Picos Blancos y Pico Cebolleu, invernal desde La Cueta

Han sido los Picos Blancos en Babia Alta una de las montañas más agradecidas que he tenido la suerte de ascender este invierno, si es que podemos llamar invierno a lo que el cambio climático está dejando de él, y que aunque por mucho que algún político ignorante se empeñe en negar, hasta los osos se han dado cuenta y vagan aturdidos por estas montañas tan bellas.
Agradecida porque con sus escasos 2070 m de altitud tiene una no desdeñable prominencia de 270 m y una relevancia de más del 41%. (para hacerse una idea el imponente Montihuero la tiene del 46%), lo que permite una estupenda panorámica de una de las zonas montañosas más bonitas y afortunadamente desconocidas de este país en el que nos ha tocado vivir, y aún si me hubiera tocado en otro, diría lo mismo. Ésto nos permite montañear(si se me permite el palabro) sin vernos inmersos en una procesión, y disfrutar de la montaña en soledad, o casi. Es además una ascensión bellísima, corta y sin dificultades técnicas reseñables ni pasos expuestos, aunque sí es necesario usar saber usar con corrección el material invernal si éste es necesario.
Partimos del La Cueta (pueblo de mayor altitud de León con 1442 m), o mejor dicho del punto más alto del barrio de La Cueta, donde hay un conocido Hostal (Picos Blancos) con una sidra riquísima donde al finalizar la jornada es habitual compartir unas sidras o cerves con montañeros/as que han realizado rutas por la zona. Salimos pues en dirección norte por una pista clara que tras adentrarse en el Barranco de los Borras (aunque de barranco tiene poco) se convierte en camino, para tras pasar la praderas y cuesta de Las Suertes (con ese nombre era imposible que el día se diera mal) llegar a la Fuente Forcada. No esperéis aquí repostar agua o encontrar una fuente al uso, ya que en realidad son unos charquillos en el suelo de donde nace una manantial enano, aunque sí, se puede llamar una fuente.
Por aquí hay que andar con ojo para no irse por una pista más clara que luego se empieza a dirigir N-NO y que nos llevaría a la majada Chagüezos, desde donde se puede ascender a Peña Chana (Chagüezos), con la que el personal a veces se hace un lío, ya que hay otra Peña Chana más conocida en la laguna de Las Verdes al NO del Montihuero, también denominado Picos Albos, y que no tiene nada que ver con los Picos Blancos (que sólo es una cumbre) a los que nos dirigimos. Vaya chapa...
Vamos por tanto siguiendo el camino en dirección NE hasta llegar al collado de Las Cruces a 1780 m. Ya antes de alcanzarlo nos llevamos el primer regalo, ya que si miramos hacia atrás tenemos una estupenda visión de Ancares. No tenía muy claro si iba a subir a Los Blancos, al Cebolleu, o ambos, según surgiera...
En el collado ya vemos claramente ambas cumbres, así como el collado que las une. La nieve estaba blanda, como empieza a ser demasiado frecuente, así que me calcé las raquetas y empecé a ascender por la zona que más cómoda me parecía. Hay por aquí una lagunilla de esas que casi nunca se ve, en invierno porque está nevada y en verano porque está seca y que lógicamente no ví. A los 1860 m no me gustó la cara nordeste de los Blancos, difícil explicar por qué, una sensación, mucha nieve y en una zona que no conocía, yo que sé....el caso es que decidí subir primero al Cebolleu. Cruzamos para esto un jou,donde en un par de ocasiones se desmoronó la nieve que cubría el curso de un riachuelo, y empecé a ascender hacia el collado del Cebolleu. Son las raquetas unos instrumentos que nunca han gozado de mi simpatía, y cuyo uso entraña ciertos riesgos si se asciende con ellas. Pero como las llevaba puestas fuí buscando las zonas sin hielo, y así, prácticamente sin darnos cuenta, ya había ascendido más allá del collado. Ni que decir tiene, que en condiciones algo más frías, hubiese sido imprescindible el uso de piolet/crampones, y también que hay raquetas, y raquetas...
De aquí a la cima del Cebolleu son dos agradables zancadas; arriba, un tubo y unas vistas muy generosas: al NO la Chana Chagüezo y su cordal, bonito, más allá El Cornón, soberbio. Al SE el imponente Montihuero con su Espadaña y todos sus acólitos: Peña Chana, Peña Redonda, la Salgueiro, Los Años, el pequeño Chabuezo...todo nevado y en un día limpísimo...una alegría ..Al SO los Picos Blancos, con una preciosa arista nevada por su cara norte y limpia por la contraria, tentador....tentador, y yo, pecadorrrr por naturaleza no me pude resistir y animado por algún buen espíritu bajé al collado y empecé a subir. En nada tenemos unas trepadas sin riesgo y no expuestas y que se hacen con facilidad con los básicos tres puntos de apoyo. A nuestra derecha vemos toda la cara NO de los Blancos a través de una arista perfecta. Puede ser un poquito aéreo pero carece de dificultades. En nada estamos arriba al lado de un gran hito de piedra y con una inmensa satisfacción al observar una panorámica de 360º que es emocionante. Aquí dejo a cada uno/a con sus sensaciones, pero os aseguro que esta sencilla cumbre transmite muchas, muchas más de las que se podría esperar de un dos mil pelao.
Ahora sólo hay que bajar en dirección SE y luego S hacia el valle de Pozo García. Alguna pedrera con culada cuasi garantizada por la pendiente que tiene pero sin ninguna dificultad ni riesgo. Una vez en el valle ya vemos la pista al lado del Sil que tras cruzar el puente Bustusil nos lleva de nuevo a La Cueta.
El track es bueno. Sin nieve ni hielo diría que es una ruta de senderismo moderada; con ambas de alpinismo fácil....pondré de senderismo moderado , aunque el sendero a veces brille por su ausencia.
Esta ruta os va a gustar mucho. Seguro