Picos Llerenes-Colladrines-Castaño desde Ciguera

Ruta bellísima por la montaña leonesa, en la zona de Riaño. En esta ocasión ascenderemos 6 cimas, entre principales y secundarias. Pero lo cierto es que todo el trayecto es una maravilla, especialmente en esta época.

Hay que destacar que es una ruta durilla. No es técnicamente complicada, aunque tiene alguna trepadita divertida, pero sobre todo, es rompepiernas, por las continuas subidas y bajadas una vez pillas la cresta principal.

Comenzamos desde las proximidades de Ciguera. Dejamos el coche en un pequeño apartado de la carretera. Avanzaremos por ella unos pocos metros y al poco, traspasaremos una valla a la derecha para tomar el camino inicial. Se puede decir que el camino hasta el primer collado está marcado en prácticamente el 90%, bien por senda o bien por hitos, pero sí es cierto que en alguna ocasión necesitaremos del GPS (al menos yo sí) para enlazar algunos de los tramos, ya que se difuminaban. También es importante reseñar que hasta el collado, encontraremos un par de fuentes que pueden venirnos bien en caso de apuro.

Una vez en el collado, tendremos a la vista la primera cima del día. No tiene nombre, pero decidimos abordarla. Ojo aquí, porque como se puede ver en la ruta, quise pillar la cresta desde el inicio, pero luego vi que era un tramo complicado, así que me tocó destrepar por un sitio un poco complicado para abordarla desde más abajo. En resumen: no coger la cresta desde el principio, abordando la cima avanzando trecho por abajo hasta ya subirla al final de dicha cresta.

En esta cima ya vamos a ver las impresionantes caras norte del Llerenes, y un poquito más al sur pero muy cerca, de Peñas Pintas. No nos entretenemos mucho y tiramos para el Llerenes, bordeando la cresta por el sur. En la base del mismo dejaremos los bastones, ya que total, vamos a volver por el mismo camino y tendremos que hacer alguna trepadita, con lo que nos vendrá bien tener liberadas las manos.

La subida está bastante hitada, así que se puede seguir bien. Como dije, hay alguna trepadita corta sin mayor problema, ya que hay buenos agarres y no es especialmente expuesta. En un momentito estaremos en la cima, y tendremos delante nuestro la vista que a partir de ahora nos acompañará durante todo el recorrido por el resto de picos: los Picos de Europa al norte y la montaña palentina al este, predominando claramente el majestuoso Espi. Todo adornado con las bonitas vistas del pantano de Riaño.

Tras disfrutar un buen rato del momento y tomar algo, ya que encima el tiempo acompañaba, nos decidimos a descender exactamente por donde habíamos subido. Volvemos a la base y recogeremos los bastones, ya que inmediatamente nos ponemos a ascender a la tercera cima del día. También tocará trepar un poquito en algún punto, pero más "light" incluso que en el Llerenes. Las vistas, serán similares, a diferencia de que podremos disfrutar de las vistas de este último.

Seguimos con el continuo sube-baja, para ascender rápidamente al pico Colladrines sin mayor problema. En este punto, se nos abren las vistas a los picos que nos quedan: Las Peñeras y Castaño. Volvemos a descansar un poquito y otra vez a descender, para atacar la penúltima cima del día, la cual abordaremos por la parte izquierda, rodeando unos peñascos para subirla por su parte oeste, mucho más sencilla.

En principio, esta cima se trata de Las Peñeras, aunque en su cima hay un curioso buzón/veleta con la inscripción del Pico Castaño, que supuestamente, es el siguiente según los mapas. En cualquier caso, sea uno u otro, vamos a ascender ambos, así que no tiene mayor importancia. No nos detenemos mucho porque, aunque las vistas son incluso mejores que en los anteriores, hay bastantes moscas/mosquitos/abejas alrededor del buzón, y resulta un poco molesto, así que unas pocas fotos y "p'abajo". Y ya finalmente, abordaremos el último. Aquí no hay aparentemente sendero, así que lo subimos un poco por donde vemos, pero en la parte final sí vemos algún hito, que nos indica que lo ascendamos por una pequeña minicanal a la izquierda de una gran pared rocosa. Subiremos por ahí y llegamos a la cima en un periquete.

Como el cansancio de tanto ascenso y descenso ya se deja notar en las piernas, aprovecharemos para tomar el más que merecido bocata, disfrutando de las impagables vistas.

Tras un buen rato, comenzaremos a descender. En primer lugar por el mismo sitio que ascendimos, para al poco, desviarnos a la derecha, siguiendo sendas poco marcadas cuando las encontramos, pero en todo momento yendo hacia el oeste. Alcanzaremos un bonito collado en el cual veremos esta senda más marcada. Continuaremos atravesando campos de pasto de caballos, siempre en marcado descenso. Al poco divisaremos la carretera, la cual nos servirá como punto de referencia. Enlazaremos tramos de senda con tramos de campo a través, pero siempre descendiendo sin mayores problemas, hasta alcanzar la misma.

Para alcanzar la carretera, tendremos que atravesar una alambrada, que por el punto que pasé está ya muy suelta y no hay mayor problema. El tramo final será el más aburrido y "feo" de la ruta, ya que nos tocará andar aprox. un kilómetro por asfalto.

En resumen, una gran sorpresa de ruta. Lo tiene todo: belleza, dureza, cimas, trepadas...totalmente recomendable!