Pico La Maroma desde El Robledal por Donabuelo en Sierra Tejeda (Granada y Málaga)
near Corumbela, Andalucía (España)
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Itinerary description
Partiendo desde el Área Recreativa El Robledal, la ruta consiste en ascender a la Cima La Maroma o Pico Tejeda (2.069 m), el cual tiene la peculiaridad de ser el único dosmil malagueño y por tanto la cumbre más elevada de la provincia. El acceso se realiza por la vertiente norte, desde el Llano de Zafarraya. Se asciende por el clásico sendero hacia el paso del Salto del Caballo. Para obtener el trazado circular, se desciende en busca del Cerro Donabuelo y el Barranco del Selladero. Nos encontramos en el Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
Para llegar a El Robledal hay que recorrer un carril terrizo durante 5 km., desde la carretera Alhama de Granada — Ventas de Zafarraya, encontrándose bien señalizado y en aceptable estado para turismos. A medio camino de este acceso, ya tenemos una amplia panorámica de Sierra Tejeda nevada. En la fotografía se aprecian los colosales barrancos de la vertiente norte que cruzaremos en el descenso. El cerro nevado con forma piramidal que se observa a la derecha, es el Cerro Donabuelo, el cual nos servirá de referencia en el descenso. Esta ruta ha sido extraída de la magnífica guía de Rafael Flores, "Sierras Tejeda y Almijara - Guía del Excursionista" (Editorial La Serranía).
Varias sendas encumbran La Maroma por sus distintas vertientes, coincidiendo todas ellas con el premio final de su característico vértice geodésico. El primer tramo de esta ruta es coincidente con el sendero homologado SL-A 124, encontrándose balizado y señalizado con paneles informativos. Estacionamos en El Robledal y seguimos el carril a la izquierda de las ruinas del Cortijo del Robledal Alto, que se encuentra cerrado al tráfico con una cadena. Más de la mitad del camino lo recorreremos por extensos bosques, donde dominan diversas especies de pinos de repoblación, intercalados con robles melojos, encinas, quejigos y otras especies de vegetación autóctona. Entre las especies de repoblación, se pueden distinguir algunas curiosas, tal vez fruto de experimentos de los repobladores, como cedros y abetos de Oregón. Al inicio podemos observar una muestra de recolección de resina en el pinar, actividad muy desarrollada antaño en estos lares.
El ascenso es suave pero continuo. A un lado dejamos el cruce con el camino que se dirige a Los Barracones, por donde pasaremos al regreso. Tras remontar la ladera, nos situamos en la divisoria de aguas de dos barrancos. El carril muere y torna sendero en el paraje de los Corrales de Martín. Llegamos a unos riscos, donde pasamos por el estrecho paraje de El Contadero, llamado así antiguamente por los pastores, donde se posicionaban y contaban el ganado al pasar el rebaño en fila india. A nuestra derecha contemplamos el Barranco de los Presillejos, con el Tajo del Sol nevado al fondo.
Un poco más adelante, a nuestra izquierda obtenemos las siguientes panorámicas desde el Mirador del Temple: Barranco de la Solana del Espartal, Valle del Temple, Sierra de Játar en primer plano, y Sierra Nevada en lontananza.
Pasamos por el Collado de Rojas, donde apareció la cota de nieve, en torno a los 1.500 m. de altitud. Podemos admirar la cabecera del Barranco de los Presillejos, el Tajo del Sol y los andenes del Salto del Caballo, paraje al que nos dirigimos.
El sendero zigzaguea entre estos andenes. Atravesamos un rodal de tejos centenarios, especie en serio declive, a pesar de dar nombre a esta sierra, cuando fueron abundantes en mejores tiempos, formando amplios bosquetes. A pesar de la nieve caída hace un par de días, el sendero es muy evidente.
Este paraje del Salto del Caballo es muy húmedo y está orientado a la umbría, por lo que es habitual que se formen carámbanos en las chorreras que resbalan por los tajos. En general, el estado de la nieve en polvo era idóneo, pero en algunos tramos existían placas de hielo ocultos bajo una fina capa de nieve, por lo que podrían ser necesarios crampones. Es aconsejable llevarlos en esta época, especialmente para progresar por la cara norte, que en la jornada de hoy estaba profusamente nevada, como veremos después.
A partir de aquí la arboleda desaparece, cediendo el espacio al pastizal de montaña y el piornal. Conforme ganamos altitud, la vistas van acrecentándose en el horizonte con otras sierras del interior.
