Pico Cogollu y Pico Polio

Comenzamos a subir por la pista hormigonada en dirección a la pequeña aldea de Lléu y desde el inicio nos iremos encontrando postes de madera señalizando el código dela ruta : PR-AS 34. Aunque dura, la subida es muy agradable al cobijo de avellanos, robles, castaños...
Una vez en la aldea, giramos al oeste y abandonamos la pista de hormigón para seguir por camino de tierra, casi siempre ancho, en buen estado y siempre bien señalizado.
Tras unos centenares de metros más suaves, en cuanto a inclinación, llegamos al pueblo de San Xusto, cuya ermita data del siglo IX. No es necesario entrar en el pueblo ya que la ruta continúa dejándolo a nuestra izquierda. Subimos un pequeño tramo de carretera que muere allí mismo y enlaza de nuevo con el camino ancho que, tras varias revueltas, nos deja en una zona llana de praderías. Continuamos hasta encontrar una fuente y pocos metros más adelante, nos desviamos a la izquierda para enlazar con la pista que viene del Picu Polio. Aquí no hay que despistarse (nosotros nos pasamos unos pocos metros) porque a unos 500 metros de éste último giro a la izquierda, tenemos que abandonar la pista principal y coger el sendero que nos sube al primer pico. El ascenso es bastante sencillo y enseguida nos encontramos en la cima del Pico Cogollu (1024m), donde además del buzón, hay un belén, una placa con forma de castillete minero e incluso una mesa con bancos.
Bajamos por la ladera opuesta y tras atravesar un collado, enseguida cogemos la pista que va hacia Polio. Sin dejarla, nos acercamos a la base y comenzamos el ascenso por su parte derecha. Creo que si se sigue la pista ancha se llega a la misma cima pero nosotros decidimos atajar un poco y subimos los últimos metros por un sendero de tierra poco marcado, y sin dificultad llegamos a la cumbre del Picu Polio (1063m).
Después de las fotos y el bocadillo, iniciamos la vuelta, esta vez sin subir al Cogollu, siguiendo la pista principal hacia Urbiés. A partir de aquí es todo bajada, y la pista ancha tiene partes donde se convierte en sendero que puede estar muy embarrado. Pasamos Urbiés bordeándolo y seguimos por en sendero paralelo al arroyo Recerezal, que antes hemos cruzado por un pequeño puente. Este tramo es muy bonito, con el rumor del agua de fondo y rodeados de avellanos, castaños...
Pasamos La Vegona, y tras unos minutos de carretera, llegamos al punto de partida.