Pericay por el cortafuegos. VI Quedada Wikiloc

Dice Pepe Marcos: teníamos claro que el último sábado de Febrero iba a ser un día especial. Teníamos claro que en esta ocasión, no solo la montaña, nos iba a llenar de satisfacciones y parabienes. La nueva edición de las “Quedadas Wikiloc” (en esta ocasión sexta) iba a trasmitir sensaciones y contactos gratificantes. En su edición del año pasado (primera en que participamos los “Siete Magníficos”) comenzamos a saborear las mieles de poder reunirnos con buenos montañeros y mejores personas que conocíamos (por ser nuestros referentes algunos de ellos) gracias a los tracks que tomábamos “prestados” y que nos servían para ir conociendo nuestras montañicas y sierras murcianas. En esta edición Pilar, Paco y un servidor, pudimos “profundizar” un poquico más en su relación con ellos y, a fe, que esta experiencia resultó (ha resultado y no dudo que resultará) extremadamente positiva. Para esta VI edición se propuso a chikito c. la organización y el destino de la misma. Ayudado por ese buen “delineante” que es Malpaso, eligió un, hasta ahora desconocido destino para nosotros: el Pericay. El “trazo organizativo” no pudo estar mejor diseñado: quedamos en el Café Vidal a las ocho y media para, antes de las nueve (y tras el desayuno de rigor quien así lo hubiera querido) “enfilar” nuestros coches al punto de salida de nuestra travesía. Para llegar a él me remito a la estupenda descripción de la buena de Chispas en https://es.wikiloc.com/…/vi-quedada-wikiloc-pericay-33470889 . Sobre las nueve treinta comenzamos nuestro caminar cerca del Collado del Carril. Desde aquí, en dirección norte virando posteriormente oeste y luego sur, transitamos por carretera local durante cerca de dos kilómetros y con un desnivel negativo (facilico pá empezar) de unos setenta – ochenta metros. Primer punto de inflexión (poco trascendente) al llegar a las ruinas del Cortijo de las Talas. Abandonamos definitivamente el asfalto para, a través de un camino en continuo (pero cómodo) ascenso, llegar a la zona del Collado de la Albarda; fueron un total de algo menos de un kilómetro y medio con un desnivel positivo de unos ciento cincuenta metros. Súbitamente, mirando hacia el sur, apareció el gran desafío de la jornada: la cara norte del Pericay con el imponente cortafuegos que debíamos ascender. Unos ochocientos metros hasta el Vértice Geodésico nos separaban, con un “enriñonamiento” de trescientos metros de desnivel positivo. Partiendo (como tenía más que previsto) de las últimas posiciones (Paco, eso sí, algo más adelantado), fuimos superando pasico a pasico e intentando “zizaguear” de forma en muchas ocasiones cuasi intuitiva ese desafío que se nos presentaba. Creo que, sinceramente, Pilar y yo lo estábamos realizando bien y a nuestro ritmo pero, en los últimos metros, tomamos una opción menos cómoda por lo que nos fuimos a la izquierda entrando en zona de pedrera algo compleja y de pedruscos considerables. Gracias a la ayuda de Paco y, sobre todo de Chikito c. que salió en nuestra busca, fuimos “rectificando” la trazada llegando al final de este, repito, exigente cortafuegos. Pero claro, hasta la cima de la estupenda montaña que visitamos quedaba un ratico y, tras la trepada (no extensa ni intensa) también orientada por Bioramón, seguimos remontando metros con tranquilidad en dirección sureste hasta llegar al Vértice Geodésico del Pericay a 1235 m.s.n.m. Allí tocaba descansar, reponer, departir con lo hecho hasta ese momento, echar las foticos de rigor y, sobre todo, “ver”. Siempre he dicho (hemos dicho) que sufrimos subiendo para llegar arriba al objeto de mirar y observar lo que, desde las alturas, los estupendos paisajes nos ofrecen. Cerca de nosotros y al oeste, el seco Embalse de Valdeinfiernos, las cortadas paredes de la Molata asiento de colonias de buitres leonados (alguno vimos también), muy al oeste y al fondo la Sagra (nevada en su “cresta”) y, al este, las preciosas y conocidas Sierras de Espuña y Pedro Ponce. Sin duda, como casi siempre, el esfuerzo mereció mucho la pena. Llevábamos cuatro kilómetros y tocaba comenzar a bajar. Salimos en dirección oeste por una zona bien definida por muy frecuentes hitos, con cierta verticalidad, algo técnica pero no muy compleja de senderear. Cerca de un kilómetro y medio después y un desnivel negativo de algo más de doscientos cincuenta metros, llegamos a una bonita y cómoda senda de mampostería por la que, en dirección noreste y durante algo más de un kilómetro y medio, fuimos “cuasi llaneando” hasta volver a la zona del Collado de la Albarda. Cien metros de camino común nos esperaban para, poco después del kilómetro siete, tomar camino por nuestra derecha que, en dirección noroeste girando finalmente a este, nos llevó en estos dos kilómetros finales, a nuestro destino y punto de origen completando la circular. Fueron en total poco más de nueve kilómetros con prácticamente quinientos metros de desnivel (usease, “corto pero intenso”). Tras ello, dirigimos nuestros pasos vehiculizados a la pedanía de Coy y su Restaurante “Los Gemelos”, donde bebimos y comimos, sin ninguna duda, muy bien. No puedo terminar esta crónica sin agradecer, especialmente, a chikito c., por la estupenda organización de esta Quedada. También, ¡como no! a ese “aglutinador” que es Malpaso, a Asensio por esos detalles que siempre aporta y , por supuesto, a esas casi dos docenas de amantes del senderismo y la montaña a las que tuvimos el placer de acompañar, compartiendo con ellas una jornada muy, muy especial. Las “Quedadas Wikiloc” comenzaron para nosotros el año pasado, continuando (en una, reitero, preciosa edición) este año y, de corazón, solo pido que la salud nos permita poder seguir disfrutando de ellas y de vosotros. Un abrazo para cada uno de los “wiquiloqueros”, que seáis muy felices y…!nos vemos en la próxima!.