Llegamos al Puerto de la Lobera, donde la nieve se acumula formando pequeños ventisqueros. En este punto se ubica un poste indicador de dos kilómetros a La Maroma. Dejamos a nuestra izquierda el sendero que viene de la Tacita de Plata y Las Llanadas de Sedella.
Al trasponer el collado hacia la vertiente sur, nos sorprende una bella estampa de la Costa del Sol. A nuestros pies quedan los pueblos de la comarca de La Axarquía. La temperatura de hoy en la cumbre se sitúa bajo cero, con suave brisa del noreste. Pero abajo, en la playa de Torre del Mar, hacía una temperatura de 20º a mediodía. Menudo contraste para encontrarnos a tan solo 17 km. en línea recta del mar.
Continuamos por la línea de cumbres, pasando por el cruce con el sendero que viene del pueblo de Sedella. Detrás nuestra divisamos el Cerro de la Tacita de Plata, y tras él, otros cerros mayores como el Malascamas y La Chapa. Y tras todos éstos, descuellan los grandes de Sierra Almijara: Lucero, Cisne, Navachica... Y por supuesto, la omnipresente Sierra Nevada en el horizonte.
Enfrente nuestra, por fin tenemos la gigantesca mole caliza de La Maroma. Más que un pico, nos encontramos ante una loma amesetada, con tres cotas diferenciadas por escasos metros de altitud. Ya vamos caminando por tierras malagueñas. Hasta llegar a la cumbre, el sendero se va difuminando entre el roquedo, debiendo recorrer lo que resta con rumbo este por la vertiente sur del macizo.
Antes de proseguir la senda faldeando por la ladera, hay que superar el impresionante Tajo Volaero. De un lado el precipicio es vertical, incluso extraplomado, con una gran caída. Del otro lado el talud tiene una pronunciada pendiente, que tampoco hay que desdeñar en caso de placas de hielo o nieve dura.
Aunque caminamos por lapiaz plano, algo desnudo del manto níveo por su cara sur, la orientación es sencilla, gracias a algunas balizas de madera y numerosos GPS (Grupos de Piedras Superpuestas). Otros montañeros se han adelantado y han abierto huella en la nieve, acertando con el trazado correcto. A pesar de encontrarnos ante un simple dosmil cercano a la costa, esta cumbre es considerada en el ámbito montañero como una traicionera, ya que sus condiciones cambian inesperadamente en cuestión de minutos, habitualmente con fuertes vientos gélidos cargados de humedad, acompañados de un ambiente nebuloso. En comparación con los tresmiles de Sierra Nevada, en La Maroma suele ser mayor la sensación de frío durante la misma jornada.
Afortunadamente las nubes están ausentes en la jornada de hoy, permitiendo unas inmejorables panorámicas en cientos de kilómetros. Dada la quietud del viento, el silencio solo se rompe con el crepitar de las pisadas en la nieve. Al hollar la meseta somital, nos dirigimos a la cota occidental donde se ubica el enorme vértice geodésico que la preside. Para disfrutar de las mejores vistas, hay que escalar los cuatro metros de altura del peculiar monolito que domina la altiplanicie.
Las numerosas corraletas dispuestas por los montañeros, sirven de protección cuando arrecia el viento en este páramo. Hoy parecen pequeños cráteres lunares. El nombre originario para designar esta cumbre es Pico Tejeda, según manifiestan los lugareños más viejos del entorno, entre ellos mi padre, un nonagenario nacido y criado en el pueblo axárquico de Sayalonga, a los pies de esta montaña. Aunque por una desviación lingüística de la cercana Sima La Maroma, usada antaño como nevero y a la que descendían ayudados por una maroma o cuerda, se confundió la sima con la cima, y de ahí la asociación del topónimo al vértice geodésico, y por ende en la actualidad se le llama Pico La Maroma. Por fortuna, la sierra sigue manteniendo su nombre original. La sima se encuentra muy cerca del vértice geodésico, estando acotada por seguridad. En la fotografía superior se aprecia la panorámica hacia el este, y en la inferior hacia el norte.
