Pepino a Cervera de los Montes por Embalse de la Portiña, Atalaya de Segurilla, Cascada del Riscal y Encina Meregil

De nuevo hemos venido a la Comarca de la Sierra de San Vicente. Hace una semana estuve realizando la Ruta 16 el Reino de las Encinas. Hoy voy a realizar una bonita ruta que se me ocurrió uniendo varios de los lugares más bonitos de esta zona.



Salgo igualmente desde el pueblo de Pepino, en mi camino veré.

El Embalse de la Portiña un hermoso rincón para recorrer y disfrutar de las aves acuáticas y de su tranquilidad con numerosos miradores.

Desde el embalse subimos hacia Segurilla siguiendo unas sendas que no debemos abandonar pues tenemos unos carteles que nos indican el camino al pueblo. Una vez en la parte más alta nos vamos a dirigir hacia la hermosa Atalaya Árabe que fue levantada a principios del Siglo X, existen otras atalayas en la zona, que eran utilizadas como medio de defensa. Tiene unas estupendas vistas de la ciudad de Talavera de la Reina que la tienes a tus pies al Norte puedes ver la Sierra de Gredos y la Sierra de San Vicente. Por su belleza tiene un pequeño hueco en el escudo de la Villa de Segurilla.

A la salida del pueblo de Segurilla tomaremos la Senda de Viriato, una senda que rodea toda la Sierra de San Vicente. Es el GR 63, que en la actualidad se encuentra sin homologar, deseo que en un futuro lo hagan, daría mucha vida a la comarca. Nos dirigimos hacia el Arroyo de Marrupejo que ya he cruzado en algunas de mis rutas por la zona de Marrupe y la Peña Bermeja. En ella vamos a encontrarnos con las hermosas y desconocidas Cascadas del Riscal, junto a un Antiguo Molino. La verdad que me sorprendió por su belleza, no me lo imaginaba y me encanto.

Ahora de regreso a San Román de los Montes por el Camino de
Mostesclaros, visitaremos la espectacular Encina Meregil Tiene una edad de unos 200 años, la verdad que cuando llegue ante ella me quede perplejo por su tamaño y forma. Ella se encuentra en el escudo de San Román de los Montes y bien que lo merece. Este es otro lugar de esos que te quedarías tumbado junto a ella admirándola sin querer levantarte.

Ya solo nos queda llegar al pueblo de San Román de los Montes, perdernos por sus calles para tomar el camino que nos conducirá de nuevo a Pepino.

Deseo que os guste.

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