PICOS DE EUROPA: Urriellu - Sotres por Collada Bonita

Tercer día en el macizo central de Picos, volviendo desde el refugio de Vega de Urriellu a los invernales del Texu pasando por Collada Bonita y bajando por el Valle de las Moñetas.

Salimos del refugio y nos metemos por la canal de la Celada, con una vista brutal del Urriellu a nuestra derecha y la Torre del Carnizoso enfrente. Después de un par de pasos en los que hay que echar la mano a la roca, llegamos a un sendero pedregoso que nos lleva a la base del Urriellu en su cara sur. Aquí merece la pena pararse a ver el Pico, con numerosos escaladores ascendiendo, así como el “Jou tras el Picu”, rodeado de tremendas moles como la Torre del Oso, la Morra, varias agujas rocosas…

La subida a Collada Bonita se hace en dos partes. Primero un tramo rocoso que se puede superar por tres sitios. En nuestro caso elegimos probablemente el más complicado, por una grieta que hay que trepar al estilo de la brecha de los Cazadores. A la izquierda sube un “sendero” jitado aunque algo expuesto para mi gusto, y a la derecha la subida más habitual según me han dicho después y que todavía no conozco. Será la próxima vez. Después de ese paso nos queda un zigzag muy empinado por un fino pedrero que nos deja en Collada Bonita. Desde aquí las vistas a ambos lados son para recordar, tanto del macizo oriental como del circo que preside el Urriellu, llegando a ver Peña Santa y el macizo occidental al fondo.

La bajada de Collada Bonita hacia el sureste comienza con un sendero de piedra fina y realmente empinado donde las manos ayudan en muchas ocasiones, y que supone un castigo para las rodillas después de 4 días de caminatas. Seguimos un trayecto más o menos jitado pero, al no conocer esta zona, siempre con el GPS a mano para no desviarnos mucho del track. Es una bajada preciosa, entretenida, que nos lleva como colofón del día al Lago Moñetas, enclave precioso a los pies del Paredón del Albo donde paramos a comer.

Nos queda bajar el valle de Moñetas por un claro sendero hasta enlazar con la pista de Áliva que nos lleva de vuelta, pasando por Vega de Sotres, hasta los Invernales del Texu donde habíamos dejado el coche dos días antes.