144. Picote Cabezas desde Fresneda de la Sierra Tirón
near Fresneda de la Sierra Tirón, Castilla y León (España)
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📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 76 (para Senderismo): dificultad 'Dura' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 763 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
No te embarques en esta ruta si te gusta ir al monte ‘de paseo’…. No es para ti. Es únicamente para ‘tipos con agallas’ (todo el mundo incluido en ‘tipos’); o para unos aspirantes de medio pelo y con pretensiones, como nosotros. Es un decir.
Dirás que se extiende a lo largo de sólo 15 km y que su desnivel se eleva meramente 650 m. Y es verdad. Es más, si lo deseas, podrías reducirla a 13 km (aunque te perderías 2 interesantes). Hagas 15 o 13 km, el desnivel se quedará prácticamente en los mismos números.
Seguro que has hecho rutas así; y sin aspavientos. Pero ésta tiene ‘algo’; en realidad, dos ‘algos’ especiales que la ponen en otra categoría. Si sorteas uno de ellos, te tocará apechugar con el otro. Fíjate que la hemos calificado como ‘Difícil’. Luego indicaré por qué.
Avisado quedas. No te llames a engaño (ni nos llames ‘cualquier cosa’ después). Por si acaso, te diré que nosotros, a posteriori (o sea, ‘a toro pasado’), sólo tenemos palabras de agradecimiento para quien nos puso en marcha; sin quererlo y sin conocernos. Todo a su tiempo.
Una semana antes habíamos estado en los altos que llevan del pueblo de Eterna a Pradilla de Belorado (*). Desde allí se veían preciosos los valles de los ríos Tirón y Turriaza, que confluyen en el pueblo de Fresneda de la Sierra Tirón. Tenían ya un incipiente atavío otoñal multicolor. Y en medio estaba el Picote de las Cabezas.
Cuando se nos mete una idea en la cabeza…. ‘Había que recorrer esos valles y subir al Picote’. El sino estaba decidido. Seis días más tarde, allí estábamos, ilusionados, impacientes por empezar a las 8:30 a.m.
Algunos comentarios sobre la ruta elegida, incluidos los del propio usuario ‘Balasitxo’ (ver a continuación) hablaban de “salvaje” o “maleza”, al referirse al Barranco del Horcajo. Nosotros, 'como quien oye llover’ (hemos leído esas palabras otras veces…). “Si alguien lo ha hecho…. Es bonita y punto”.
LA RUTA
Seguimos como guía el trazado de ‘Balasitxo’ (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-circular-al-picote-de-las-cabezas-o-cabezas-desde-fresneda-de-la-sierra-tiron-sierra-de-la-dem-14758354 ). Agradecemos su propuesta de esta ruta y el apropiado texto con que la describe.
Para ser rigurosos, deberíamos decir que con esa guía hicimos sólo los tramos primeros y postreros, más la corta subida al Picote desde su base superior. Pero pronto nos desviamos de ese trazado después de haber hablado con un lugareño en el km 1,3 (ver Anécdota).
La ruta comienza en Fresneda. Caminamos al lado del río Tirón durante 1 km. Tuvimos que salir a una pista por la izquierda debido al denso follaje en el sendero ribereño. Continuamos por el Camino de Las Zarras desde el km 1,2 al 2,1. Cruzamos el río por un puente y avanzamos hasta toparnos con el Barranco del Horcajo en el km 3,7.
Hicimos una cata exploratoria. Una apretada espesura nos expulsó enseguida del barranco (⚠️⚠️⚠️). Orientados previamente por el lugareño, enfrentamos la subida alternativa por un flamante (recién aseado), pero duro (⚠️) cortafuegos; desde el km 3,8 hasta el 5,4. Descendimos hacia un hayedo, al final del cual (km 6,8) llegamos a la base de la pirámide del Picote.
Subimos a la cima (km 7,5) y bajamos. Hay durante el descenso varios caminos por la derecha, anteriores al que nosotros (km 8,5) o ‘Balasitxo’ (500 m más abajo) elegimos. El Camino de la Iglesia es seguro. Lleva a buen término por bonitos hayedos y con buenas vistas del valle.
Faldeamos apaciblemente por la ladera hasta el km 11,8; bastantes decenas de metros por encima del río Turriaza. Allí nos reencontramos con el trazado de ‘Balasitxo’. Queremos ver lo que él vio (¡qué avidez la nuestra!), así que retrocedemos por su trazado 600 m (hasta el km 12,4). A partir de allí, un liviano paseo nos devuelve a Fresneda.
La ruta es cómoda físicamente hasta que llegamos al Barranco del Horcajo. Ahí caben dos alternativas: o bien, selva hermética (⚠️⚠️⚠️) a través del propio barranco; o bien, cortafuegos con un 30% de desnivel (bueno, un 29,2% ⚠️) durante 1,6 km. Mantenido; sin tregua; terreno re-blando. Durillo. Por esa parte hemos calificado la ruta como ‘Difícil’.
