Penyal des Migdia.

Ruta exigente desde el comienzo en constante subida, en un día que tenía todas las papeletas para no ser bueno, debido a la intensa niebla y nubes en toda la isla, pero en la cima todo fue un espectáculo. Ver el macizo del Puig Major junto al Penyal des Migdia como islas emergidas del océano fue una recompensa que no esperábamos.

Antes que nada decir que preguntamos en el ayuntamiento de Fornalutx por el teléfono del dueño o encargado de la finca de Monnaber, terrenos por los que pasa esta excursión y que es un coto de caza mayor. Allí no dan permiso, sólo te facilitan el contacto. Lo único que nos pidió el dueño fue el número de personas que seríamos y el día que iríamos. Sencillamente el señor Joan un diez.

Comenzamos en el km. 37'8 de la Ma-10, por el torrente des Racó, camino ancho para tractores pero muy deteriorado. Se reconoce fácilmente y más adelante como guía saqué una foto a una encina con piedras a su derecha. En este tramo hasta la primera fuente siempre iremos cerca del torrente. A esta parte le llaman la Coma de n'Arbona y comienza sobre la cota 800 hasta llegar a la carretera militar, en el collado de rejilla, encajada entre el Penyal des Migdia y la Sierra de Son Torrella. Debido a su particular clima es la parte donde se concentra la mayor cantidad de precipitaciones cuando son en forma de nieve, de ahí que esta zona sea la de mayor concentración de casas de nieve: hasta cuatro. A nuestra izquierda dejamos unas ruinas que parece un pozo de nieve en muy mal estado y enseguida de frente vemos una peña en forma de aguja con una hiedra, bajo la que se encuentra la Font des Coloms o des Colomer con diversos ojos de salida, dos de ellos vierten el agua dentro de unas macetas de barro. Hace unos años sobre la fuente había un azulejo con una glosa escrita, pero ya no está.

Continuamos por la derecha hasta llegar al pozo de nieve de n'Arbona con una hiedra gigante pegada a la peña, cerca de ella se encuentran las ruinas de las casas de los neveros.

Procuramos ir subiendo siempre con tendencia hacia la derecha, bajo los acantilados y llegamos al pozo de nieve superior, de unas dimensiones considerables y el que se encuentra en mejor estado de conservación.

El camino realiza varios zigzag hasta llegar al coll que se encuentra cerrado por una rejilla que salvamos por uno de sus varios derrumbes. Enseguida tropezamos con la rejilla de delimitación del área militar y la seguimos en subida sin saltarla.

Rápidamente se llega a una zona llana en la que un cartel nos advierte de que estamos en zona militar, por lo que nos damos algo de prisa, pisamos la carretera unos cincuenta metros y salimos de ella por unos hitos que vimos a nuestra izquierda.

Minutos después de abandonar la carretera tomamos sentido noreste y luego noroeste, describiendo un largo zigzag para hacer más cómoda la marcha. Ir de frente al Penyal sería un esfuerzo agotador.

Ya arriba en la cresta torcemos a la derecha y nos dirigimos hacia la cima del Penyal des Migdia, 1398 msnm, con vistas sobre el mar de nubes y las "islas" del Massanella, el Tomir y el Puig Major a unos cientos de metros, todo un espectáculo. En la cumbre han hecho dos círculos de piedras para posiblemente protegerse del viento los que allí quieran dormir en sus sacos. El cresteo en ocaciones puede resultar delicado por su condición aérea y estrecha, pero con la roca seca y sentido común no debería de tener complicaciones, salvo para los que tengan vértigo.

Nos dirigimos luego al espolón oeste del Penyal, de 1356 msnm, que lo identificamos por un hito de piedra con un hierro. A partir de aquí la linde entre Fornalutx y Escorca va por la cresta de la montaña para pasar por el Coll des Cards Colers.

Vamos siguiendo los hitos por la cresta hasta que nos dirigen hacia la derecha en bajada para enfilar el canchal o "rosseguere" que hoy no se veía. Muy mal camino, con las piedras húmedas y por un canchal que más que caminar por él, lo esquiemos, aparte de no ver el valle hasta que habíamos descendido bastante. Por vistas y seguridad aconsejo volver por el camino de subida.

Abajo cogemos el Camí dels Cingles, que viene de la carretera de La Calobra, km 2'2, desde la plataforma del funicular que se quiso construir en el siglo pasado para subir al Puig Major. Hacia la izquierda llegamos al Coll dels Cards Colers y a su derecha se alza una cruz de hierro con dos placas debajo.

Pasamos junto a la Font de Na Cavaió o Sa Fonteta, con un gran abrevadero y un canal de hormigón que atraviesa el camino. Fuente de mina de unos 6 metros de hondo y cuya agua se deriva a una barraca que se encuentra a unos 150 metros a nuestra derecha en bajada.

El camino lo corta una puerta metálica cerrada con candado y que se sortea por su lado derecho por un derrumbe de la pared, continuando por la pista forestal. Nos sorprende un poco la malla de protección contra piedras en mitad del encinar, pero comprendemos por el ruido de los coches que estamos sobre la carretera, aunque no la vemos.

Una nueva barrera también cerrada pero con un hueco a su derecha y con la carretera cerca nos dice que ya hemos terminado una de las mejores excursiones que se pueden hacer de la isla y la niebla nos ha dado la escusa perfecta para volver a realizarla otro día en que se tengan las vistas despejadas.

Los bastones me resultaron muy útiles, al igual que los guantes por las piedras peladas y el poder agarrarme al carrizo en la bajada. Mejor acompañado que solo.


Hoy, 26 de enero de 2024, he estado hablando con el encargado de la finca de Monnáber el señor Joan, y me comenta que tienen permiso de la Consellería para el control del exceso de cabras y de las que no son de raza autóctona. Han tenido algunas situaciones "peligrosas" con algunos senderistas al no saber qué personas se encuentran dentro de su finca por NO haber pedido permiso. Es conveniente pedir dicha autorización a la que lo normal es que nos den el visto bueno.

Compañeros de ruta: Sergio y Pino.