Pico Valdenaza desde Calcena

NOTA SOBRE LA DIFICULTAD DEL ITINERARIO:
Se incluye una valoración subjetiva según los criterios de evaluación de Wikiloc (fácil, moderado, difícil, muy difícil y solo expertos) y una valoración lo más objetiva posible según los criterios de evaluación del método MIDE (Método de Información de Excursiones) —Manual MIDE—.


DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
Circular por el Ibérico zaragozano que nos permite conocer las primeras estribaciones de la Sierra del Tablado, haciendo cima en el casi anónimo Pico de Valdenaza, en una incursión por el término de Calcena, que no abandonaremos en ningún momento.
A través de las famosas Peñas de Cabo de Calcena, que acogen siempre gran trajín de escaladores, abandonaremos la carretera de Oseja por el barranco de la Similla, en lo que viene a ser el camino tradicional que unió y une las poblaciones de Calcena y Aranda de Moncayo.
La traza del camino es clara, y encontraremos incluso algunos tramos donde aguanta medianamente murado, para separarse de antiguos campos de pasto. Bordearemos varios corrales, hoy totalmente en ruinas, pero que atestiguan el intenso aprovechamiento humano del medio.
En el Collado de Mondecabras (o del Marojal), abandonaremos el trayecto del camino hacia Aranda y, ya sin señalización, recorreremos en ascenso la larga cuerda de la Sierra del Tablado que nos conducirá sin pérdida hasta el Pico Valdenaza. Vale la pena encaramarse a sus altos, ya que podremos contemplar una panorámica completa de las sierras ibéricas, tanto del Moncayo como de otras satélites de menor altitud, como la vecina Sierra de la Virgen. Además, no hay nada que lo señale, pero estaremos caminando por la Cañada Real que unió los términos de Borobia en Soria y Oseja en Zaragoza, una de las rutas predilectas de trasterminancia de los ganados castellanos hacia los pastos aragoneses.
Al poco de hacer cima en Valdenaza, emprenderemos el descenso a través de un cortafuegos en acusada pendiente que va a buscar la Plana de Calcena y la circunvala a través del barranco del Roble, en una zona también de evidente vocación ganadera.
El descenso se completa con total comodidad por una serie de pistas y caminos en diferente estado de conservación, pero totalmente practicables y accesibles.
El último tramo del barranco del Roble coincide con su práctica desembocadura en el río Isuela, que en este tramo es un cascajar que solo cuenta con agua superficial cuando se producen avenidas.
Calcena queda a la vista de nuevo tras desembocar en el puente del Isuela. Solo nos resta volver por donde hemos venido, los huertos de la Calleja, que dan acceso al Centro de Interpretación del Moncayo en Calcena, ubicado en la planta baja de las antiguas escuelas de la localidad.

CRÓNICA COMPLETA: