Peracense-Rodenas (circular): Castillos y Paisajes de Rodeno.

Teruel existe por supuesto, y nos sigue sorprendiendo con la belleza de sus paisajes, en el día de hoy lo ha hecho con dos municipios pertenecientes a diferentes comarcas, aunque ambas en las estribaciones de Sierra Menera , por un lado Peracense donde subiremos al Cerro de San Ginés y de vuelta disfrutaremos de su castillo, perteneciente a la comarca del Jiloca y por otro Rodenas perteneciente a la comarca de la Sierra de Albarracín cuyas construcciones en piedra de rodeno le confieren un carácter especial y el entorno del Castillo con sus curiosas formaciones de rodeno.
Salimos desde Peracense a la altura de la iglesia de San Pedro en dirección al castillo, pasaremos por una fuente con la siguiente inscripción: “Sierra Menera a Peracense 1.902”, que supongo fuera un gesto que tuvo la Compañía minera de Sierra Minera que explotó las minas de hierro de Ojos Negros con el pueblo de Peracense, después veremos una pequeña ermita y enseguida un poste indicativo que nos marca la dirección hacia el castillo, pero continuamos recto para desviarnos a la izquierda para caminar por la vieja vía del tren que unía las minas de Ojos Negros con Sagunto, en uno de los pocos tramos no habilitado como Vía Verde.
Avanzamos por ella y la dejamos a la derecha para empezar a ganar altura hacia el Cerro de San Ginés por el camino a Pozondón, GR-24; dejando este camino por la izquierda yendo en dirección San Ginés, donde encontramos una ermita, los restos de un antiguo torreón que permitía avisar al castillo de Peracense en caso de peligro y un vértice geodésico, gozando desde este punto de una impresionante vista de la contornada.
En San Ginés volvemos sobre nuestros pasos hasta el poste informativo donde iremos hacia la izquierda a buscar una especie de cortafuegos, cruzamos recto el camino de Rodenas,caminando un poco enseguida veremos las singulares formas de rodeno de Peña Grande, avanzaremos entre campos de cultivo y el camino de Almohaja hasta Rodenas, pasamos por la iglesia de Santa Catalina y la casa del Olmo entre sus bonitas construcciones en piedra de rodeno.
Dejamos el pueblo saliendo a la derecha por un callejón pasado el cual aparece una especie de senda marcada con mojones que nos conduce hasta el Mirador del Castillo y al Castillo roquero situado en el vértice occidental que formaban los Reinos de Castilla y Aragón con los Reinos de Taifas de Albarracín por lo que fue motivo de disputas que lo llevaron a la ruina, goza de un entorno salpicado de formaciones de rodeno.
Avanzamos y tendremos dos cruces a la derecha en la zona del Collado del Morrón Blaner y después iremos a la izquierda viendo el bosque de robles del barranco de la Canaleja, más hacia delante nos desviamos a la derecha un par de veces, luego a la izquierda en dos ocasiones volviendo a ver bonitos conjuntos de rodeno para en breve poder contemplar el Castillo de Peracense.
Un poco antes de llegar a él nos desviamos a la izquierda un par de veces para observar lo primero desde un mirador accesible/adaptado y luego desde un camino habilitado que nos permite ver casi de frente la puerta de acceso al mismo. Luego iremos a la derecha al Mirador de los Panderones que nos ofrece una perspectiva diferente e igual de impresionante del castillo que aprovecha perfectamente la topografía natural del terreno y que consta de tres recintos amurallados con características constructivas distintas, tiene una larga historia entre sus muros de la que destaca la importancia estratégica que alcanzó en la Baja Edad Media por su posición limítrofe entre los Reinos de Castilla y Aragón y de los señoríos de Albarracín, Molina de Aragón y la Comunidad de Daroca.
Desde el castillo nos dirigimos ya de vuelta a Peracense pasando por unos yacimientos de antiguos poblados medievales, dando por finalizada esta más que recomendable ruta.
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