PICO DE LA RASA, ACEBAL Y CIMA SECUNDARIA DESDE VALVERDE DE LA SIERRA.

CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
El grupo Gabanceda de nuevo en la montaña leonesa, sector más oriental, para hacer una nueva ruta por este entorno natural privilegiado. La parte del cordal recorrido podemos ubicarlo dentro de la Montaña de Riaño.
Nos acercamos a Valverde de la Sierra por la carretera LE-215. Una vez pasado Besande y antes de subir al puerto de los Picones nos desviamos hacia nuestra derecha para llegar al pueblo por la carretera LE- 241. Esta pequeña localidad se encuentra al abrigo del pico Espigüete, ya dentro del parque natural de la Montaña Palentina. Sus tierras están regadas por dos pequeños ríos: el río Grande y el río Mercero.
El itinerario lo iniciamos en la plaza principal donde se encuentra la iglesia de S. Vicente, construida en el S.XVI. Tomamos rumbo N por una pista paralela al arroyo Cireña que nos permite avanzar con buen ánimo por el valle cubierto de verdes praderas donde las vacas comienzan su rutina diaria alimentándose con la fresca hierba de estos pastizales.
En menos de 1 h hemos alcanzado el primer objetivo del día: el acebal. En esta estación, casi ya invierno, los acebos presentan su mejores galas. Los frutos rojos conceden a este pequeño bosque una belleza especial. Una lástima que el último incendio por estas montañas haya llegado a este lugar y algunos árboles se hayan quemado, al igual que algunos robles y gran extensión de retamar.
Con la sensación desagradable de no haber podido ver este bosque en todo su esplendor continuamos por la ladera donde los restos de las retamas quemadas nos van a acompañar hasta la cumbre del pico de la Rasa. En este tramo nos va alegrando la vista el altanero pico Espigüete, ya nevado en su cumbre. También el verde collado del Venero con una pequeña cumbre calcárea atraen nuestra atención.
Al alcanzar el collado podemos disfrutar de vistas inmejorables hacia la montaña palentina con el pico Murcia, las peñas Zamurdias, El pico Cuartas...Al fondo avistamos los Urrieles con la Torre del Friero y la peña Vieja; también destaca en el Cornión la gran peña Santa. Todas estas montañas con un manto significativo de nieve.
Desde el collado hasta la cumbre del pico de la Rasa caminamos por terreno quemado. Al llegar a esta cima volvemos a admirar todo el paisaje que nos rodea en un día con tanta luz y sin bruma matinal aunque con mar de nubes por debajo de algunos macizos que dan al paisaje mayor belleza. Toda la montaña de Riaño, el macizo del Mampodre, las peñas Ten y Pileñes, la peña Corada, los picos Moro y Cerroso... se añade a las mejores vistas de los picos de Europa y montaña palentina (ahora sí distinguimos Tres Privincias, Infierno y Peña Prieta).
Sin prisa, una vez contemplado durante un buen rato todo este entorno natural y cargados con sensaciones positivas, comenzamos el descenso por la misma ruta hasta llegar al indicador del Venero. En este punto decidimos no acercarnos a este collado y sí ascender a una pequeña montaña que tenemos frente a nosotros.
Continuamos bajando hacia el valle para buscar el lugar más idóneo para iniciar el ascenso a esta cumbre. La primera sorpresa positiva ha sido un rebaño de rebecos que se ha dejado ver durante un buen rato, antes de iniciar una veloz carrera por el cordal.
Desde la cima nos vemos gratificados con unas excelentes vistas hacia el Espigüete, al tenerlo de frente y muy cerca, al otro lado del valle recorrido por el río Grande. También apreciamos con mayor nitidez todo el verde valle que nos conduce hasta Valverde de la Sierra, el peñón de Arbillos y la peña Orvillo hacia el S. Por ello creemos que merece la pena subir esta pequeña montaña.
Al ver en el mapa la indicación de una antigua mina un poco al S de esta cumbre, decidimos pasar por este punto y comenzar el descenso por la vieja pista que partía de esta mina y enlazaba con la pista que parte del collado del Venero.
Al hacer este itinerario hemos podido disfrutar de un corto tramo de robledal con la mayor parte de los árboles en buen estado de salud.
Una vez enlazados con la pista principal, ya entre prados con vacas, caballos y ovejas pastando nos presentamos, de nuevo, en la plaza de Valverde de la Sierra con la sensación de haber gozado, una vez más de nuestras hermosas montañas.
Itinerario sin dificultades especiales. Una buena forma física, adecuado equipamiento y conocimientos básicos de cómo moverse en la montaña creo que son requisitos suficientes para disfrutar de esta ruta.