Peülla - Estanyola de Gerber - Estany de Gerber - Refugi Mataró

Ruta no demasiado exigente con un sin fin de atractivos que se puede hacer perfectamente con peques acortándola hasta el Estany en cuestión o, simplemente, hasta la Estanyola de Gerber.

Vamos al lío:

Dejamos el coche en el Parking Peülla (1.900 metros), al que accedemos por la sinuosa Carretera del Port de la Bonaigua (carretera C-28 si no recuerdo mal).

Comenzamos a caminar por la senda que sale desde el mismo parking y en unos 2 kilómetros llegaremos a la preciosa Estanyola de Gerber. Proseguimos el camino, tras tomar unas fotos de rigor, para adentrarnos en el Barranc de Gerber, dejando a nuestra derecha durante la marcha el Estanyet de Gerber de Baix (en el mapa de mi GPS aparece como Tarters). Caminamos un ratito más y pronto veremos el Estany de Gerber. Más fotos y seguimos caminando.

ATENCIÓN: Al llegar al Estany de Gerber he seguido avanzando un poco por la senda del margen izquierdo y luego, por no volver y tomar el camino señalizado, he subido a dar con el mismo por unas rocas. Mal hecho por mi parte. NO LO HAGÁIS. Subid por la que está señalizada. Yo me he pasado sin darme cuenta por buscar una buena panorámica para las fotos. Si tenéis dudas, en el track aparece marcada en el camino de vuelta.

Pues lo dicho, dejamos atrás a nuestro amigo Gerber y nos disponemos a superar el tramo más dificultoso -por decirlo de alguna manera- del trayecto: un Roquedal. O lo que es lo mismo, un montón de rocas ahí amontonadas en medio del camino que hacen que tengamos que usar las cuatro extremidades en algún momento, sin llegar a enfrentarnos a trepadas. Es el tramo más pesado/técnico, pero son 10/15 minutillos y ya volvemos a coger senda cómoda.

Venga, que nuestro objetivo final ya está más cerca. Pero antes visitaremos otro par de laguitos que dejaremos a la izquierda: Estany Llong y Estany Redó (si nos damos la vuelta más adelante, tendremos una muy bonita panorámica desde arriba).

Y antes de que nos demos cuenta llegaremos al Estany de l'Illa i al Refugi Mataró (2.447 metros). Ya solo queda descansar un poco disfrutando de la paz y la tranquilidad que se respira en tan maravilloso enclave.

Nada más, ya sabéis, lo de siempre: algo de comida, líquido suficiente, calzado adecuado de montaña, ropa de abrigo/impermeable, perros atados (si los hubiera), no abandonar las sendas, revisar bien el camino que vamos a hacer el día antes, informarse sobre la previsión del tiempo, etc.

¡A disfrutar!