Se divisan multitud de sierras y picos a los que ponerles nombre. Baste decir que un día claro como el de hoy, con viento del norte, pueden verse otros cinco techos provinciales andaluces: Torreón en Cádiz, Tiñosa en Córdoba, Terril en Sevilla, Mulhacén en Granada y Mágina en Jaén. El almeriense Chullo no se aprecia por ocultarlo Sierra Nevada, pero sí se divisa la Sierra de Gádor. Y el Bonales en Huelva no se contempla por razones obvias.
En esta fotografía se aprecia la panorámica hacia el oeste, y en la de abajo hacia el sur. Podemos ver el Embalse de la Viñuela a nuestros pies. En la lejanía incluso vislumbramos la costa africana y las montañas del Rif.
Tras disfrutar en la cima las viandas, la contemplación del paisaje, el revoloteo de acentores alpinos y la charla con otros montañeros, emprendemos el descenso. Partiendo desde El Robledal, lo más habitual es realizar la ruta de forma lineal, al igual que desde El Alcázar, por lo que se emprendería la vuelta por donde hemos venido. En nuestro caso, para evitar repetir trazado y poder disfrutar del descenso de una forma más amplia por la vertiente norte, emprendemos el rumbo hacia el Cerro Donabuelo, nombrado también como Cerro del Selladero en el mapa del IGN. Por tanto, recorremos nuevamente la falda de la meseta cimera, pero esta vez en sentido inverso y por su cara norte, la cual se encontraba densamente nevada. Este regreso circular respecto al clásico lineal, supone aumentar 2 km. más de distancia y 100 m. más de desnivel positivo, pero la espectacularidad del trazado lo compensa con creces.
De momento vamos caminando fuera de traza, aunque veremos hitos de piedras esporádicamente. Pero no serán necesarios. El instinto nos indicará el mejor trazado. Al principio iremos trazando una "U" hacia la izquierda, aprovechando la mejor curva de nivel y sorteando la cabecera del Barranco de los Tejos, faldeando la cota de La Maroma Oriental. Con otra "U" hacia la derecha, salvamos un tramo algo enriscado, hasta alcanzar el paraje de los Prados de Arenas, desde donde por fin divisamos la cima puntiaguda del piramidal Cerro Donabuelo, que nos servirá de referencia para seguir cresteando la cuerda lomera. La orientación es sencilla, aunque el tránsito rocoso obliga a escoger los mejores pasos. Al noroeste divisamos el Llano de Zafarraya y la Sierra de Loja.
Siempre es espectacular contemplar La Maroma cargada de nieve. La temporada invernal da otra perspectiva a la sierra. No fueron necesarios crampones, pero sí prestar atención al atravesar algún ventisquero con hielo bajo la blanda nieve.
A nuestra izquierda vamos disfrutando las vistas hacia el Barranco de los Tejos, coronado al otro lado por los Cerros del Mojón y de la Majada del Arce, por donde discurre la ruta que encumbra La Maroma desde El Alcázar.
Ya tenemos a tiro de piedra el Collado de Donabuelo, también confundido con el Collado del Selladero. De hecho, los dos barrancos de la derecha son Corralón y Realejo. El Barranco del Selladero es el tercero hacia la derecha.
Subiendo a la cima del Donabuelo no ganaremos mejores vistas que las que traemos, así que en su collado cambiamos el rumbo hacia la cabecera del Barranco del Corralón.
Tomando como referencia visual una gran piedra aislada, situada en el Collado del Selladero, en la otra divisoria de aguas del barranco, justo donde comienza la línea de pinos, vamos contorneando la cabecera para no perder drásticamente demasiado desnivel.
Superado el Collado del Selladero, nos internamos en el pinar en busca de la vereda que desciende vertiginosamente con exageradas lazadas con forma de "Z", hacia el cauce seco del Barranco del Realejo, tributario del Selladero, que es el barranco principal. Con sendos subibajas, circundamos los siguientes Barrancos del Selladero y de los Jarales. Enlazamos con la pista forestal que lleva al rehabilitado Albergue Los Barracones, cuya finalidad en otros tiempos era albergar a los obreros forestales.
Tras repostar en su fuente, proseguimos con las últimas luces por una trocha paralela a una antigua acequia del Arroyo de los Presillejos, por el paraje de las Fuentes del Robledal, hasta cerrar esta ruta circular en el área recreativa donde partimos.
