Pica de Cervis desde Erta

La Pica de Cervis es una montaña del Pallars Jussa, de 2753 msnm, centinela de la Estación de Esquí de Boi-Taull, por esa estación se realiza la clásica a esta cima, nosotros hemos elegido subir desde el vecindario de Erta, la aproximación a este vecindario la realizamos por carretera de montaña que desde Sarroca de Bellera parte a Sentis, donde se convierte en una pista que serpentea las laderas del monte, muy dificultosa para vehículos, este recorrido lo hacemos con un todo camino suv, para la vuelta elegimos una pista mucho mejor, por el pueblo de Malpas, iniciamos la ascensión pasado Erta, donde en una curva pronunciada, un camino cerrado, sube el Barranco de Comagiters, remontamos unas terrazas de pequeños prados para ir a buscar, por el canal Puiolo la arista de la sierra y subir a la carena que ya no dejaremos hasta hacer cima, sorteando sabinas que entorpecen el paso y las hierbas altas mojadas del roció, zigzagueamos con pasos cortos pisando los regueros del ganado o los escalones del pasto, superamos el Tossal de Sarviscue de algo más de 2000 metros, un promontorio en el camino, iremos venciendo cotas hasta tener que usar las manos para avanzar, suave gateo en el Tossal de Cloret, esquivamos por la izquierda las efloraciones rocosas, pequeñas grimpadas fáciles, pero que van agotado nuestros músculos, para esta ruta hay que estar en plenas facultades físicas para no sufrir, el trabajo es muy sano, sufrir te agria el espíritu y a veces te puedes preguntar algunos porque?, no es nuestro caso, hemos encontrado un equilibrio entre esfuerzo y satisfacción, disfrutamos trepando, viendo como una amalgama de pequeñas piedras, minerales de múltiples colores, han sido fracturadas de las rocas, subir la ultima cota piramidal del la Pica es ilusionante, gozar en ella de sus vistas es un hechizo, una absorción del cerebro, maravillas de esta sierra, de esta naturaleza, realizamos varias fotografías para este grato recuerdo y emprendemos el retorno, una dura tartera nos espera, pasitos cortos de tacón dejando resbalar el pie, levantando el otro cuando este se frena, estudiando cada pisada, cada roca del terreno, cosa que nos minimizara los resbalones, las botas bien atadas en el tobillo, abajo pasados unos grandes bloques de rocas, desprendidos de estas descomunales paredes, encontraremos un ansiado sendero, que nos acompañara en todo el descenso, junto al riuet del Port d’Erta, unas yeguas nos observan junto a sus potros, un tanto crecidos, como unos inofensivos personajes cruzan sus prados, hemos andado juntos Belén, Héctor y Julián.