Pico Mofrechu y Joyadongu
near Igena, Asturias (España)
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Itinerary description
Subida al Pico Mofrechu (900 o 897 m, según los mapas), la cima más alta del concejo de Ribadesella, y su vecino Joyadongu (874 m). Si no hay niebla, las vistas de la costa son espectaculares, especialmente de la desembocadura del río Sella en Ribadesella. También las panorámicas de las montañas de interior.
El Mofrechu y su cordal hacen de divisoria entre los concejos (municipios) de Ribadesella, al norte, y Cangas de Onís, al sur y por donde realizamos el ascenso. Y el Joyadongu, entre Ribadesella y Llanes.
Se sale desde el collado de Igena, situado en el kilómetro 10,500 aproximadamente de la carretera AS-340. Un cartel amarillo con el nombre escrito de Mofrechu, al inicio de una pista ganadera hormigonada, marca en flecha el comienzo de la ruta al pico riosellano. La pista se encuentra a nuestra izquierda si venimos del pueblo de Igena.
Con la opción de ruta elegida, salen 10,70 kilómetros de caminata y 613 metros de desnivel. Quien prefiera acortar la marcha ascendiendo solo al Mofrechu puede retornar luego por el mismo itinerario de subida o por el cortafuegos de bajada que elegimos nosotros (de la bandera 18 a la 21 del mapa), que conduce de nuevo a la nava de Vegamayor (bandera 10). Al Mofrechu tardamos 1.40 horas, a ritmo suave y con una parada para charlar con lugareños de unos 5 minutos. Del collado de Igena al pico se patean unos 4,40 kilómetros, para superar unos 440 metros de desnivel en ascensión.
Hay pista ganadera hasta la vaguada de Vegamayor (3 kilómetros, 1.10 horas aproximadamente, 330 metros de desnivel y bandera 10), casi siempre hormigonada excepto un último tramo de tierra.
Y el tramo inicial hasta la bandera 8 es compartido a la ida y vuelta (unos 2,50 kilómetros): pasada la majada de Hueses (bandera 6) y a la altura de las primeras construcciones de Vegamayor (50 minutos de subida y 35 de bajada).
DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO
La ruta principia con las duras rampas de la pista hormigonada. Según se gana altura, asoman abajo, a nuestra izquierda, las casas de Igena. En media hora llegamos al collado de Felguerina (bandera 5 y 1,60 km), donde cambiamos de ladera. Las vistas, en todo momento, son fantásticas.
El camino sigue picando para arriba, hasta la majada de Hueses (bandera 6), con sus dos cabañas pastoriles rehabilitadas y donde un nuevo cartel amarillo marca el rumbo al Mofrechu.
La pista trenza una curva pronunciada a derecha para pasar luego por una curva a izquierda (bandera 8), que será punto de intersección a la vuelta, donde volveremos a incorporarnos a la pista cuando regresemos en descenso del Joyadongu.
Con otra curva a derecha, rodeando la majada de Sierro Jortigal, y otra a izquierda (bandera 9 y una hora de caminata ya), llegamos a la espléndida vaguada de Vegamayor, cuyo nombre revela sus proporciones. En ella se ha erigido un monolito (bandera 11) en homenaje a Juan Rubén López Cueto, "miembro de la guardería de Medio Ambiente del Principado de Asturia", fallecido en accidente laboral el 3 de mayo de 2006. La placa mira al Mofrechu.
Un poco más allá, asoma una lagunilla artificial vallada (bandera 12), por cuya derecha asciende el sendero que conduce al Mofrechu. En seguida damos con la tercera señal de la ruta, que nos gira a derecha (bandera 14 y 1.22 h): por la izquierda se llegaría, más o menos llaneando, a la majada de Cuana.
Desde ese punto, el sendero no es siempre del todo evidente y se ramifica, por lo que hay que estar pendientes del GPS u otra ruta descargada para acertar el rumbo. En cualquier caso, y como toda cima, el asunto es ir ganando altura. En un poco más de cuarto de hora, se alcanza la cumbre del Mofrechu (bandera 17, 1.40 h y 4,40 km), coronado por un piolet metálico y con el vértice geodésico derribado.
