Pico Porcabeza - Altos del Mouro - Espinapata. Desde Dolia(Belmonte).

Dolia - Alto de La Corredoria - Llanos del Mouro - Pico Porcabeza - Venta Porcabeza - Altos del Mouro - Alto de Espinapata - Dolia.
Como llegar a Dolia: partimos de Oviedo por la A-63. Salimos en Grado para incorporarnos a la AS-311 que va hacia Tameza. Al llegar a San Pedro nos desviamos a la derecha en dirección a Vigaña y Las Cruces, donde nos incorporamos a una carretera local que nos lleva hasta Dolia. Para la vuelta, desde Las Cruces utilizamos la carretera que nos lleva hasta el Alto de Cabruñana, por la ruta de la escanda.
Una gran parte de nuestra ruta va transcurrir por el Camín Real de la Mesa, antiguo itinerario cuyo origen se remonta a una primitiva calzada romana que comunicaba Asturica Augusta(Astorga) con Lucus Asturum(creen que se trata de Lugo de Llanera), que se introducía en nuestra Asturias a través de los concejos de Somiedo, Teverga, Belmonte de Miranda y Grado, con una longitud actual de 56,604 Km (GR)
Hacía 23 años que habíamos estado por estos lares haciendo una ruta muy parecida la de hoy y hemos podido comprobar que la vieja calzada se ha modificado y perdido su esencia en algunos tramos, dando paso a pistas y carreteras.
Partimos de Dolia una bonita aldea astur donde el tiempo parece haberse detenido, por la clásica calzada empedrada que enseguida nos va llevar a la vieja Venta de La Corredoria, una de las varias que existían a lo largo del Camín Real, que todavía se mantiene en pie, aunque como cuadra y cabaña. A lo lejos ya tenemos una panorámica del primer objetivo del día, El Pico Porcabeza.
Por la collada de La Corredoria actualmente pasa una carretera que comunica Dolia con San Martín de Ondes y con Tameza.
Desde la Corredoria giramos a la izquierda e iniciamos una subida por una pista, con los tramos más duros hormigonados y el resto con un firme de zahorra, recientemente reparada, para que los ganaderos puedan acceder en mejores condiciones a los amplisimos pastos de la zona.
A nuestra derecha podemos ver Peña Manteca y la Sierra de Begega, coronada por las torres eólicas y en cuya ladera observamos los estragos que los incendios causaron días atrás.
Llegamos al Llano del Mouro, con una cabaña y sus amplios pastizales. Hacia un rato que veníamos observando las idas y venidas de un helicóptero con su balde colgando, lo que auguraba un incendio próximo. Desde este llano ya divisamos el fuego que se estaba produciendo en el concejo cercano de Tameza.
Desde el Llano del Mouro ya vemos perfectamente, allá arriba, al final de la pradera, la cumbre de Porcabeza con su vértice geodésico, como invitándote a subir directamente hacia ella. Eso fue lo que hicimos, abandonamos el Camín Real de la Mesa y nos fuimos pradera arriba en busca de la cima.
Desde la cumbre podemos observar la panorámica que se presenta en todas direcciones: Cantabrico, Begega Manteca, montañas somedanas teverganas, Ubiñas, Caldoveiro...
El descenso lo hacemos hacia Peñas Negras, por donde años atrás habíamos ascendido al Porcabezas. Allí enlazamos de nuevo con el Camín Real, para después de echar un vistazo a las cumbres cercanas como el Redondo y el Monegro, retroceder hacia la Venta de Porcabeza, con el miliario XXXVI en sus inmediaciones.
La Venta de Porcabeza situada a 1100 metros de altitud entre prados circundantes, prestó diversos servicios a los viajeros desde la época antigua, hasta la actualidad. Hasta principios del siglo pasado los arrieros la seguían utilizando para llegar a Torrestío y a la Babia leonesa, así como para el transporte de mercancías. En la actualidad se ha transformado en una gran cuadra y tenada para los animales.
Seguimos avanzando hacia Llano del Mouro. A la altura de una laguna, seca en este tiempo, abandonamos el Camin Real y giramos al este hacia el collado Balbona, para iniciar el ascenso hacia los Altos del Mouro, dando vista a otro valle.
Desde los Altos del Mouro descendemos con direccion norte a las Vegas de la Cervienza, para cruzar la carretera y acometer la subida hasta el Alto de Espinapata.
Desde el Alto, el descenso por la otra ladera hacia Dolia esta poblada de brezo, así que retrocedimos unos metros para bajar por una ruta más cómoda, cruzar el río Dolia, con muy poco caudal, e incorporarnos a una pista empedrada que nos lleva de nuevo al Camin Real en los aledaños de Dolia.
Dolia alojaba a quienes pasaban por el Camin Real de La Mesa, ofreciéndoles agua, posada, lumbre y sal. A cambio de esto, no pagaba contribución al dominio monacal al que pertenecía.
Cuenta la historia que por esta zona tuvo lugar la batalla de Lutos, también llamada de los Lodos. Fue en el año 794 cuando el emir cordobés Hisham envió dos incursiones militares contra el Reino de Asturias al mando de los hermanos Abd al-Karim ibn Abd al-Wáhid ibn Mugaith, quienes sin encontrar resistencia saquearon la propia corte de Oviedo, destruyendo las iglesias construidas por Fruela, entre ellas el germen de la actual Catedral de Oviedo. En el camino de regreso a tierras andalusies a través del Camino Real del Puerto de La Mesa, el rey AlfonsoII y sus hombres le tendieron una emboscada en un lugar escarpado cuya situación se cree que podría ser Lodos.
Como consecuencia del ataque, la mayor parte de los musulmanes y los dos hermanos que los mandaban resultaron muertos.
Cuando disfrutábamos de nuestra comida de final de ruta, sentados en un rincón de Dolia, tuvimos la agradable visita de tres niños, su madre y su abuela, muy queridos de mi hijo, que tienen sus ancestros en este pueblo, del que se sienten muy orgullosos e identificados.