzar la vaguada, volvemos a ganar altura por una senda de tierra rojiza que nos lleva hasta el collado que hay a medio camino entre el Cuchillos y La Mesa (1.092m.).

Girando a la derecha vemos la aplanada silueta de La Mesa de Oña, hacia donde nos dirigimos. Vamos zig-zageando entre los arbustos en busca de los hitos que nos guíen hacia la cima. Encontramos el sendero y ascendemos a la planicie, que resulta ser un auténtico laberinto en el que es verdaderamente difícil encontrar la cima. Encontramos un gran hito que parece indicar el punto más alto (1.205m.), pero proseguimos la marcha hacia la parte más occidental de la montaña; en busca del buzón que se encuentra junto al cortado de la cara oeste. Por fin llegamos, y encontramos los dos buzones: uno parece una caseta y el otro es una antigua olla exprés.

Regresamos hasta el collado y seguimos por el camino que rodea el Cuchillos, abandonándolo pronto (NE) para subir al cordal somital y atacar directamente a la cima. Llegamos al vértice (Cuchillos, 1.200m.), y disfrutamos de unas vistas de pájaro sobre Penches.

Para ir cerrando la circular, caminamos hacia el E-SE, con la vista puesta en la cresta del Pan Perdido. Dejamos a nuestra derecha un cercado y un pozo, y en menos de medio kilómetro terminamos llegando al Portillo del Mercado. En este punto debemos tomar el PR-BU 65, que en dirección Noroeste desciende hacia Penches a través de un precioso hayedo.

El sendero enlaza ya bastante abajo con una pista que seguiremos durante pocos metros, puesto que después giraremos a la derecha continuando por el SLC-BU 108. Cruzaremos un pinar para después llegar a los campos de labrado de Penches y en unos pocos minutos más llegamos al centro del pueblo donde saciamos nuestra sed en una fresca fuente. Al llegar al coche, nos quedamos almorzando en unos bancos y aprovechamos para charlar con un lugareño; nos habla del abandono de la gente del campo que se va a la ciudad, de su salud... de lo que sea con tal de entablar conversación.

Y para culminar la jornada, paramos en Oña para sacar unas fotos, ya que es un pueblo que goza de buena arquitectura; y como no, nos tomamos una buena cerveza también a la sombra de una terraza...