El despliegue escénico impresiona. Al norte, el mar Cantábrico, con la desembocadura del río Sella y las casas de Ribadesella presidiendo la panorámica. A la derecha, en días claros, se ve Llanes. Entre el mar y nosotros, sucesión de las cadenas montañosas vecinas. Al sur, los pliegues montañosos astures. En días claros, se ve el macizo central de Picos de Europa. También al sur, bajo nuestros pies, la vaguada de Vegamayor por donde hemos pasado 20 minutos antes.
Al oriente dividamos nuestro próximo objetivo del día: el Joyadongu. De alzada muy piramidal, desde aquí parece más alto que el Mofrechu, pero no lo es: 900 por 874 metros.
Que cada cual disfrute de este mirador el tiempo que considere oportuno y con la quietud que estime pertinente.
Hay quienes enlazan el Mofrechu con el Joyadongu enfilando por la afilada cresta este del primero. Pero es una vía técnicamente más compleja. Nosotros decidimos regresar a la vaguada de Vegamayor, pero en lugar de hacerlo por el sendero de subida aprovechamos un cortafuegos que se ha abierto para descender más directos a la nava: de la bandera 18 a la 21.
De ahí regresamos a la majada de la bandera 9, y en lugar de coger la pista que viene del collado Igena, doblamos a izquierda, abandonando la pista a la altura de la cabaña más cercana al hormigón: rumbo este. Pasamos por un pequeño prado (bandera 22), rodeamos otro vallado circular a nuestra derecha que parece alojar en su interior una espesa lagunilla verdecina y alcanzamos un pilón abrevadero para el ganado vacuno, muy abundante durante todo el recorrido.
En las inmediaciones del pilón (como de frente a la derecha) localizamos el sendero (bandera 23) que debe guiarnos hasta el Joyagongu. Pero atención, porque este sendero en ocasiones se ramifica y en otras desaparece, con lo que de nuevo conviene orientarse con el GPS o una ruta descargada previamente.
La idea es ganar altura subiendo a media ladera en diagonal (banderas 24 y 25) por la pared norte de la vaguada de Vegalafuente, a nuestra derecha. A esta pared, algunos mapas la llaman La Muyerina. El terreno es descarnado, y el Joyadongu permanece a nuestro frente, con lo que hay referencia visual. Mucho cuidado en días de niebla porque es muy fácil perder las referencias. En caso de mala visibilidad, se desaconseja seguir la ruta salvo que se tenga experiencia montañera.
Antes de atacar la loma final del Joyadongu pasamos por una colladina arbolada (bandera 26), que separa al Joyadongu de una elevación vecina en su costado oeste y cuyo nombre, si lo tiene, desconocemos. Esta tachuela se sitúa también entre el cordal del Mofrechu (al oeste) y el Joyadongu (este).
Desde el colladito, y cuesta arriba, se llega a un breve cresterío precimero (bandera 27 y sin dificultad técnica), desde el que ya se alcanza en apenas tres minutos el Joyadongu (banderas 28 y 29), donde llegamos tras 6,90 kilómetros de marcha y 3.18 horas de andares (incluidas las paradas fotográficas de toda la ruta y la estancia previa de 10-15 minutos en el Mofrechu).
Las vistas vuelven a ser espectaculares. En nuestro caso, unos nubarrones negros procedentes del mar nos hicieron ser precavidos y prolongar mínimamente la estancia en la cima, así que hicimos las fotos de rigor y emprendimos rápidamente el descenso.
Para la bajada seguimos el mismo camino de la subida, de nuevo pendientes del móvil pues el camino no es del todo certero y reconocible.
Al llegar al pilón abrevadero de la bandera 23, lo abordamos por su flanco izquierdo según lo vemos (el contrario al de la ida). En unos metros, veremos más abajo a nuestra izquierda una cabaña de pastor (bandera 30). Descendemos y oasamos por su esquina izquierda según la divisamos, y el sendero nos lleva en bajada hasta la pista ganadera hormigonada (en el punto de la bandera 8), desde donde retornamos al punto de salida, el collado de Igena, donde llegaremos en unos 35 minutos.
