Pico Valdemadera (1273 m) y cerro los Altares (1123), desde el Santo (subida por barranco Valdecerezo y bajada por GR.90)

Para disfrutar del otoño sin tener que hacer largos desplazamientos, hoy me acerco hasta la sierra de Algairén, para subir al pico Valdemadera desde el Santo de Aguarón, donde aparco la furgoneta.

Así que desde el Santo de Aguarón, comienzo a caminar por la pista principal que se dirige al Raso de la Cruz, durante trescientos metros, hasta tomar una pista a mano izquierda, por la que subo unos metros, hasta llegar a otro cruce, en el que da comienzo el tramo circular, donde nace un camino y una trocha, casi imperceptible.

Como la mañana es fría y sopla viento (unos 4º), decido hacer la circular en sentido antihorario, ya que este tramo es más largo y quiero dar tiempo, a que el sol caliente cuando este en la cima, por lo que tomo el camino que tras superar unos metros, se vuelve totalmente llano, transformándose rápidamente en un precioso sendero, por el que avanzo entre pinos y carrascas, bordeando el cerro Las Pilas, observando como el otoño ha pintado las viñas del campo de Cariñena.

Cuando alcanzo el primer kilómetro, el sendero se bifurca en dos, tomando el de la izquierda, por el que sigo bordeando el cerro entre olorosas jaras, que pueblan las orillas del sendero, en el que a medida que voy avanzando, empiezan a aparecer los primeros robles, que ponen la nota de color al recorrido.

Poco a poco, voy bordeando la montaña, el pico Valdemadera y el cresterío que va desde la Peña Sangarba al Vedado se hace visible, avanzando por el sendero que tras un giro a la derecha se transforma de nuevo en camino, alcanzando un cruce, donde tengo la posibilidad de bajar hasta enlazar con la pista que va al Raso de la Cruz o continuar por el camino hasta desembocar en el barranco de Valdecerezo, que es la opción que elijo.

Así que continúo recto durante unos metros, hasta tomar a mano izquierda otro camino (el otro esta prohibido ya que hay varias colmenas de abejas), para iniciar un largo descenso que tras una lazada, me permite enlazar con el barranco de Valdecerezo, que comienzo a remontar, por un precioso sendero repleto a ambos lados de vegetación (carrascas, robles, roble albar, arces de Montpelier, fresnos, acebos, fresas silvestres, gayuba ...), hasta llegar al Sitio del Emparrado, donde hago un descanso para echar un trago y quitarme ropa.

Después, continúo subiendo por este jardín botánico que es el barranco de Valdecerezo, afrontando las rampas más duras, entre densa vegetación que no deja pasar la luz del sol, en el que a medida que voy ganando desnivel, los robles se van apoderando del entorno, formando una amplia paleta de colores, hasta alcanzar un cruce de senderos, donde tengo la posibilidad de acortar la circular, para empalmar con el collado de Valdecerezo (GR.90.3), por el que más tarde regresaré al Santo de Aguarón.

Como mi idea es subir a pico Valdemadera, decido seguir por el barranco de Valdecerezo, que ahora ofrece tramos más asequibles pero igual de bellos, donde las carrascas ofrecen algunas zonas donde puedo disfrutar de las vistas al campo de Cariñena, a la Plana de la Muela y a las Planas de María.

Ya por terreno prácticamente llano, avanzo lentamente disfrutando del entorno, compuesto principalmente por algunos bellos ejemplares de robles y carrascas, donde el viento comienza a soplar, síntoma de que estoy llegando al cordal que une el pico Valdemadera con el Alto de la Nevera o mirador de la Falaguera, aunque antes me desvío unos metros para visitar la nevera de Cosuenda.

Luego, regreso al sendero principal por el que asciendo los últimos metros hasta alcanzar el collado de la Nevera, donde continúo por el camino que recorre el cordal hacia el pico Valdemadera, pasando por el desvío que baja por el GR.90.3 hacia el collado de Valdecerezo, que utilizaré dentro de unos minutos para bajar al Santo de Aguarón, aunque de momento sigo por un sendero que de forma directa me lleva hasta el pico Valdemadera, máxima elevación de la sierra de Algairén, en cuya cima permanezco el tiempo justo para fotografiar las sierras de Modorra, Vicort y de la Nava Alta, porque el Moncayo hoy está parcialmente cubierto por las nubes.

Después, regreso al cruce donde comienzo a bajar de forma directa por el GR.90.3, bajo la linea de alta tensión que no abandonaré hasta el final, con la vista puesta en el Cerro los Altares, que es la siguiente elevación, aunque de momento tras pasar por una mancha de robles, alcanzo el collado de Valdecerezo, donde abandono la marcas blancas y rojas del GR.90.3, para continuar subiendo por una trocha de forma directa, entre rocas, matorral bajo y algunas carrascas, hasta llegar a la cima del Cerro los Altares.

A partir de este punto, la trocha se hace algo menos visible en algunos puntos, por lo que desciendo despacio, buscando los hitos que me ayudan a pasar por las zonas más limpias, ya con la vista puesta en las vides del campo de Cariñena, vestidas con sus mejores galas, mientras poco a poco la pendiente se va suavizando, atravesando un camino, al que no hago caso, para continuar el descenso pasando junto a un puesto de caza.

Tras un pequeño tramo de sube y baja, camino casi por terreno llano bordeando el bosque, compuesto mayoritariamente por pinos y alguna carrasca, donde ya diviso el tejado de el Santo, desembocando en un par de minutos en la pista, donde cierro la circular y regreso sobre mis pasos hasta el área recreativa del Santo, finalizando esta sencilla pero bella circular, por una sierra que no deja de fascinarme, habrá que seguir volviendo.