Pico Cunio (Ponga)

Ascensión al Pico Cunio desde el Collado Moandi, por la carretera AS-339 que une Sevares (Piloña) con Sellaño (Ponga).

Collado Moandi (665 metros) - Collado Tras el Xerru (802 metros) - Collado Medandi (907 metros) - Collado Paradañu (917 metros) - Collado Espinu (1.212 metros) - Collado Cunio (1.209 metros) - Pico Cunio (1.264 metros)

Accedemos por la estrecha y abandonada carretera AS-339, siguiendo el curso del rio Tendi, que desde Sevares penetra en la comarca mas oriental del concejo de Piloña. Después de unos tortuosos 12 kms, llegamos a Moandi, puerta de acceso al Parque Natural de Ponga, es el lugar donde dejar el vehículo en la amplitud de las praderas del collado.

Desde el collado comenzamos a caminar por la derecha, vamos ascendiendo por una pista hormigonada que en unos 200 metros, conduce a una zona de pastos cerrados. Los debemos de ir salvando a través de portillas y escaleras de madera, para pasar de una a otra finca. Cruzamos las praderías en dirección Oeste, por una rodada que se difumina entre la hierba, y que nos va indicando el camino a seguir, hasta alcanzar el amplio collado Tras el Xerru, al que llega desde Ambingue una pista para servicios de ganadería.

Hemos salido de las limitaciones de los pastizales, a monte abierto. Girando hacia el Sureste empezamos a ascender por la cuesta del Tinteru, entre senderos de ganado y cotoyas de monte bajo, bordeamos la peña Medandi y pasamos en busca de su collado Sur. Tenemos de perder unos metros de desnivel, para sortear por la izquierda un abrupto peñasco antes de llegar a él.

Desde aquí vemos al Oeste muy definido el esbelto pico Paradañu con su collado. A media ladera y sin apenas desnivel, seguimos un sendero que va sorteando los regueros que conforman el rio Paradañu, fuentes que barranco abajo darán vida al rio Tendi. La zona, húmeda y sombría, tiene tramos de barro, que se pueden solventar con alguna dificultad.

Desde el collado Paradañu, tenemos que afrontar una dura pendiente de 300 metros de desnivel. Siguiendo loma arriba por senderos indefinidos, salimos a un pequeño grupo de hayas, que preceden a un terreno mas tendido y rocoso, preludio del esplendor de pastos de altura, que se refleja en la majada de Tameces. Siguiendo por ella en cómodo ascenso, llegamos al collado Espino, abertura para cruzar la Sierra Furacu, dando vista a los intrincados desventíos del enigmático Valle Moro.

Desde el collado Espino, apreciamos por primera vez el pico Cunio. Su figura triangular, modesta también, aparece al Oeste por encima de los lapiaces, que bordean el pico La Bandera por la vertiente pongueta. Por ellos vamos en linea recta hasta el collado Cunio, después de pasar un cierre potrero. El último repecho desde el collado, nos lleva a la cumbre en unos minutos de fácil ascenso.

Una placa del Grupo Montañero Les Vizcares de Infiesto, reforzada con una estructura hexagonal permanece en la cumbre desde 1.980, señalando la atalaya de esta bonita montaña, que preside bellezas por partes iguales de Ponga y Piloña. Entre el grupo de piedras que lo soportan, se encuentra un escondido Belén de Cumbres, protegido con un tejadillo de acero inoxidable. Las nieblas nos impiden ver el infinito horizonte de valles, collados y cimas que rodean esta recóndita cumbre, solo de vez en cuando se abren claros, que nos permiten saborear el regalo de su conquista. Con la tarde avanzando, las nubes se van cerrando sobre nosotros, mientras vamos descendiendo por el mismo itinerario de la subida. El tiempo no permitió otra opción para el regreso al Collado Moandi.