El Mofrechu y su cordal hacen de divisoria entre los concejos (municipios) de Ribadesella, al norte, y Cangas de Onís, al sur y por donde realizamos el ascenso. Y el Joyadongu, entre Ribadesella y Llanes.
Se sale desde el collado de Igena, situado en el kilómetro 10,500 aproximadamente de la carretera AS-340. Un cartel amarillo con el nombre escrito de Mofrechu, al inicio de una pista ganadera hormigonada, marca en flecha el comienzo de la ruta al pico riosellano. La pista se encuentra a nuestra izquierda si venimos del pueblo de Igena.
Con la opción de ruta elegida, salen 10,70 kilómetros de caminata y 613 metros de desnivel. Quien prefiera acortar la marcha ascendiendo solo al Mofrechu puede retornar luego por el mismo itinerario de subida o por el cortafuegos de bajada que elegimos nosotros (de la bandera 18 a la 21 del mapa), que conduce de nuevo a la nava de Vegamayor (bandera 10). Al Mofrechu tardamos 1.40 horas, a ritmo suave y con una parada para charlar con lugareños de unos 5 minutos. Del collado de Igena al pico se patean unos 4,40 kilómetros, para superar unos 440 metros de desnivel en ascensión.
Hay pista ganadera hasta la vaguada de Vegamayor (3 kilómetros, 1.10 horas aproximadamente, 330 metros de desnivel y bandera 10), casi siempre hormigonada excepto un último tramo de tierra.
Y el tramo inicial hasta la bandera 8 es compartido a la ida y vuelta (unos 2,50 kilómetros): pasada la majada de Hueses (bandera 6) y a la altura de las primeras construcciones de Vegamayor (50 minutos de subida y 35 de bajada).
DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO
La ruta principia con las duras rampas de la pista hormigonada. Según se gana altura, asoman abajo, a nuestra izquierda, las casas de Igena. En media hora llegamos al collado de Felguerina (bandera 5 y 1,60 km), donde cambiamos de ladera. Las vistas, en todo momento, son fantásticas.
El camino sigue picando para arriba, hasta la majada de Hueses (bandera 6), con sus dos cabañas pastoriles rehabilitadas y donde un nuevo cartel amarillo marca el rumbo al Mofrechu.
La pista trenza una curva pronunciada a derecha para pasar luego por una curva a izquierda (bandera 8), que será punto de intersección a la vuelta, donde volveremos a incorporarnos a la pista cuando regresemos en descenso del Joyadongu.
Con otra curva a derecha, rodeando la majada de Sierro Jortigal, y otra a izquierda (bandera 9 y una hora de caminata ya), llegamos a la espléndida vaguada de Vegamayor, cuyo nombre revela sus proporciones. En ella se ha erigido un monolito (bandera 11) en homenaje a Juan Rubén López Cueto, "miembro de la guardería de Medio Ambiente del Principado de Asturia", fallecido en accidente laboral el 3 de mayo de 2006. La placa mira al Mofrechu.
Un poco más allá, asoma una lagunilla artificial vallada (bandera 12), por cuya derecha asciende el sendero que conduce al Mofrechu. En seguida damos con la tercera señal de la ruta, que nos gira a derecha (bandera 14 y 1.22 h): por la izquierda se llegaría, más o menos llaneando, a la majada de Cuana.
Desde ese punto, el sendero no es siempre del todo evidente y se ramifica, por lo que hay que estar pendientes del GPS u otra ruta descargada para acertar el rumbo. En cualquier caso, y como toda cima, el asunto es ir ganando altura. En un poco más de cuarto de hora, se alcanza la cumbre del Mofrechu (bandera 17, 1.40 h y 4,40 km), coronado por un piolet metálico y con el vértice geodésico derribado.