Respecto a la vegetación, la arboleda predominante está formada por coníferas, como pinos resineros, silvestres y laricios. También destacan robles melojos, encinas, quejigos, arces, mostajos, serbales y tejos. En las laderas, el matorral bajo y arbustivo, abundando agracejos, jaguarzos, majuelos, espartos, romeros, torviscos, tomillos, enebros y sabinas. A mayor altitud, convive el matorral rastrero y almohadillado con el aromático y los pastizales, destacando lastones, piornos y lavandas. En cuanto a la fauna, se puede contemplar el vuelo de águilas, buitres leonados, gavilanes y otras rapaces. También es frecuente el avistamiento de ardillas y cabras monteses. Más difíciles serán de ver ginetas, meloncillos, zorros y jabalíes.
El itinerario transcurre según el tipo de terreno: un 60% por sendero terrizo, pedregoso y rocoso, un 20% por pista forestal con tráfico restringido, y un 20% por lapiaz plano y campo a través. La temperatura en cumbre oscilaba entre -5º y 1º. El desnivel positivo es de 1.100 m. y el tiempo en movimiento fue de 8 horas, sin incluir las paradas.
En el vídeo de abajo hay un reportaje fotográfico con mi visión de la ruta, que por motivo de copyright de la música de fondo, es posible que no pueda reproducirse en dispositivo móvil, como smartphone y tablet, por lo que solo será posible visionarlo en ordenador y smart TV.
Ver también las siguientes rutas cercanas:
Ruta Morrón de la Cruz - Pico Chamizo.
Ruta Tajo de Gomer.
Ruta Barranco de los Cazadores - Tajo del Almendrón - Tajos del Sol - Pico Navachica - Pico Cielo.
Ruta Pico Lopera y Cerro Cabañeros.
Ruta Pico Lucero desde Puerto Blanquillo.
Ruta Cahorros del Chíllar.
Ruta Pico Cisne desde El Acebuchal.
Ruta Loma de la Guindalera - Cuerda del Jaral - Vereda del Minchar.
Ruta Sierra de San Jorge desde la Fuente de los Cien Caños.
Ruta Crestería de la Sierra de Alhama.
Ruta Crestería de la Sierra de Gibalto.
Ruta Cresta de Peña Negra.
Ruta Pico La Maroma desde Canillas de Aceituno por El Saltillo.
Ruta Peña de los Enamorados de Antequera.
Ruta Pico La Maroma desde La Alcauca por el Cerrillo del Viento.
Ruta Sierra de las Cabras.
Ruta Pico La Maroma desde El Alcázar.
Ruta Cerro La Chapa desde la Fábrica de la Luz.
Ruta Pico La Maroma desde Sedella.
Ruta Pico Lucero desde El Daire por la Cresta de los Civiles.
Ruta Cresta de La Cadena - Piedra Sillada - Salto del Caballo.
Ruta Pico La Maroma desde Las Llanadas.
Ruta Cerro Malascamas por el Barranco de Malinfierno.
Ruta Pico La Maroma desde Canillas de Aceituno por El Saltillo.
Ruta Cerro de los Machos desde el Puente de Cambril.
Ruta Pico La Maroma desde Alcaucín por Tajos Lisos.
Ruta Pico Lucero desde la Venta Panaderos por el Raspón de los Moriscos.
Ruta Tajo del Almendrón desde El Pinarillo.
Waypoints
Puerto de la Lobera. Cruce con sendero a la Fuente de la Tacita de Plata y Las Llanadas de Sedella
Barranco del Realejo
Barranco del Selladero
Barranco de los Jarales
Cambiar de rumbo sin pasar la valla
Desvío al sendero
Comments (7)
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Espectacular ruta nevada y en grandísima compañía. Inmejorable trabajo de descripción y fotográfico. A ver si hay suerte y podemos vernos en otra.
Gracias por tu comentario, joanrocap. La Maroma siempre es espectacular, y nevada más aún. Espero compartir ruta en otra ocasión. Nos vemos en el camino.
Bonito maromazo
Buena Ruta para disfrutar de la alta y media marketing montaña.
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Buena Ruta para disfrutar de la alta y media montaña con muchos pinos bonitos inacabables!
Hola, nos gustaría hacer esta ruta, pero se me presentan dos dudas. ¿El camino de vuelta es por sendero visible o es más bien campo a través?¿Es asequible para hacerla con un niño de diez años o gente no demasiado acostumbrada?
Enhorabuena por el reportaje.
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Muy bonita la ruta. La bajada es difícil de seguir porque no hay hitos, pero tirando de GPS y siguiendo el terror o se hace bien