Pico Cuíña y Pozo Ferreira (Ancares)

Ascensión al Pico Cuíña, partiendo del Alto de Balouta o Puerto de Ancares, en la comarca leonesa, con descenso por el Pozo Ferreira y el refugio del Cuíña, para retornar al puerto.

Puerto de Ancares (1.669 metros) - Collado de Ancares (1.648 metros) - Pico Brañutín (1.886 metros) - Collado del Cuíña (1.828 metros) - Pico Cuíña (1.992 metros) - Collado del Cuíña (1.828 metros) - Pozo Ferreira (1.815 metros) - Refugio del Cuíña (1.765 metros) - Collado de Ancares (1.648 metros) - Puerto de Ancares (1.669 metros).

Para llegar al Puerto de Ancares desde la zona central de Asturias, la ruta mas corta es acceder por la autopista del Huerna (A-66) a la Babia Leonesa, para continuar por Villablino (CL-626) y la comarca minera del Sil (CL-631) hasta Vega de Espinareda. Desde Vega de Espinareda y por la carretera LE-4211 nos adentraremos en el valle de Ancares, para ascender después de 30 kms, al puerto que da paso a los escondidos pueblos leoneses de Suárbol y Balouta. En el alto del puerto existe una amplio aparcamiento, desde donde comenzar la ruta.

Desde el espacio de aparcamiento, parte una senda que hacia el Oeste se interna entre el piornal, para descender en unos 500 metros al collado de Ancares, paso ancestral entre los valles que quedó en desuso (es 21 metros mas bajo) con la construcción de la carretera. Un refugio abierto y sin mantenimiento queda como reflejo de la importancia del collado.

El sendero continua muy marcado entre el piornal, mientras se aprecia como su traza asciende bordeando por la derecha el Pico Venera (1.813 metros), sin necesidad de pasar por su cimera. Una vez que alcanzamos el collado posterior (1.736 metros) ya divisamos todo el recorrido que nos queda por el cordal, un tramo aéreo y cómodo que asciende hasta la cumbre del Pico Brañutín.

Un pequeño descenso hasta el collado del Cuíña, para afrontar luego la larga rampa final, que nos conduce hasta su amplia cima. Un singular artilugio metálico con el nombre del pico y su altura, presiden esta emblemática montaña, la mas elevada e importante de la Sierra de Ancares.

Desde el Cuíña todo son horizontes: hacia el Norte la Terra Chá lucense y las vertientes del Navia, que continúan en busca del Cantábrico ya en tierras astures. Hacia el Sur los valles de Bierzo y la Sierra del Teleno, cierran la vista a la meseta castellana. Hacia el Suroeste, la Sierra de Ancares continua con su linea de cumbres a descender en busca de las aguas del Sil. Hacia el Este, la figura del Pico Miravalles sitúa la dirección de la Cordillera Cantábrica, que continua durante 450 kms hasta el Pais Vasco.

Desde la cumbre, volvemos hacia el collado del Cuíña, para desviarnos a la derecha hacia el Pozo Ferreira por un trazado sendero. El pequeño lago glaciar, emplazado en la cara Noreste del pico, es de singular belleza. Centro de una gran hoya, es cabecera de lo que se conoció en época medieval, como Real Valle de Ancares, del Obispado de Astorga y del Reino de Leon. Es hoy un gran circo glaciar, formado por los acantilados de las Peñas Apañadas y el Pico Cuíña. Su eje, gira luego buscando el fondo del valle hacia el Sur por unos extraordinarios y bellísimos parajes.

Desde el Pozo Ferreira, descendemos hacia unas lagunillas encadenadas, que se forman con su desagüe, continuando luego por ellas en dirección al pequeño y coqueto refugio del Cuíña, siguiendo los dispersos jitos que nos llevan hacia él. Se encuentra bajo la ladera del Pico Brañutín, presidiendo una bonita campera que es atalaya privilegiada del anfiteatro, formado por la impresionante Hoya de Ancares. Abierto, se encuentra en estado de uso y se ve que utilizado con cierta asiduidad.

Desde el refugio, arranca un sendero muy señalizado, que circula por un terreno mixto de pasto y roca, para encarar luego en un corto ascenso, la conexión con el collado posterior al Pico Venera, donde ya enlazamos con el recorrido de la ascensión. Llegados al collado de Ancares y su refugio, nos desviamos a la izquierda por la pista, que baja a enlazar con la carretera del puerto. Solo queda salvar luego unos 500 metros de asfalto, para volver a nuestro punto de partida en el alto del puerto, para cerrar una buena jornada de montaña.