El despliegue escénico impresiona. Al norte, el mar Cantábrico, con la desembocadura del río Sella y las casas de Ribadesella presidiendo la panorámica. A la derecha, en días claros, se ve Llanes. Entre el mar y nosotros, sucesión de las cadenas montañosas vecinas. Al sur, los pliegues montañosos astures. En días claros, se ve el macizo central de Picos de Europa. También al sur, bajo nuestros pies, la vaguada de Vegamayor por donde hemos pasado 20 minutos antes.
Al oriente dividamos nuestro próximo objetivo del día: el Joyadongu. De alzada muy piramidal, desde aquí parece más alto que el Mofrechu, pero no lo es: 900 por 874 metros.
Que cada cual disfrute de este mirador el tiempo que considere oportuno y con la quietud que estime pertinente.
Hay quienes enlazan el Mofrechu con el Joyadongu enfilando por la afilada cresta este del primero. Pero es una vía técnicamente más compleja. Nosotros decidimos regresar a la vaguada de Vegamayor, pero en lugar de hacerlo por el sendero de subida aprovechamos un cortafuegos que se ha abierto para descender más directos a la nava: de la bandera 18 a la 21.
De ahí regresamos a la majada de la bandera 9, y en lugar de coger la pista que viene del collado Igena, doblamos a izquierda, abandonando la pista a la altura de la cabaña más cercana al hormigón: rumbo este. Pasamos por un pequeño prado (bandera 22), rodeamos otro vallado circular a nuestra derecha que parece alojar en su interior una espesa lagunilla verdecina y alcanzamos un pilón abrevadero para el ganado vacuno, muy abundante durante todo el recorrido.
En las inmediaciones del pilón (como de frente a la derecha) localizamos el sendero (bandera 23) que debe guiarnos hasta el Joyagongu. Pero atención, porque este sendero en ocasiones se ramifica y en otras desaparece, con lo que de nuevo conviene orientarse con el GPS o una ruta descargada previamente.
La idea es ganar altura subiendo a media ladera en diagonal (banderas 24 y 25) por la pared norte de la vaguada de Vegalafuente, a nuestra derecha. A esta pared, algunos mapas la llaman La Muyerina. El terreno es descarnado, y el Joyadongu permanece a nuestro frente, con lo que hay referencia visual. Mucho cuidado en días de niebla porque es muy fácil perder las referencias. En caso de mala visibilidad, se desaconseja seguir la ruta salvo que se tenga experiencia montañera.
Antes de atacar la loma final del Joyadongu pasamos por una colladina arbolada (bandera 26), que separa al Joyadongu de una elevación vecina en su costado oeste y cuyo nombre, si lo tiene, desconocemos. Esta tachuela se sitúa también entre el cordal del Mofrechu (al oeste) y el Joyadongu (este).
Desde el colladito, y cuesta arriba, se llega a un breve cresterío precimero (bandera 27 y sin dificultad técnica), desde el que ya se alcanza en apenas tres minutos el Joyadongu (banderas 28 y 29), donde llegamos tras 6,90 kilómetros de marcha y 3.18 horas de andares (incluidas las paradas fotográficas de toda la ruta y la estancia previa de 10-15 minutos en el Mofrechu).
Las vistas vuelven a ser espectaculares. En nuestro caso, unos nubarrones negros procedentes del mar nos hicieron ser precavidos y prolongar mínimamente la estancia en la cima, así que hicimos las fotos de rigor y emprendimos rápidamente el descenso.
Para la bajada seguimos el mismo camino de la subida, de nuevo pendientes del móvil pues el camino no es del todo certero y reconocible.
Al llegar al pilón abrevadero de la bandera 23, lo abordamos por su flanco izquierdo según lo vemos (el contrario al de la ida). En unos metros, veremos más abajo a nuestra izquierda una cabaña de pastor (bandera 30). Descendemos y oasamos por su esquina izquierda según la divisamos, y el sendero nos lleva en bajada hasta la pista ganadera hormigonada (en el punto de la bandera 8), desde donde retornamos al punto de salida, el collado de Igena, donde llegaremos en unos 35 minutos.
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Comments (2)
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Ruta exigente al inicio, con preciosas vistas de la desembocadura del Sella desde el Mofrechu.
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Scenery
Moderate
Ruta con espectaculares vistas!