PENINSULA DE FISTERRA: PLAYA DE ARNELA, PLAYA DO MAR DE FORA Y FARO DE FISTERRA

La idea de esta ruta de senderismo es recorrer la península de Fisterra, partiendo de la playa de Langosteira y uniendo la playa de Arnela con la de Mar de Fora.
Para ello, salimos de la aldea Escaselas, que es la recta larga que va por detrás de Langosteira, antes del pueblo de Fisterra. Dejé el coche a nivel de los apartamentos turísticos Insúa Finisterre, para coger el camino que viene de Muxía.
La primera parte de la ruta es la más fea ya que hay que ir por pistas asfaltadas, por medio del monte, en ligera subida, aunque según vamos subiendo empezamos a tener unas buenas vistas del Monte Pindo a lo lejos. Pasamos por la Aldea de Vilar de Duio y desde allí ya nos dirigimos a la playa de Arnela. La vista desde arriba es impresionante, sobre todo en el día en el que fui que había mucho mar de fondo y olas muy altas. La bajada a la playa se realiza por un camino de fuerte pendiente, sobre todo al final, pero merece la pena para observar la batida de las olas contra los acantilados y ver las colonias de gaviotas que son dueñas y señoras de la playa. Cuidado, hay que extremar las precauciones con el mar que es traicionero y uno no se puede confiar.
Desde la playa de Arnela, hay que desandar la bajada hasta la bifurcación donde está el cartel y tomar el camino que sale a mano izquierda y que vemos que va bordeando el acantilado hasta la Punta de Arnela, donde ya tenemos una magnífica vista de la playa de Arnela y del cabo de Touriñán.
A partir de aquí, subiremos al Monte de Arnela, siguiendo unas marcas verdes pintadas en las rocas que nos irá indicando la senda a seguir. Las vistas hacia occidente son magníficas, ya que vemos los enormes acantilados que caracterizan la costa da Morte.
Pasaremos por diferentes ensenadas hasta subir al Monte Veladoiro o Cabo da Nave, que con sus 243 metros será el punto más alto de la ruta. Pararemos en las antenas a reponer fuerzas y desde allí comienza una bajada por una pista asfaltada, que abandonaremos al cabo de unos metros para tomar un camino a la derecha que nos llevará después de serpentear por el monte, en fuerte pendiente a la playa de Mar de Fora. Allí es obligado el baño, con precaución por el oleaje que tiene.
Saldremos de la playa por la pasarela de madera, que han instalado para respetar la zona dunar y nos dirigiremos por una pista empedrada a la aldea de Insúa, donde, tras preguntar a los paisanos, empecé a subir al Monte San Guillermo. Sigue marcado con pintura verde, aunque hay que tener cuidado en alguna bifurcación de la senda, ya que no está muy transitada y uno se puede perder facilmente. Después de luchar con zarzas y toxos, dejarse la piel por el camino, hice cumbre a 241 metros, donde ya se ve el Faro de Fisterra.
Ya sólo queda bajar para encontrarse con la procesión de peregrinos que va diariamente a ver la puesta de sol allí, con algún gaiteiro que homenajea al Dios Sol.
Tras la puesta de sol, el camino de vuelta a Fisterra es por la senda que va al lado de la carretera y, una vez en el pueblo, ya de noche y guiado por una luz frontal cogí el paseo que va por detrás de la playa de Langosteira para volver al coche.
Podré decir que es la mejor ruta de senderismo que hice por la costa gallega en toda mi vida. Se la recomiendo a todos.