Picos Napinales 1804 m. y Galardón 1778 m., nacimiento río Alcanadre, circular desde Laguarta

Esta interesante ruta parte de la localidad de Laguarta, seguramente bastante desconocida para muchos. Para llegar a este pueblo hay que tomar la carretera A-1604, también llamada de La Guarguera, bién desde las proximidades de Boltaña (pasada la localidad dirección a Fiscal, hay un cruce señalizado), o desde la N-330 pasados los túneles de Monrepós.

Por el núcleo urbano discurre el GR-268, o llamado Camino de San Úrbez; éste recientemente restaurado camino pudiera contribuir a sacar a esta localidad del olvido, el abandono y la despoblación. Recordemos que hasta hace menos de 10 años ni siquiera tenían luz facilitada por las compañías eléctricas, hecho a mi parecer absolutamente vergonzoso e indignante. Según me cuentan, a día de hoy 24 casas cuentan con enganche, que antes se tenían que auto abastecer por medio de una mini central privada que se puede visitar justo al iniciar nuestra ruta.

El punto de partida es desde el mismo centro urbano, por el GR y a la vez un PR, ambos señalizados. También se puede ir por la carretera saliendo dirección oeste, son apenas 150 m.

Abandonaremos el GR nada mas pasar la mini central eléctrica (señalizada) o unos contenedores de residuos. Tomamos un camino a la derecha, en pena curva de la carretera asfaltada; enseguida el camino da un par de revueltas y pasa junto a una enorme pilona de alta tensión que será nuestro punto de referencia principal. Desde ella, el camino sigue reconvertido en senda por el abandono, no obstante la referencia es "hacia arriba" todo derecho, la traza es evidente y mejor no tomar ningún atajo en las pocas revueltas que encontremos.

En el WP 05 dejaremos la pista o camino reconvertido a sendero. La nueva senda llena de mojones para no perderse, enlaza con otro camino mejor conservado (WP 06) que asciende igual de fuerte hasta un falso collado. A partir de este punto, el camino tiene su desarrollo enmedio de un tupido pinar, a media ladera pero muy ancho, llaneando hasta un collado real, que es el camino de acceso a la Peña Canciás. Mucha atención antes de alcanzar este segundo collado, porque un camino sin señalizar parte a la derecha y ese es el nuestro.

Tomamos este nuevo camino (WP 07) que también pasará a la historia de los olvidos, de todas maneras es un lugar impresionante, el bosque de pino pasa a ser de hayedo en esta "cara norte", también hay robles, serbales... toda la traza es una alfombra de hojas y cuando sales del arbolado te espera alguna pequeña pradera muy verde; eso sí te tienes que agachar en muchos puntos para pasar bajo las ramas o bien saltar algún tronco caído que no será retirado. Vamos, un camino salvaje y a la vez bucólico, solitario... no es de extrañar en esta zona que salga algún corzo o jabalí. A mi me salieron ambos.

Avanzamos por la pista en la que existe una divisoria, deberemos tomar el ramal de la derecha o sea la que sube más y por él accederemos a la cresta de la Sierra de Galardón, con grandiosas vistas a ambos lados. No dejaremos la pista excepto para ascender a los dos picos (Napinales y Galardón) que son mucho más accesibles por la vertiente sur oeste. En mi caso no encontré a la primera el acceso y lo hice por medio del bosque (WP 10), pero no es lo ideal pues la pendiente, aunque breve, es muy pronunciada. Mejor pasar el pico y acceder por el punto de bajada si no se ve claro a la primera.

Pequeña parada en la cima del Napinales y continuamos sin senda clara, aunque se aconseja seguir por el cordal la realidad es que la pista, aunque difusa, es la mejor alternativa si no quieres pisotear erizones y sortear grandes masas de boj.

Siguiendo dicha pista sin dejarla, acabaremos en el Galardón, más accesibel que el primero. Larga parada porque en adelante solamente queda descender.

Continuando por la pista que sigue el cordal, vemos la enorme masa forestal hacia el sur, valles del Alcanadre y del río Guarga. Al fin el camino abandona la divisoria y se decanta al nordeste perdiendo rápidamente altitud hasta una gran pradera con su corral de muros de piedras. En este bonito lugar aparecen las grandes fitas del GR-268 que seguiremos ya sin pérdida hasta Laguarta.

En el primer trecho del enlace con el GR podremos visitar el embarrado nacimiento del río Alcanadre, bastante embarrado ya que es lugar de paso de las vacas. Merecería ser dignificado con alguna mejora y señalizacion del punto del nacimiento.
A los pocos metros el chorrillo pasa a ser chorro y se oye el ruido del agua durante mucho rato, es como una premonición o advertencia del importante caudal que lleva este gran río todo el año.

Todo el tramo de descenso (gr-268), muy largo, está perfectamente marcado, balizado y limpio tanto en sus tramos de camino como de senda.

La dificultad de moderado es por la pequeña incertidumbre que crea esta ruta durante su ascensión, ya que existen numerosos puntos de cruces que hacen conveniente el uso de GPS o de una dedicada atención.