Pico Peiró (1579 metros) y pico Presin (1432 metros) desde Bentué de Rasal
near Bentué de Rasal, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
Hoy vamos a realizar un recorrido casi inédito, subiendo al pico Peiró y al pico Presin desde Bentue de Rasal, para ello, dejamos la furgoneta a las afueras de dicha población (sin entrar), donde comenzamos a caminar por la carretera, hasta localizar a mano derecha el sendero, al que accedemos de forma directa y continuamos caminando, cruzando el cauce seco del río Garona, para empezar a ganar suavemente desnivel, hasta llegar a la altura de una barranquera, por la que avanzamos en fuerte ascenso, por un sendero más o menos trazado, pero bien marcado, hasta que traza una curva a la izquierda, que nos saca de la barranquera.
Aquí, la pendiente cede algo, pero el sendero es más agradable, el bosque, ofrece una buena sombra, por lo que subimos tranquilos, alcanzando un collado, donde el sendero salta al otro lado, ya con la vista puesta en la cresta del pico Peiró, hacia la que vamos subiendo, por un espectacular sendero, en el que tenemos que ir atentos al suelo, ya que ha sido recientemente limpiado, pero, no han dejado arras los troncos y es fácil, rasgarse una pierna.
Unos minutos más tarde, alcanzamos el inicio de la cresta, que es sencilla, tiene más o menos un sendero que va cerca del filo, al que conviene no acercarse, ya que el precipicio es de aúpa y hoy, sopla un fuerte viento, por lo cual, nos asomamos lo justo, aunque las vistas hacia el pirineo y la zona de Argüís, son fantásticas.
En poco más de dos horas, alcanzamos el hito que marca la cima del pico Peiró, donde las nubes, cubren parcialmente el pirineo. El viento, es molesto, así que pararemos a comer más abajo, por lo que, tras hacer las pertinentes fotografías, seguimos recorriendo la cresta, hasta llegar al punto, donde localizamos el sendero de bajada, que, trazando cortas lazadas, entre un manto de erizones, conseguimos llegar al collado de Peiró, desde el que contemplamos Bentue de Rasal.
Como sigue pegando el viento, seguimos bajando, por un sendero roto, en el que bajamos con cuidado, hasta que, el viento deja de soplar, punto, en el que paramos a comer.
Después, continuamos con el descenso, que poco a poco, va perdiendo inclinación, hasta adentrarnos en el espectacular hayedo de Peiró, un tramo corto pero de gran belleza, en el que llegamos a una intersección, donde seguimos bajando, admirando la belleza de esta cara del pico Peiró.
A medida que vamos perdiendo desnivel, las hayas, dan paso a los pinos, la pendiente, aumenta considerablemente, por lo que trazamos alguna lazada, para evitar dar algún patinazo, hasta enlazar con la pista que viene de Arguis (izquierda), que traza un par de largas lazadas, que nos deja en la carretera que va a Bentue de Rasal, que recorremos durante medio kilómetro (collado de la Barza), donde mi compañero sigue por la carretera, mientras yo cojo un sendero, que de forma moderada va ganando desnivel, alternando tramos de bosque con otros a cielo abierto, trazando algunas lazadas en la parte superior, hasta alcanzar el collado de Presín, en el que confluye el sendero que viene de Caldearenas.
Ahora, tan solo queda caminar por el cordal, con unas vistas fantásticas hacia el Peiró y los Pirineos, más despejados, hasta llegar al vértice geodésico, que marca la cima del pìco Presin, que ofrece unas vistas idénticas a las del cordal, así que sin prácticamente detenerme, continúo por el cordal, hasta alcanzar una especie de collado (hay una tabla vieja de coto de caza), donde inicio el descenso, por un agradable y bien marcado sendero, que va trazando lazadas, donde, a medida que voy perdiendo desnivel, el bosque se hace más latente y ofrece una agradable sombra, que estamos en el mes de agosto.
