Peñoncillos-Cañada del Sereno-Las Minas-Cueva de Los Mármoles-Fuente de la Teja (P.N. de la Sierra de Huétor)

Desde el año 2012 no venía por aquí.

Mucho tiempo pero lo recuerdo como si fuese ayer. Fue justo después de un cólico nefrítico, por el que creí que me estaba muriendo, y era la primera salida en bici para "probar" con uno de mis compañeros de fatigas, Juanjo, "adoptado" por estas montañas hace tiempo.

Aprovechando su convocatoria en el grupo de MeetUp "Hike, Chat & Discover", nos agregamos Edu (el calamar), la Jefa, José Manuel y yo mismo, configurando un grupo de 24 senderistas.

Son 16 Km y 600 m de desnivel acumulado que completamos en 5:20 h totales con 3:45 h en movimiento. El resto, paradas para agruparse, otear el horizonte, comer o beber algo,... y fotos, muchas fotos de un sitio espectacular que para nuestras retinas se queda.



Fuimos en coche hasta el punto de salida en las proximidades de la Casa Forestal de los Peñoncillos, salida 259 de la autovía A-92. Hay un cartel indicativo de "Sendero del Sereno".

Bordeamos El Quemado por debajo de unos pinos de gran tamaño ascendiendo de forma prácticamente continuada hasta el Barranco del Polvorite.

En ese tramo y conforme vamos ganando altura, disfrutamos de unas vistas cada vez más espectaculares a la par que nos introducimos progresivamente hasta el mismo corazón de la Sierra de Huétor.



Pasamos por el Barranco de Los Corrales, que desciende desde los Tajos del Buitre, y por las ruinas del Cortijo del mismo nombre.



A continuación bordeamos el Cálar de Los Mármoles, desde donde se avista perfectamente la Cueva de Los Mármoles al otro lado del Barranco de la Majada, para descender por la Umbría de Polvorite hasta la pista.



Por la pista llegamos a la encrucijada de Cerro Garay, donde pusimos rumbo al Cerro del Corzo (Las Minas).



Las vistas desde arriba son espectaculares, vale la pena subir y bajar, se tarda realmente poco.





De nuevo en la encrucijada, tomamos el camino que desciende en dirección sur por la Cañada Real de Víznar a Sillar Baja, pasando por detrás del Púlpito para salir al magnífico prado que antecede al Cerro del Carbonero.



Continuamos por la pista en dirección hacia la Fuente de la Teja para desviarnos poco antes por el barranco de la izquierda para subir hasta la Cueva de Los Mármoles. Más que la cueva, impresiona el paraje, absolutamente fantástico.



Tras refrescarnos en la Fuente de la Teja, sólo nos quedó descender hasta el Mirador de Las Veguillas para remontar después hasta la Casa Forestal de los Peñoncillos. Poco más abajo, en la carretera, habíamos dejado el coche, donde finalizamos la ruta.



En definitiva, un disfrute total para los sentidos con una compañía magnífica. Espero repetir pronto por estos parajes por los que mi padre tenía una absoluta debilidad hasta tal punto que los integraron como rutina habitual en sus carreras matutinas.

En cuanto pueda, subo el vídeo. Lo prometo!!!

Ah! Se me olvidaba, el perfil, por aquello de saber por dónde va uno.