Peñón Raso Largo- Umbría Chica y Grande-Cueva de los Muñecos-Santuario Íbero-Cerro del Castillo. Despeñaperros.

Perteneciente a Sierra Morena, el Parque Natural de Despeñaperros es una de las zonas con mayor interés geológico de la Andalucía Oriental. Sus características rocosas y su accidentado relieve, cortado por los ríos Guarrizas y Despeñaperros, hacen que el parque esté surcado por varios desfiladeros, barrancos y múltiples cuevas que ponen de manifiesto su naturaleza kárstica.


Iniciaremos esta atractiva ruta en el APARCAMIENTO DEL RESTAURANTE JARDINES, situado en la Carretera N-A4 muy cerca de la Autovía A-4 y del desfiladero de Despeñaperros por el que discurro el Río homónimo. Caminaremos unos 400 m. por esta carreta para desviarnos a la derecha por un carril de tierra que nos hará cruzar el RÍO DESPEÑAPERROS por un puente, bajo la AUTOVÍA.


Comenzaremos un suave ascenso por una pista de tierra que discurre en paralelo al ARROYO GAVILANES; pasando por el BARRANCO DE LA UMBRÍA CHICA. Seguiremos ascendiendo hasta llegar a LA CASA RURAL DEL COLLADO DE LOS JARDINES; una antigua casa forestal reconvertida.


Un poco más arriba tomaremos la pista de la derecha que, tras pasar por la coqueta FUENTO DEL COLLADO DE LOS JARDINES, se torna en un precioso sendero que se interna por la frondosa UMBRÍA GRANDE, que discurre en paralelo al ARROYO DE LOS CUCHAREROS. En el comienzo del sendero veremos la FUENTE ABREVADERO DEL PILARILLO. Caminamos por un sorprendente bosque mediterráneo que destaca por su biodiversidad tanto arbórea como de matorral: quejigos, alcornoques, arces de Montpellier, enebros de la miera, encinas, coscojas, robles, brezos, cornicabras, jaras, lentiscos…todo un espectáculo para los amantes de la botánica. En este tramo hay que ir buscando el sendero más idóneo. El sendero se irá haciendo cada vez más estrecho debido a la predominancia de un espectacular Jaral de jara pringosa; ya cerca de la carretera J-6110 hay que apartar las ramas de la jara para poder avanzar.


Una vez en la mencionada carretera nos desviaremos a la derecha por una senda algo difusa que atraviesa un espeso bosque de encinas y enebros realmente bello cubierto de musgos y líquenes que da un aspecto mágico al paraje. Buscaremos el paso más apropiado en unos 600 m., casi campo a través, que se pueden hacer algo incómodos. Como referencia nos puede servir un vallado que seguiremos en paralelo.


Pasado esta corta y divertida aventurilla por el frondoso bosque, retomaremos la pista de tierra en el paraje conocido como LAS LAGUNILLAS, donde obtenemos de forma súbita una panorámica sobrecogedora, sobre todo hacia el sur, con vistas impresionantes al Valle del Río Guadalén, distinguiendo los pueblos de Arquillos, Navas de San Juan y Vilches. Aquí tomaremos la pista de la derecha que en llaneo nos conducirá hasta una intersección, junto a un precioso ENEBRAL PROTEGIDO. Tomaremos la pista de la izquierda que nos conducirá, tras un ascenso, hasta el PEÑÓN DE RASO LARGO (1022 m de altura), con su pequeña caseta de vigilancia abandonada; donde las vistas se multiplican en una completísima visión de 360º, apreciando desde la altura la cercanía de Santa Elena y la Venta de Cárdenas, con la vastedad de los llanos manchegos en el horizonte mirando al norte, y la depresión del Guadalén al sur, con toda la extensión del Parque Natural de Despeñaperros a nuestro alcance visual.¡¡¡ Las panorámicas son espectaculares!!!


Las aves rapaces son las protagonistas absolutas en cuanto a fauna, y es fácil encontrar águilas imperiales o buitres leonados sobrevolando la zona. No obstante, también son muy habituales mamíferos como el ciervo o el jabalí que ven en estas tierras accidentadas el lugar perfecto para reproducirse.



Desandamos el tramo de ascenso al mencionado peñón para retomar la cómoda pista, que tras pasar por un ABRIGO, una BARRERA AL TRÁFICO y un PLUVIOMETRO, nos hará llegar hasta EL COLLADO DE LOS JARDINES, donde se encuentra en CENTRO MUNICIPAL DE INTERPRETACIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL DENOMINADO "EL APRISCO" del Santuario Íbero del Cerro de los Jardines, que desgraciadamente se encuentra cerrado. Aquí se podían ver exposiciones, maquetas y videos explicativos sobre estos yacimientos. No comprendemos como un centro tan llamativo y cultural, que pone en valor nuestros orígenes, en el que se ha invertido tanto dinero y esfuerzo, se cierre al público. Ahora se dedica a alojamiento de un retén de incendios; con cuyos componentes estuvimos charlando un rato, contándonos que el centro estaba muy bien acondicionado y que ahora se ha llegado a utilizar para fiestas de cumpleaños. En el rato que estuvimos charlando llegaron numerosas personas interesándose por la importancia histórica de estos lugares; con lo cual asistencia de público sí que tiene.


