Pico Mondoto desde Nerín
near Nerín, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
Dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, sobre los profundos cortados del Cañon de Añisclo se halla una curiosa formación anticlinal de nombre Mondoto que se levanta como una ola sobre el curso del Río Bellos.
La descomunal fuerza tectónica que levantó el Pirineo han quedado constatadas en su curiosa morfología, ya que en sus diferentes capas de estratos, perfectamente observables, se pueden apreciar su multitud de pliegues y deformaciones.
Esta impresionante atalaya que se eleva hasta los 1957 metros de altitud puede presumir por ser un mirador excepcional sobre el Parque Nacional, puesto que desde su estratégica ubicación unida a su fácil accesibilidad harán, de las grandes cumbres que lo rodean y de su vertiginosa panorámica sobre la oquedad del Cañon de Añisclo, las delicias de todo montañero que se preste a acometer su ascenso.
Una vez conocida su ubicación y orografía nos ceñiremos al track y para ello deberemos desplazarnos hasta la población de Nerín, donde estacionaremos nuestro medio de transporte en los márgenes habilitados de una pista forestal, que desde el municipio sube en dirección a la entrada del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Aparcado el vehículo y con un nublado día de montaña por delante, emprenderemos la marcha hacia nuestro objetivo avanzando por un balizado sendero que, junto a la barrera que bloquea el paso al Parque Nacional, asciende de forma enérgica en dirección al Pico Mondoto y al Cuello de Arenas.
El sendero, tremendamente, deforestado y de clara influencia mediterránea, no entraña ningún tipo de dificultad para su seguimiento ya que está profusamente señalizado mediante cairns. Así que poco a poco, comenzaremos a remontar la ladera de la montaña mientras vamos sorteando grandes extensiones de bojes y erizón.
Al cabo de una media hora después de haber iniciado la marcha y sobre la cota de 1650 metros de altitud, el sendero, que nos habrá adentrado, inexorablemente, por el pedregoso Barranco de Ballatar, nos obligará a atravesar el yermo torrente que lo surca, realizando un giro hacia nuestra derecha de la marcha en busca del evidente collado de la Estiva que podremos otear en el horizonte.
El camino que nos llevará al citado paso de montaña que separa al Pico Mondoto del Pico de la Estiva, serpentea en un principio por un pedregoso sendero donde podremos observar los vestigios de algún antiguo incendio, para más adelante dar paso unas herbosas y bucólicas laderas.
Una vez alcanzado el collado y según nos habíamos informado, previamente, ya deberíamos empezar a avistar el macizo de Monte Perdido, pero debido al encapotado cielo, que nos ha acompañado durante todo el trayecto, la única vista que hemos llegado a vislumbrar es la de un afloramiento de roca caliza karstificada, que como más adelante descubriríamos, se desprende desde la propia cumbre del Pico Mondoto.
Así que tras un breve descanso y tomando como referencia el afloramiento rocoso, proseguiremos avanzando por una cómoda y definida senda que entre pastizales, irá bordeando la zona kárstica por su margen derecho, haciéndonos ganar altura a pasos agigantados sobre nuestro objetivo.
En poco más de un kilómetro habremos conseguido llegar a la cumbre del Pico Mondoto donde la amplia vista panorámica de la que deberíamos disfrutar es totalmente nula, teniéndonos que conformar con los impresionantes y profundos abismos que se ciernen sobre el Cañón de Añisclo.
Recorridos varios de sus miradores entre los que incluiremos su cumbre más meridional, decidimos retornar al punto de partida desandando el camino de ascenso debido al fuerte y helador viento que se había despertado y a la poca probabilidad de que el cielo nos diese una tregua para poder que disfrutar de las cercanas cumbres.
Pese a haberme quedado con un sabor agridulce por no poder disfrutar de todas las vistas de las que presume el Pico Mondoto, creo que es una ruta altamente recomendable y que en futuro volveré a realizarla para poder resarcirme.
La descomunal fuerza tectónica que levantó el Pirineo han quedado constatadas en su curiosa morfología, ya que en sus diferentes capas de estratos, perfectamente observables, se pueden apreciar su multitud de pliegues y deformaciones.
Esta impresionante atalaya que se eleva hasta los 1957 metros de altitud puede presumir por ser un mirador excepcional sobre el Parque Nacional, puesto que desde su estratégica ubicación unida a su fácil accesibilidad harán, de las grandes cumbres que lo rodean y de su vertiginosa panorámica sobre la oquedad del Cañon de Añisclo, las delicias de todo montañero que se preste a acometer su ascenso.
Una vez conocida su ubicación y orografía nos ceñiremos al track y para ello deberemos desplazarnos hasta la población de Nerín, donde estacionaremos nuestro medio de transporte en los márgenes habilitados de una pista forestal, que desde el municipio sube en dirección a la entrada del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Aparcado el vehículo y con un nublado día de montaña por delante, emprenderemos la marcha hacia nuestro objetivo avanzando por un balizado sendero que, junto a la barrera que bloquea el paso al Parque Nacional, asciende de forma enérgica en dirección al Pico Mondoto y al Cuello de Arenas.
El sendero, tremendamente, deforestado y de clara influencia mediterránea, no entraña ningún tipo de dificultad para su seguimiento ya que está profusamente señalizado mediante cairns. Así que poco a poco, comenzaremos a remontar la ladera de la montaña mientras vamos sorteando grandes extensiones de bojes y erizón.
Al cabo de una media hora después de haber iniciado la marcha y sobre la cota de 1650 metros de altitud, el sendero, que nos habrá adentrado, inexorablemente, por el pedregoso Barranco de Ballatar, nos obligará a atravesar el yermo torrente que lo surca, realizando un giro hacia nuestra derecha de la marcha en busca del evidente collado de la Estiva que podremos otear en el horizonte.
El camino que nos llevará al citado paso de montaña que separa al Pico Mondoto del Pico de la Estiva, serpentea en un principio por un pedregoso sendero donde podremos observar los vestigios de algún antiguo incendio, para más adelante dar paso unas herbosas y bucólicas laderas.
Una vez alcanzado el collado y según nos habíamos informado, previamente, ya deberíamos empezar a avistar el macizo de Monte Perdido, pero debido al encapotado cielo, que nos ha acompañado durante todo el trayecto, la única vista que hemos llegado a vislumbrar es la de un afloramiento de roca caliza karstificada, que como más adelante descubriríamos, se desprende desde la propia cumbre del Pico Mondoto.
Así que tras un breve descanso y tomando como referencia el afloramiento rocoso, proseguiremos avanzando por una cómoda y definida senda que entre pastizales, irá bordeando la zona kárstica por su margen derecho, haciéndonos ganar altura a pasos agigantados sobre nuestro objetivo.
En poco más de un kilómetro habremos conseguido llegar a la cumbre del Pico Mondoto donde la amplia vista panorámica de la que deberíamos disfrutar es totalmente nula, teniéndonos que conformar con los impresionantes y profundos abismos que se ciernen sobre el Cañón de Añisclo.
Recorridos varios de sus miradores entre los que incluiremos su cumbre más meridional, decidimos retornar al punto de partida desandando el camino de ascenso debido al fuerte y helador viento que se había despertado y a la poca probabilidad de que el cielo nos diese una tregua para poder que disfrutar de las cercanas cumbres.
Pese a haberme quedado con un sabor agridulce por no poder disfrutar de todas las vistas de las que presume el Pico Mondoto, creo que es una ruta altamente recomendable y que en futuro volveré a realizarla para poder resarcirme.
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