Unos metros más abajo, el sendero, cruza la carretera, dando paso a un terreno lleno de paz, donde el sendero entre muros de piedra atraviesa un denso robledal, por el que llego a las estribaciones de Bentue de Rasal, una bella población, que atravieso de punta a punta, hasta alcanzar la furgoneta, donde me espera mi compañero, dando por finalizada está poco transitada circular pero bien chula.
Aquí, la pendiente cede algo, pero el sendero es más agradable, el bosque, ofrece una buena sombra, por lo que subimos tranquilos, alcanzando un collado, donde el sendero salta al otro lado, ya con la vista puesta en la cresta del pico Peiró, hacia la que vamos subiendo, por un espectacular sendero, en el que tenemos que ir atentos al suelo, ya que ha sido recientemente limpiado, pero, no han dejado arras los troncos y es fácil, rasgarse una pierna.
Unos minutos más tarde, alcanzamos el inicio de la cresta, que es sencilla, tiene más o menos un sendero que va cerca del filo, al que conviene no acercarse, ya que el precipicio es de aúpa y hoy, sopla un fuerte viento, por lo cual, nos asomamos lo justo, aunque las vistas hacia el pirineo y la zona de Argüís, son fantásticas.
En poco más de dos horas, alcanzamos el hito que marca la cima del pico Peiró, donde las nubes, cubren parcialmente el pirineo. El viento, es molesto, así que pararemos a comer más abajo, por lo que, tras hacer las pertinentes fotografías, seguimos recorriendo la cresta, hasta llegar al punto, donde localizamos el sendero de bajada, que, trazando cortas lazadas, entre un manto de erizones, conseguimos llegar al collado de Peiró, desde el que contemplamos Bentue de Rasal.
Como sigue pegando el viento, seguimos bajando, por un sendero roto, en el que bajamos con cuidado, hasta que, el viento deja de soplar, punto, en el que paramos a comer.
Después, continuamos con el descenso, que poco a poco, va perdiendo inclinación, hasta adentrarnos en el espectacular hayedo de Peiró, un tramo corto pero de gran belleza, en el que llegamos a una intersección, donde seguimos bajando, admirando la belleza de esta cara del pico Peiró.
A medida que vamos perdiendo desnivel, las hayas, dan paso a los pinos, la pendiente, aumenta considerablemente, por lo que trazamos alguna lazada, para evitar dar algún patinazo, hasta enlazar con la pista que viene de Arguis (izquierda), que traza un par de largas lazadas, que nos deja en la carretera que va a Bentue de Rasal, que recorremos durante medio kilómetro (collado de la Barza), donde mi compañero sigue por la carretera, mientras yo cojo un sendero, que de forma moderada va ganando desnivel, alternando tramos de bosque con otros a cielo abierto, trazando algunas lazadas en la parte superior, hasta alcanzar el collado de Presín, en el que confluye el sendero que viene de Caldearenas.
Ahora, tan solo queda caminar por el cordal, con unas vistas fantásticas hacia el Peiró y los Pirineos, más despejados, hasta llegar al vértice geodésico, que marca la cima del pìco Presin, que ofrece unas vistas idénticas a las del cordal, así que sin prácticamente detenerme, continúo por el cordal, hasta alcanzar una especie de collado (hay una tabla vieja de coto de caza), donde inicio el descenso, por un agradable y bien marcado sendero, que va trazando lazadas, donde, a medida que voy perdiendo desnivel, el bosque se hace más latente y ofrece una agradable sombra, que estamos en el mes de agosto.
Unos metros más abajo, el sendero, cruza la carretera, dando paso a un terreno lleno de paz, donde el sendero entre muros de piedra atraviesa un denso robledal, por el que llego a las estribaciones de Bentue de Rasal, una bella población, que atravieso de punta a punta, hasta alcanzar la furgoneta, donde me espera mi compañero, dando por finalizada está poco transitada circular pero bien chula.
Waypoints
Intersection
2,952 ft
Enlace sendero
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