Pico Flecha y El Cancho desde la Granja de San Ildefonso

DESDE: La Granja de San Ildefonso - Segovia.
ZONA: Montes Carpetanos - Sierra de Guadarrama - Sistema Central.
RESUMEN: Dificultad: Moderada Desn: 1200 m Long: 21 km T: 9 h
MATERIAL: Senderismo
INFO ADICIONAL: No hay fuentes fiables en todo el track - llevar de 3 a 4 L por cabeza en época estival.

La Flecha 2.077 m y el Cancho 2.042 m serán los picos que hollaremos, cumbres en tierra de nadie, de los menos visitados sobre el cordal de Montes Carpetanos, situados entre el famoso Reventón y el Alto de las Calderuelas, cuyo típico ascenso suele ser desde la población de Rascafría, pero hoy no solo por romper esta norma, sino también por hacerlo más interesante lo haremos desde la Granja de San Ildefonso, para en el descenso poder pasar por las cascadas que forma el arroyo del Chorro Grande, a la que disfrutaremos de las inmensas praderas de esta vertiente alrededor del arroyo del Chorro Chico.

RECORRIDO: 22/06/2016

El arranque, buscamos la parte trasera fuera de las murallas de la Granja de San Ildefonso, la calle del Camino del chorro que forma una U invertida, y en su curvatura, fácil dejar el coche, casi a la altura del punto donde partiremos, Javier, Antonio, Juan y Antonio (K2), ya con alta temperatura aun siendo temprano todavía, nos adentramos por un ramal del camino del chorro, donde una cancela metálica nos da acceso al recorrido, los primeros 2 kilómetros transcurren entre espesos robledales, a orillas del arroyo de Peña Berrueco, que pronto cogerá dirección Sureste dejando que sigamos nuestro camino hacia el arroyo del Chorro Grande.

Pasamos varios pequeños arroyos, entre ellos el arroyo de la Fuente del Infante, y pocos metros más adelante cruzaremos también el arroyo del Chorro grande, con un caudal no muy generoso, a partir de aquí nos adentramos en pinares dejando atrás los robles, vamos transitando por una ancha pista con unas vistas magnificas de la Granja y de las inmensas llanuras castellanas, haciendo que paremos varias veces para girar la vista y contemplarlas.

Seguimos por ancha pista, ascendiendo muy tendidamente, atravesamos el arroyo del Chorro Chico, todavía con un caudal más bajo que el del Chorro Grande.. casi el nombre ya indica cuando veáis uno como irá el otro, arriba al fondo entre rocas podemos ver deslizamientos de agua queriendo formar cascadas que con este caudal no lo llegan a ser, continuamos bajo pinares ascendiendo, hasta el triángulo formado por la unión del arroyo de la Majada, el arroyo del Hueco, y la propia senda por la que vamos. Aquí en la zona baja de Los Saltillos tenemos un ancho cortafuegos, no muy limpio pero suficiente para ascenderlos sin mayores problemas, este cortafuegos es el más fuerte repecho que ascenderemos con unos 300 m de longitud subimos 150 de desnivel, situándonos en lo alto de El Majalejo 1.693 m, desde aquí por la cuerda en breve alcanzamos El Morro 1.753 m.

Antonio, no mira hacia atrás camina y camina con paso firme y constante, cosa que no hacemos el resto, y cuando nos damos cuenta le vemos al fondo de la cuerda, el camino no tiene perdida, y bastante visibilidad, la próxima vez que le vemos es saludando con los brazos abiertos desde la cumbre de El Cancho, cumbre que hace de vértice separatorio entre el Reventón y La Flecha, se trata de un conjunto de rocas graníticas a 2.042 m de altitud y con unas vistas magnificas, aquí hacemos un tentempié, y cogemos aliento para afrontar el último sube y baja que nos obliga el collado de la flecha, y lo menciono porque aun teniendo ya ahí a la mano el pico la Flecha, nos hará descender 120 m de desnivel.. y ascender 150 hasta la cumbre final de nuestro recorrido, La Flecha, eso sí, una vez conseguido no puedo por menos que decir que las vistas de las dos vertientes, tanto la meseta segoviana como madrileña, valle del Lozoya, son de un valor paisajístico inenarrable, hay que subir aquí para tener las sensaciones visuales que tenemos nosotros. La Flecha 2.077 m de altitud su vértice geodésico se encuentra hilado por la cerca de alambre que separa la comunidad de Segovia de la comunidad de Madrid, aun así no hay problemas en acceder a él y hacerse unas fotos.

               

Una zona magnifica para el pasto de las manadas de caballos que aquí se asientan, época de potrillos que jugueteando entre ellos, invitan al relax y contemplación del lugar, no estamos mucho tiempo aquí, pues el aire arrecia con fuerza y aunque no es frío totalmente, pero no es agradable, así que retroceso sobre la cuerda de nuevo hacia el Cancho. Un kilómetro más abajo del Cancho decidimos coger dirección a Peñas Buitreras, que se ven al fondo a la derecha, y a izquierdas pero que no las subiremos, transitaremos por medio del valle del Chorro Chico, pisando los gelatinosos prados de pastos teniendo cuidado de no meter el pie en algún hueco mal intencionado, hasta que lleguemos al Chorro Grande vamos por libre campo a través sin problemas, solo pastos de hierba y matorral bajo, permitiendo caminar a nuestras anchas, finalmente llegamos a la parte alta del Chorro Grande, aquí tenemos que avanzar unos metros por el margen derecho del arroyo, antes de cruzarlo, y una vez cruzado, ya transitaremos todo el tiempo por el margen izquierdo, siguiendo mojones y pequeños senderos, cuidado de no despistarse porque la senda más amplia, se va hacia Peña del Berrueco y esa nos es nuestra dirección, nuestra dirección que os sirva de referencia siempre es en descenso derechos hacia abajo.

El caudal del arroyo del Chorro Grande no se encuentra en sus mejores momentos, por lo que aunque nos vamos asomando cada dos por tres a las zonas que visualmente nos permite ver saltos de agua, apenas vemos como el agua se desliza por las anchas placas graníticas sin casi generar grandes saltos, los pequeños saltos incluso en estos momentos son más atractivos, al estrecharse la boca que escupe el agua consiguen que el caudal se concentre y forme pequeños saltos muy atractivos, tenéis uno de los puntos que más me gustó de este descenso por el Chorro Grande, marcado como “paraíso de Adan y Eva”, sencillamente porque así me lo pareció, un rinconcito del arroyo, donde una bonita cascada dejaba sus aguas en una poza cristalina, rodeada de una pequeña zona verde, rincón escondido de la vista de todo el mundo que pasa por allí, recomendable echarle un vistazo.

En esta última parte el descenso se agudiza y hay que andar con cuidadito de no resbalarse, llegamos al punto común del ascenso, por lo tanto ya estamos en un buen sendero que en poco más de media hora nos devolverá al punto de partida.