Pinganón de Txarín y Pico Coalnegro (Aller)

Ascensión al pico Coalnegro desde La Pola Vieya en el concejo de Aller, con recorrido circular por el pinganón de Txarín, el bosque de Coalnegro y el collado Linares, descendiendo luego hacia el Pino en la carretera AS-112.

La Pola Vieya (600 metros) - Pinganón de Txarín (840 metros) - Collado Linares (1.034 metros) - Pico Coalnegro (1.217 metros) - Collado Linares (1.034 metros) - Cantu de Suerte Mala (950 metros) - El Pino (620 metros) - La Pola Vieya (600 metros).

Por la A-66 y después de Mieres, nos desviamos hacia el puerto de San Isidro por las AS-112 que recorre en sentido ascendente el valle de Aller hasta La Pola Vieya, donde se puede dejar estacionado el vehículo a orillas de la carretera.

Iniciamos el recorrido cruzando la carretera para entrar en la parte norte de La Pola Vieya, conocida también como la Pola del Pino, al tener vinculación parroquial con el vecino pueblo de El Pino. No obstante y a nivel coloquial, se utiliza mas entre la gente el nombre de "La Pola" a secas para definir el lugar. Hay que destacar que La Pola Vieya fue durante un tiempo la capital del concejo de Aller, condición que perdió a finales del siglo XVI en favor de Collanzo.

Cruzando el precioso paraje rural de "La Pola" vemos como nos indican a la derecha junto a un hórreo el Moyón de la Corralá, sugestivo monolito arenisco de unos 2 metros de altura, con inscripciones cuyo significado no está definido, pudiendo ser de origen prehistórico o bien un mojón de antiguos caminos medievales.

Dejamos atrás las últimas viviendas en el bonito paraje de la Plaza Corro, para adentrarnos en el valle del Coto la Pola, siguiendo un camino milenario que asciende por la ladera izquierda del rio Rozaliego. El camino se encuentra señalizado de manera artesana, con tablas de madera que nos van indicando los desvíos y nombres propios de los puntos del recorrido, estando marcados con arreglo a la toponimia allerana.

Una vez superada la bocamina de la antiquísima Mina Naval, la pendiente se hace mas dura hasta el "cantu" del Escuyu Pordios, donde poco después y a nuestra derecha se encuentra el Pinganón de Castro, oculto a nuestra vista por la arboleda del arroyo. En invierno es posible que se pueda ver desde el camino.

Superadas las cabañas de Mixiegos, abandonamos el camino que valle del Coto la Pola arriba se eleva hacia el pico Cuchu. Por la derecha (está indicado) y en ligero descenso, llegamos al puente sobre el río Rozaliego, luego por la izquierda del cauce y sin cruzar el puente, seguimos un pequeño sendero que nos deja frente a la bonita cascada del Pinganón de Txarín.

De vuelta junto al puente nos encontramos con Silvino, natural de La Pola Vieya, es el protagonista de esta bonita ruta. Autor de las tablillas de madera que señalan el recorrido, se encargó de desbrozar los senderos, ademas de construir el puente de madera donde lo encontramos. Es un auténtico libro del valle, en el que nació y vivió desde pequeño, ahora ya jubilado se dedica a revitalizarlo y conservarlo. Su fácil y amena conversación, nos ilustró durante la travesía por el bosque de Coalnegro hasta el collado Linares, un auténtico lujo.

Sendero arriba y acompañados por Silvino, pasamos junto a la cabaña del Palumbu, una de sus propiedades, antigua cuadra ahora rehabilitada siguiendo sus tradiciones rurales. Después de un par de desvíos en los que hay que seguir por la izquierda, el sendero se interna en el bosque del Coalnegro, un espectacular "fayeu" con árboles centenarios de caprichosos y enigmáticos brazos, en busca de los rayos de sol que se resisten a invadir la magia del bosque.

Superadas las cabañas de Las Tablizas y de Linares, el horizonte se abre por la "Cotxá Txinares" al valle de Freneo. Es collado de horizontes hacia las cumbres de San Isidro por el este y hacia el norte por las del Cuchu, Les Aberrugues, Praera y La Forcá, mientras, hacia el sur nos queda la cumbre del Pico Coalnegro al que nos dirigimos.

Siguiendo las indicaciones de Silvino, desde los pastizales del collado descendemos unos 100 metros, para desviarnos luego a la derecha por un camino que se dirige a una pradería cercada, la cual atravesamos sin problema en sentido ascendente, en dirección al bosque de hayas que precede a la cumbre.

Ya por él, sin sendero y orientados a subir sin tregua, buscando siempre la parte mas elevada del bosque, vamos salvando los casi 200 metros de desnivel que nos llevan por el bonito bosque hasta su final, donde comienzan a aparecer algunos jitos, los cuales nos enciman por un terreno rocoso hasta la cumbre del Pico Coalnegro.

También conocido como El Castro, tiene un monolito de piedra grabado en memoria de Alfonso Megido, con buzón de cumbre y un libro de registro dejado por su hijo. Mientras hacia el norte la arboleda nos cierra visibilidad, hacia el sur los pueblos del Alto Aller aparecen espléndidos a nuestros pies: La Pola Vieya, El Pino y Felechosa. Al otro lado del valle las cumbres de peña Redonda, con los picos Llamas y Cueto, son vigías para el discurrir del río San Isidro, antes de entregar sus aguas al Aller.

Volvemos sobre nuestros pasos, a enlazar con el camino que discurre por la parte occidental del valle de Freneo, siguiendo su rumbo sur a cruzar por el bonito paraje del Cantu de Suerte Mala. Una mirada hacia atrás desde el collado, nos permite disfrutar de la cumbre del gran Retriñón.

Por el camino que en descenso que se dirige a Felechosa y un km después de Suerte Mala, lo abandonamos por la derecha para continuar por otro camino mas secundario, que después de un abrevadero también dejaremos, para descender ya mas directos por la izquierda en busca del Pino, al que accedemos por la zona de la iglesia de San Félix.

Ya solo nos queda un km de la carretera AS-112, que se recorre por arcén peatonal, tras cruzar por el área del Picón y su afamada "piedra redonda", para llegar a nuestro punto de partida en la Pola Vieya, dando final a una bonita y variada jornada de montaña. Recomendable !!!!.