Picotas

Saldremos de San Millán de Lara por la carretera que lleva a Tañabueyes, a los cuatrocientos metros nos tenemos que salir por la derecha por un camino que enfila hacia la cercana Ermita de la Cuesta. Tras la visita de la Ermita situada en un bello entorno, tendremos que ir un rato por el bosque, sin camino definido, aunque está bastante despejado y no hay ningún problema, hasta enlazar con un camino que viene de San Millán y que en dirección norte se dirige hacia los corrales de Carrebermeja. Tras una corta ascensión llegamos a las abandonadas tenadas situadas en el cordal. En este punto giramos en ángulo recto, en dirección norte por un camino que recorre todo el cordal. Tras superar una valla, iniciamos el último tramo de la ascensión en la que transitaremos por un espectacular robledal, que nos llevará con una pendiente mayor hasta el vértice geodésico de Picotas a 1.307 metros. Las vistas están bastantes limitadas por el abundante arbolado, aunque hay una bonita perspectiva de Tinieblas sobre cuya vertical se encuentra.

Hasta aquí no hay ningún problema y sería una interesante actividad de media jornada si se volviera por el mismo camino de subida, pero yo decidí seguir por toda la cresta hasta las faldas de Casarejo. El primer problema era salvar el profundo barranco de Valmayor, para lo cual partimos desde la cima con tendencia sureste hasta encontrar un camino que recorre las laderas del Picotas de Norte a Sur. El punto por el que yo bajé al fondo del barranco quizá es un poco empinado, siendo más recomendable quizá continuar más hacia el Norte, hacia unas campas donde el terreno está más despejado, eso lo vi luego desde el otro extremo del barranco. Una vez en el fondo del barranco hay que cruzar el arroyo. Yo me tuve que descalzar ya que bajaba bastante crecido. Una vez en el fondo del barranco, lo tomamos en dirección Sur, para el poco tiempo desviarnos hacia la derecha por un empinado vallejo ascendente donde sin ningún problema, salvo el del fuerte desnivel ascenderemos en una bonita subida entre robles con algún rastro de sendero, hasta completar la subida. Una vez en lo alto hay que seguir en dirección noroeste por terreno bastante despejado con algo de matorral, hasta enlazar con un camino que ya sin ningún problema nos llevará por todo el cordal en un largo recorrido hasta enlazar con la carretera que va de Villamiel de la Sierra a Tañabueyes, en la misma falda del pico Casarejo, fácilmente reconocible por sus molinos eólicos. Avanzamos por la carretera para a los pocos metros salirnos por un camino a la izquierda y paralelo a la misma, aunque yo seguí un rato más por la carretera. Llegamos hasta las Tenadas del Cerro y sin solución de continuidad, hasta el cercano pueblo de Tañabueyes donde me recibieron un par de ruidosos perros.

Desde el centro de Tañabueyes tomamos una pista hacia la izquierda, en dirección sur que nos llevará hasta la cercana iglesia desde donde hay una espectacular panorámica de las Tierras de Lara con el telón de fondo de la Sierra de las Mamblas. Desde la iglesia, tomamos una pista en dirección sur que llanea y al poco se transforma en un pequeño camino que serpentea por el páramo. Bajamos una loma y el camino conecta con el río Cabrera. Desde aquí hasta Rupelo nos espera un espectacular tramo en el camino discurre por un bonito desfiladero tallado por el citado río. Tras superar diversos y espectaculares tramos en los que el río describe diversas curvas, hasta llegar al pueblo de Rupelo, donde llegué alrededor de las 16.30 horas. A la salida del pueblo en el cruce existente hay que tomar la carretera con dirección a San Millán de Lara, tras aproximadamente medio kilómetro, abandonamos la carretera para tomar un poco marcado camino que parte hacia la izquierda, y que está prácticamente borrado por la vegetación. Tras superar una loma y pasar por unas tierras de labor, donde el camino desaparece, volvemos a contactar con otro camino que en un rápido descenso nos llevará hasta la ribera del río de San Marcos o de Tinieblas. El camino continuaba recto, pero como el río bajaba muy crecido, tuve que andar un buen rato por la ribera hasta encontrar un puente, casi derruido por el que pude cruzar por fin el río, tras lo cual contacté con un camino que en dirección este y tras salvar un par de repechos me llevó sin ningún problema hasta San Millán de Lara donde di por concluida esta larga ruta.

Bonita e interesante ruta por en la que en primer término subiremos a la desconocida cumbre de Picotas, situada justo enfrente del Mencilla y en cuya falda se encuentra el pueblo de Tinieblas. La ascensión al pico no tiene mayor problema desde San Millán de Lara pudiendo ser una interesante actividad de media jornada si se va y vuelve por el mismo camino. Si se quiere seguir el cordal como hice yo viene el inconveniente de que hay que salvar el profundo barranco Valmayor, bastante empinado, aunque si se elige el sitio bueno no debe presentar demasiadas dificultades. El resto del cordal no presenta mayores problemas hasta la falda del pico Casarejo. La segunda parte de la ruta es un bonito recorrido por las enigmáticas Tierras de Lara con algún tramo espectacular como es el tramo anterior a llegar a Rupelo. El último tramo desde Rupelo hasta San Millán de Lara es un poco rompepiernas y se puede hacer un poco largo. En esta interesante ruta transitaremos por tres bonitos pueblos de esta zona como son Tañabueyes, Rupelo y San Millán de Lara bien cuidados y con bonitas iglesias. Visitaremos dos grupos de Tenadas como son las de Carrebermeja en San Millán de Lara y las del Cerro en Tañabueyes. Por último reseñar la bonita Ermita de la Cuesta, cerca de San Millán de Lara y situada en un idílico entorno. En fin alicientes suficientes para tener una buena e interesante jornada de montaña