Peniche. Ruta circular por el litoral de la península.

Peniche es un puerto pesquero de gran importancia (el segundo de Portugal), pero también es muy conocido por ser el lugar desde donde salen los barcos que llevan a los turistas que quieren ver las Islas Berlengas. Y también es un centro de construcción naval, y tiene una potente industria conservera. El puerto está protegido por una antigua fortaleza, construida en el siglo XVI, y modificada en el siguiente para adaptarla a las ideas implantadas por Vauban; la fortaleza fue usada como cárcel en tiempos de Salazar, y como residencia para refugiados de Angola posteriormente.
A sus pies, rodeado por una explanada (el Largo da Ribeira), está el puerto de donde salen los barcos que van a las Berlengas, aunque la zona de mayor actividad es la parte dedicada a los pesqueros. La instalación ocupa una ensenada artificial, muy segura, aprovechando el istmo que une Peniche con su base, que ha sido cerrado casi totalmente por dos grandes diques de cierre asimétrico.
Desde la población, la tierra se extiende en una corta península, de unos 3 km de longitud, hasta alcanzar el Cabo Carvoeiro, cuya muy agreste costa muestra un tipo de erosión especial, con montones de rocas laminadas apiladas a imagen de órganos naturales. Cerca de la punta se encuentra el Faro de Peniche, a cuyo lado se encuentra una destacada elevación rocosa conocida como la Nave de los Cuervos. Más adelante, siguiendo un giro en sentido horario, encontramos la Capela de Nossa Senhora dos Remédios, frente a la cual hay un mirador especialmente destacable.
Seguimos adelante, parando ocasionalmente para admirar la agreste costa y la próxima playa de Baleal, hasta llegar a Papoa, un promontorio a modo de espuela fijada al Cabo Carvoeiro, con un pequeño aparcamiento al final de un camino local, que cierra parcialmente la concha de la playa de Baleal; en su base, al lado del istmo, se encuentra un nuevo trozo de murallas. Aquí está la Rua de la Muralla y, si se ha hecho el recorrido circular andando, este es el momento óptimo para girar a la derecha y seguir por la Avenida 25 de abril hacia el puerto, donde acaba la ruta.
Nosotros, tras ver que el recorrido se hace por carretera asfaltada, y que existen múltiples miradores en el recorrido, decidimos hacer el recorrido circular en coche, y al llegar a esta zona de murallas la sobrepasamos para atravesar el istmo y llegar al puerto desde el este, evitando el siempre algo complicado por las estrechas calles de la población.
Así, con una mezcla de senderismo y coche, la ruta es fácil y realizable en poco tiempo, pudiendo parar en todos los sitios que se consideren interesantes.