PICO DE LA RASA, EL HOJANAL, ALTO DE LOS BILDARES Y ALTOS DE AGUASALIO DESDE BARNIEDO DE LA REINA.

CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
El itinerario preparado por el grupo Gabanceda para continuar disfrutando de nuestras montañas lo situamos en la Montaña Oriental Leonesa.
Para alcanzar el punto de partida tendremos que pasar Boca de Huérgano y llegar al pequeño pueblo de Barniedo de la Reina por donde pasa el río Yuso, afluente del río Esla.
Con rumbo SE comenzamos la ruta por cómoda pista en unos 3,8 km. Un tramo de este recorrido lo haremos por un fresco hayedo, lo que en verano se agradece mucho.
En un punto del bosque tendremos que abandonar la pista y ascender en vertical un corto tramo hasta el final del bosque.
Una vez abandonado el hayedo, vemos con total nitidez nuestro primer objetivo: el pico de la Rasa. Tenemos que superar 1,6 km para llegar a la cumbre. Las peculiaridades a resaltar de este tramo, en la estación en la que nos encontramos, son: hierbas muy altas que impiden ver, en ocasiones, los restos de la retama quemada y un importante pedregal antes de llegar a la cumbre. Con paciencia superamos estos dos pequeños imprevistos.
Desde la cumbre de esta montaña las vistas son espectaculares dado que tenemos ante nosotros las grandes montañas de Castilla y León:
- Por el norte se levantan ante nosotros los Picos de Europa. Cornión y Urrieles nos permiten contemplar Peña Santa, Torre Bermeja, Torre de Llambrión...
-Por el NW tenemos, mucho más cerca, la sierra de Hormas con el alto de la Mura y el pico Pandial.
- Por el W contemplamos la Montaña de Riaño con las peñas Pintas, el pico Llerenes y el Yordas, entre otros. Todas estas montañas quedan reflejadas en las aguas del embalse.
- Por el S tenemos la sierra del Brezo en la que sobresalen la peña Mayor y el pico del Fraile; la peña Lampa, el peñón de Arbillos, el embalse de Compuerto...
- La parte oriental está adornada por la gran Montaña Palentina con las grandes moles de todos conocidas: Espigüete, Murcia y Curavacas.
Ni que decir tiene que hay otra cimas menores como el Coriscao, el Gildar, la propia peña Gabanceda, etc para las que tenemos un momento de atención especial. No podemos olvidarnos de los verdes valles como el de Valverde y los bosques de robles y hayas que tapizan las laderas de estas montañas.
Comenzamos el descenso de este pico para recorrer todo el cordal hasta los altos de Aguasalio. Estas vistas nos van a acompañar ya durante todo el trayecto.
Caminando por la cuerda, rumbo E, subiremos a la pequeña cima del Hojanal y posteriormente al alto de los Bildares desde donde tenemos magníficas vistas hacia el pico Espigüete.
Ahora tendremos que variar hacia rumbo N para descender hacia el collado desde donde tenemos una panorámica preciosa hacia los altos de la Hoya de Martín Vaquero y todo el valle que queda protegido por estas montañas y donde nace el río Grande que pasa por el pequeño pueblo de Valverde de la Sierra.
El collado es el punto de partida para subir a los altos de Aguasalio. En un primer tramo encontraremos abundantes retamas y brezos, que se pasaron mejor de lo que pensábamos en un principio, gracias a las sendas dejadas por las vacas. El tramo final es una pendiente herbosa sin gran dificultad, estando en buena forma física.
En esta cumbre tenemos ante nosotros el atractivo cordal denominado altos de la Hoya de Martín Vaquero que, tras llegar al collado, nos pone a los pies del gran Espigüete. En orientación NE tenemos el pico Murcia, las peñas Zamurdias, las peñas Matas, el pico Cuartas, peña Prieta...todo un espectáculo visual.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta el collado. En este punto comenzamos a descender por un verde valle en dirección W para luego cambiar el rumbo hacia N en dirección al refugio que ya vemos a lo lejos. A medida que vamos perdiendo altura el matorral de retamas y brezos se va imponiendo a la pradera. En algunos pequeños tramos tenemos que buscar con calma y precisión las sendas de los animales para progresar con mayor rapidez. En estas zonas el avance ha sido más lento.
Llegados al refugio, volvemos nuestra mirada hacia la cabecera del valle coronado con los altos de Aguasalio. En este lugar nace la pista que nos llevará hasta nuestro destino. En unos 5 km estaremos, de nuevo, en Barniedo de la Reina, previo paso por un tramo de robledal que nos proporciona la sombra necesaria para caminar con una temperatura soportable.
La ruta merece mucho la pena. Estas montañas están ubicadas en el lugar apropiado para ser un auténtico mirador hacia las altas montañas de los Picos de Europa, la Montaña de Riaño y la Montaña Palentina.
No vemos dificultades técnicas. Eso sí, una buena preparación física si es necesaria, dado el recorrido y la latitud a superar. El equipamiento adecuado es imprescindible: ropa, calzado, agua... y a disfrutar de la naturaleza.