[PICOS de Europa] Cruz de Priena desde Corao, Cangas de Onís

Desde Cangas de Onís tomamos la AS-114 y dejamos el coche en el pintoresco pueblo de Corao, donde tendremos abundante aparcamiento y 3 chigres para el regreso.

Para llegar a nuestro objetivo de hoy, la Cruz de Priena, seguimos parte de la Ruta de Frasinelli, por la cual el célebre "alemán de Corao" ascendía al entorno de los Lagos de Covadonga. Comenzamos la andadura desde Corao, en dirección a Abamia, donde también podríamos llegar en coche y ahorrar algo más de un kilometro. Sin embargo, nuestro afán de recorrer los pasos del germano nos hicieron decidirnos por la primera opción.

Avanzamos, entonces, por la carretera hasta Abamia, y si bien es poco transitada el retorno lo haremos por pista, más tranquila, y además más corta.
Poco a poco se va ganando altura, por pistas y terreno hormigonado, lo que facilita la ascensión, a la vez que los arboles nos van dando, de cuando en cuando, resguardo del duro sol. La parte final de la ascensión tiene pocos árboles, y el camino sin estar marcado, permanece pisado y se puede seguir bien.

Al llegar a la cima: impresionantes vistas a las sierras costeras, el entorno de Ponga, con el Tiatordos majestuoso, y a nuestros pies la Basílica de Covadonga, con su hervidero de visitantes como es propio de un domingo estival. Al fondo, dirección sureste, escondidos hoy entre las nubes, las cimas de los Macizos Occidental y Central de los Picos de Europa. Lamentablemente no podremos avistarlos, queda en nuestra libreta apuntada repetir la visita y buscar más suerte.

Tras una comida ante semejante espectáculo regresamos, con un pequeño desvío para pasar por Teleña, y luego recuperar la senda hacia Abamia a través del bosque. Desde Abamia tomamos la pista y en breves minutos llegamos a Corao y a un merecido refrigerio.

Se trata de una ruta sencilla, con poco desnivel que además no se atraganta dada la firmeza del piso. Es visita obligada para todos los apasionados de Covadonga.