Pico Cornòn 'PR AS-10' (Somiedo)

Ascensión al Pico Cornòn, desde El Puerto en Somiedo, siguiendo el PR AS-10.

El Puerto (1.486 metros) - Collado Miro La Piedra (1.695 metros) - Boquete de Almozarra (1.794 metros) - Collado del Barroso (1.883 metros) - Pico Cornón (2.188 metros). El descenso es siguiendo el mismo recorrido que el de la ascensión.

El punto de partida es el puerto de Somiedo, donde se encuentra el pueblo vaqueiro de El Puerto, al que se llega desde Asturias por la AS-227, que desde el Puente San Martín, sube por Belmonte y Somiedo a la collada del puerto. Desde León también se puede acceder a través de la autopista del Huerna (A-66), siguiendo por Luna y Babia las carreteras CL-626 y LE-495. Para aparcar, hay a lo largo del pueblo espacios, no demasiados si es en verano, cuando se acumulan visitantes y foráneos.

Nuestra referencia será en todo momento el PR AS-10, que comienza justo frente al Hotel Coronel, partiendo de un panel informativo de la ruta, que está a la orilla derecha (dirección Leon) de la carretera. Cruzando el pueblo hacia el Oeste, seguimos un camino que se interna en las praderías de Las Eras y Los Tercios. Pronto lo abandonamos por la izquierda en el primer desvío, para cruzar el rio Bayo. El camino sin apenas desnivel, sigue después paralelo al rio que discurre por la derecha, mientras nos vamos acercando a la cabecera del valle de Prefuste.

El camino termina en la Vega Cimera, una abierta pradera que debemos cruzar en sentido ascendente, a buscar el sendero que penetra en un matorral de piornos. Antes de entrar en èl y a nuestra derecha, queda la fuente de la Campa (1.575 metros), es en realidad un manantial a ras de suelo, que nos puede servir para reponer nuestras provisiones de agua. A partir de aquí es el primer repecho que afrontamos, la brecha abierta entre la retama, nos permite ascender sin problemas por el definido sendero de Las Caránganas, llevándonos al collado del Miru La Piedra, que en algunos mapas también lo llaman Collado Caránganas.

A través de él, hemos pasado del valle de Prefuste al de La Penouta, con el arroyo Bayo serpenteando en su fértil vega. Vamos recorrriendo luego su ladera Sur por un sendero, siempre señalizado con las marcas del PR, cruzando las pequeñas y bonitas vegas de El Cabañón y La Gualta, antes de alcanzar el Boquerón de Almozarra, desde donde podemos ver la plenitud del Cornón y su húmeda meseta, repartiendo aguas hacia el Cantábrico desde el valle de Trabanco por La Peral, y hacia el Atlántico por el valle de Almozarra hacia Lumajo.

Un pequeño descenso nos lleva a la vega Almozarra. La señalización se pierde junto a un cierre potrero, lo que no implica dificultad, porque las suaves lomas que conforman la vega, no ofrecen complicaciones para avanzar en dirección Oeste, e ir acercándonos a la base del Cornón por el collado Barroso.

En el collado Barroso hemos dejado atrás los pastizales y pequeños tramos de brezos, diminutas charcas y regatos, preceden a entrar en el mundo de la piedra. Al frente a los agrestes perfiles del Pico Asta (2.078 metros), son el último y mas duro obstáculo para conseguir nuestro objetivo por la denominada "Escalera del Cornón". El sendero (muy definido), asciende entre duras rampas y pequeñas plataformas en forma de descanso, que nos van acercando sin tregua, a la cumbre de esta afamada montaña de cuarcita blanca.

Un robusto buzón de cumbre con libro de registro, el clásico vértice geodésico y un gran jito, son las señales de este gigante de la Cordillera Cantábrica. Hacia poniente, el cordal de la divisoria de aguas cae hasta el puerto de los Cerezales, antiguo camino real que comunicaba Leon por Orallo, con el valle del Pigüeña en Villar de Vildas. Es el Cornón vigía permanente de Laciana y Somiedo, es también atalaya de grandes horizontes, desde Ubiña hasta Ancares, desde las cumbres sureñas de Babia y Luna hasta la Asturias occidental.

Descendemos luego por el mismo itinerario, en busca del singular pueblo vaqueiro de El Puerto. Antaño deshabitado durante el invierno, tenían la ancestral norma de nombrar dos "vecinderos" de diferentes familias, que durante ese periodo cuidaban de viviendas y cuadras. Se verificaba la subasta antes de San Pedro, para que pudieran planificar sus provisiones y estancia durante el invierno. Debían tocar la campana de la iglesia tres veces al dia, para orientar a quien se aventurase por aquellos parajes, así como albergarlos en caso de necesidad. La poderosa campana, que decían ahuyentaba las tormentas por su potencia, despareció en la época de la guerra civil.
El Puerto, de cuyo origen como núcleo de población hay constancia ya en 1.385, celebra el 8 de Septiembre la mayor feria de ganado de la cornisa cantábrica. Ganaderos, compradores, comerciantes, vecinos y familiares, turistas y curiosos, compran, regatean, venden en tenderetes, donde comparten espacio, la miel, cestas de mimbre y castaño, navajas, sombreros, ajos, bastones y artilugios de variadas especies. Las miles de personas que acuden, pueden disfrutar de la singularidad de la feria, de su ambiente y comida, así como del maravilloso paisaje de Somiedo.