Pico San Millan. Subida por río Urbión y bajada por las cascadas

Clásica subida al techo de la Provincia de Burgos.
Para el inicio de la ruta salimos desde el área recreativa de Zarcia que se encuentra unos kilómetros después de haber pasado el pueblo de Santa Cruz del Valle Urbión por una pista de tierra en buen estado.
Arrancamos por la pista que hay una vez cruzado el puente sobre el río hasta alcanzar una primera bifurcación. Ambas permiten alcanzar el San Millan. Nosotros optamos por la de la izquierda. Enseguida llegaremos a una nueva bifurcación. Aquí he leído varias descripciones sobre si sería mejor subir por las cascadas y volver por el río o al revés. La verdad es que no sé cuál de las dos opciones sería la más factible. Nosotros elegimos la de ascender remontando el Valle del río Urbión. Este tramo es excepcional pues vamos un buen rato dentro de un frondoso bosque de hayas, rebollo y pinar. Iremos remontando el río ya sea por sendas o por el propio cauce en algunos tramos por lo que deberemos estar atentos a los hitos para no perdernos.
Finalmente saldremos del bosque y ahora abordaremos la subida por toda la cara norte entre terreno de pedriza y pastizales. Nuestro objetivo será alcanzar un collado que fácilmente identificaremos al fondo del todo.
Una vez alcanzado el collado, giraremos a la derecha; la senda pasa un momento al lado sur y vuelve de nuevo a la cara norte hasta alcanzar la cima.
Para el descenso bajaremos por la loma en dirección norte, hacia el Pico de Trigaza que está al fondo. Estaremos atento al pasar un claro collado y después de ascender un poco nos desviaremos hacia nuestra derecha en otro collado algo menos marcado (atención a los hitos y un cartel), para empezar a bajar hacia una cañada o zona de pastos (Cañada de los Carneros) encaramada a un espolón. En ese punto la senda gira hacia la izquierda y se dirige ahora hacia la Cañada Garrula.
En ese punto tenemos la opción de girar hacia la izquierda y regresar a la primera bifurcación comentada al principio o descender por la Senda de las Cascadas.
En nuestro caso elegimos la segunda opción. Al ser ya mediados de agosto y estar en un año seco, prácticamente no había agua por lo que me pareció un descenso más fácil de lo que yo pensaba aunque tampoco hay que confiarse. Desde luego, bajar por esta senda en época de deshielo o con lluvia puede ser bastante peligroso por lo que cada uno debe de valorar si acometer este tramo o no. Hay algunos montañeros que piensan que subir este tramo es mejor que bajarlo y en este caso pueden tener razón siempre y cuando las condiciones meteorológicas sean adversas.
Una vez descendido este tramo (hay que estar muy atentos a los hitos), saldremos del curso del río por nuestra izquierda remontando una loma para volver a caer al punto donde comentábamos la segunda bifurcación.