PICO OLMEDILLA, CASCADA DE LA HIEDRA, FUENTE FUENNARICES (MORA DE RUBIELOS).

Hermosa y fácil ruta enclavada en la Sierra de Gúdar y que se inicia en una explanada donde se puede aparcar el coche, situado en lo alto del puerto de San Rafael (1.560 msnm) en la carretera que une Mora de Rubielos con Alcalá de la Selva.
Nos dirigiremos en primer lugar al pico Olmedilla (1.641 msnm) atravesando extensos pinares, llegándonos por la loma de Cremadilla y disfrutando de una naturaleza prácticamente intacta que hace las delicias de la mañana.
Una vez en la cumbre de dicho pico Olmedilla y desde su vértice geodésico, es una auténtica gozada los paisajes que desde allí encontraremos tanto próximos como en la lejanía. Tuvimos suerte de ver las cumbres de Javalambre cubiertos de nieve.
Posteriormente iniciaremos el descenso encontrándonos con algunas masías a nuestros pies según vamos bajando.
La senda que hemos tomado, oh sorpresa! se encuentra cerrada por una valla y puerta metálica de acceso a algunos campos de explotación agrícola, cosa que nos extraña pues entendemos que se trata de una servidumbre de paso que no debiera limitarse. Por suerte, hemos comprobado que se puede atravesar, simplemente abriendo la puerta que no hemos de olvidar cerrar a nuestro paso. Al otro extremo de estos campos hay que realizar la misma operación: abrir la puerta para salir y seguir nuestro itinerario, recordando obviamente volverla a cerrar. Dejamos las cosas tal cómo las hemos encontrado.
Desde aquí seguiremos la senda hasta llegar a un pequeño desvio donde descendiendo podremos llegar a pie de una bonita cascada (la de la Hiedra) para acto seguido continuar por el barranco de Fuennarices hasta llegar a la fuente de ese mismo nombre, donde veremos una balsa y unos bancos para picnic.
Y ahora en un cómodo pero continuo ascenso llegándonos al barranco del Lobo y siguiéndolo arribaremos finalmente hasta donde hemos dejado aparcado el coche, inicio y culminación de la ruta de hoy.
Se trata de una ruta de las que se disfruta enormemente por la belleza de todo el entorno, los fabulosos paisajes y si encima hay la suerte de toparnos con algo de fauna, la dicha es completa (nosotros tuvimos la fortuna de avistar un grupo de buitres que previamente habían dado buena cuenta de un ungulado al que vimos solamente habían dejado algo de pellejo y todo el esqueleto limpio sin ningún resto de carne).
Como consejo, llevar agua pues hasta la fuente de Fuennarices no habrá lugar donde repostar nuestras cantimploras y tener bien presente el track pues aunque la ruta sigue por caminos, pistas y sendas hay algunos tramos que son monte a través.
Dispensad si hay alguna foto que ha salido algo borrosa, el motivo ha sido el intenso frio de buena mañana que nos hacía tiritar de emoción.
A disfrutar de este paseo por este paraíso inmenso.