Desde el Centro de interpretación nacen dos cortas rutas que conforman el SANTUARIO ÍBERO DEL CERRO DE LOS JARDINES: La Cueva de los Muñecos y el Cerro del Castillo.


LA CUEVA DE LOS MUÑECOS

¿Por qué se llama de esta manera? Antiguamente los ganaderos y labriegos del entorno se aprovisionaban en ella de exvotos de bronce de origen ibero que fundían para fabricar herramientas. Debía de haber cientos de miles en los depósitos del antiguo santuario.

Muchos exvotos se han encontrado dispersos por los montes de alrededor porque los pastores cargaban unos puñados en el zurrón y usaban ‘muñecos’ como munición para sus hondas cuando tenían que llamarle la atención a alguna oveja distraída.

A lo largo del siglo XX empezaron a comprarlos los anticuarios y los traficantes de antigüedades y eso desencadenó una plaga de rebuscadores que solo se cortó cuando la Guardia Civil tomó cartas en el asunto. Claro que para entonces miles de exvotos habían volado a museos extranjeros.

El sendero del santuario discurre entre pinos, peñascos, encinas y monte bajo perfumado de tomillo, romero y brezo. Qué mejor entorno.

Desde el abrigo que cobija el lugar sagrado, bajo el escarpe del monte, en la roca gris y a veces ocre, el viajero se extasiará contemplando el sublime anfiteatro de las montañas vecinas, con sus tonos grises, verdes y ocres resplandeciendo bajo el puro azul.

En una grieta, que parece más bien un pozo, arrojaban los iberos su exvotos para solicitar los favores de la madre Tierra. En la meseta superior, a doscientos metros, estaba la aldea, entre crestas de roca que parecen clavadas por una mano gigante.

La casi totalidad de estos objetos se guardan en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. La técnica de fundición de estos ‘muñecos’ era la llamada a cera perdida, que es la manera corriente de fabricarse los bronces votivos en la Hispania Antigua. En la parte superior del barranco se halló el lote de exvotos mayor, colocados en una escombrera; otros se recogieron depositados entre las grietas de las rocas.

Los exvotos de este Santuario del Collado de los Jardines son de lo mas variado, en ellos están representados fieles de todas clases: mujeres, varones, guerreros… La Cueva de los Muñecos, llena de estalactitas y estalagmitas en su interior, está enclavada en uno de los parajes más abruptos de Sierra Morena, en el interior del Parque Natural de Despeñaperros.

Por el momento se han recuperado unos 2.500 exvotos de bronce y barro. Dentro de la cueva en la actualidad existe un manantial de agua que probablemente debió existir ya en la antigüedad.

En esta cueva también se podrá ver, si se encuentra ya que nosotros dimos mil vueltas y no la vimos, una figura pintada en la pared del abrigo rocoso, que se denomina ”ciervo lanzado a la carrera” y que tiene unos rasgos atípicos dentro del arte rupestre.

Después de la visita a la cueva regresaremos al centro de interpretación para subir al poblado íbero del Cerro del Castillo.

CERRO DEL CASTILLO

El sendero parte de la zona posterior del aparcamiento, donde existe un panel indicativo. Está muy bien marcado y señalizado con piedras. Se llegará al lugar en el que se estableció en su día un poblado íbero. La cultura de los íberos guarda muchos misterios que posiblemente nunca se expliquen. Sus creencias casi se desconocen, pero a nadie extraña que tuvieran en estos parajes uno de sus principales lugares de culto, y que aún se apropiaran de él los romanos para satisfacer a sus dioses.

El lugar tiene algo de mágico y místico, con unos grandes paredones de piedra natural que los íberos aprovecharon para construir sus viviendas. Repleto de pequeños pozos que podrían ser las viviendas o realizados a posteriori para el expolio. En la otra cara del cerro, opuesta a la que ascendemos, se encuentra el impresionante MONUMENTO NATURAL DE LOS ÓRGANOS, que tras finalizar esta ruta veremos desde la antigua carretera de Madrid a Andalucía.

Al final de este ramal se encuentra el mirador del Cerro del Castillo. La panorámica es digna de conocer. A la derecha Castilla La Mancha. Enfrente el bloque rocoso del Salto del Fraile y el Collado de la Aviación, el barranco de Valdeazores y el camino del puerto del Muradal. A la izquierda el Parque Natural, con los llanos de la Mesa del Rey y Miranda, el valle del Río Despeñaperros y Santa Elena; el escenario de la batalla de las Navas de Tolosa. Es muy fácil ver volar a los buitres, que diariamente recorren este paso.

Volveremos al Centro de interpretación y desde aquí una pista nos hará enlazar con el camino de ida. Ya solo nos resta desandarlo hasta llegar al punto de inicio y final de esta gratificante ruta.