En casi todo el resto del trayecto, hay holgados caminos en buen estado. Sólo una excepción; otro cortafuegos: el que nos aúpa hasta el vértice del Picote. Pero este cortafuegos es un regalo desahogado, mucho más corto y atenuado, comparado con el cortafuegos previo.
La orientación no es difícil, pero hay un sinnúmero de caminos en todo el recorrido, especialmente en la parte alta y el regreso. Se hace muy conveniente una guía.
DESTACADO
(1) El valle del río Tirón:
La travesía por este valle, en tenue ascenso, es placentera. Amenizada por el río, aún arroyo aquí y ahora. Incluso caminando por la pista de Las Zarras, apartados un centenar de metros del río, se disfruta de la frondosidad y colorido de este valle. También maravilla el verlo desde más arriba, conforme remontamos. Numerosos barrancos caen sobre él vertiginosos. Nacen en algunos de los cerros más imponentes de la Sierra de la Demanda. Los rayos matutinos del sol, en contra, difuminaban sus quebrados perfiles.
(2) Las vistas desde las alturas:
Una vez superado el fatigoso cortafuegos durante la escalada desde el valle del Tirón, culminamos en un monte aun más elevado que el Picote. No he visto que tenga nombre propio. Desde allí, mirando hacia el este, se aprecian las cumbres de los picos Torocuervo, Campos Blancos, Otero; y hacia el sur, el Cabeza Aguílez, el San Millán, los Trigaza. Hacia el oeste, a un tiro de piedra, nos quedan las lomas de bajada del Remendía, la pradoluenguina sierra de San Antonio, etc. Un gran espectáculo.
(3) El Picote de las Cabezas:
La estrella nominal de la ruta es el Picote. No es, sin embargo, muy talludo: 1.449 m. Pero proporciona amplias vistas en derredor. El valle del Tirón y el del Turriaza, a nuestros pies. Panorámicas de lo que antes (Tirón) hemos palpado y después (Turriaza) palparemos de cerca. Llegamos a su cima, al buzón. La exploración se puede extender hacia el noreste. Pero nos dimos enseguida la vuelta. Alguno de nosotros aún se estaba recuperando del (otro) cortafuegos de marras.
(4) El descenso hacia el Turriaza:
El largo faldeo desde el Picote hasta el lecho del valle aporta dos atractivos enormes. Por una parte, están las vistas del propio valle. Las laderas de enfrente, en su lado oeste, opulentas, parecían una paleta de colores. Preciosas. Más incluso que el valle del Tirón. Por otra, están los bosques de hayas, en los que entramos y salimos, y volvemos a entrar…, así hasta llegar al hondón. Te metes en ellos y hay una cerrada umbría. Sales y se te abre un amplio ventanal al valle. Un contraste que conquista.
(5) La cuenca del Turriaza:
Este valle nos pareció incluso más exuberante que el otro. Exhibía mayores y más variados colores. El otoño se estaba apoderando de parte de sus laderas. Entre los innumerables tonos del verde al amarillo, resaltaban, llameantes, las manchas cromáticas de un cóctel naranja-zahanoria-tomate. Las laderas destellaban cuando los rayos del sol sorteaban las nubes. Era una provocación. Tanto nos encantó que añadimos un kilómetro y pico extra. Y nos quedaron incontenibles ganas de volver.
(6) La variedad vegetal:
A lo largo de toda la ruta, observamos una ingente heterogeneidad vegetal. Tal vez más que en cualquier otra ruta realizada (aunque acaso sea una exageración). Sobre todo, en los valles. Aun siendo ignorantes en botánica, distinguimos numerosos tipos de árboles. Además de chopos, sauces, álamos, y arbustos diversos, y, por supuesto, hayas en abundancia, y los omnipresentes pinos (pero no tantos), había otras especies más exclusivas, como fresnos, arces, y roble rojo, entre otras. Una delicia.
ANÉCDOTA
Como decía al inicio, habíamos leído palabras sobre ‘maleza’ en algunas partes de la ruta de ‘Balasitxo’. La verdad es que la experiencia nos ha trasmitido la sensación de ‘intrépidos’ (seguro que de modo infundado). “Si se ha hecho, se puede hacer”.
Pero ya en el km 1, siguiendo el curso del río Tirón, la maleza se nos hizo patente. Nos entró un cosquilleo mental. Alerta. Decidimos salir a la pista de Las Zarras. Justo allí mismo, tuvimos una aparición iluminadora.
Era un ganadero que estaba supervisando las cercas de sus cabañas animales.
-- “¿Han dejado todo como estaba?”, nos espetó. Se refería a los vallados, puertas, cables ‘pastores’ (por cierto, daban descargas eléctricas; …para eso están), etc.
--“Claro, señor. Somos gente honrada y respetuosa. Y particularmente comprensivos y empáticos (bueno, quizá ‘empáticos’, ‘empáticos’ no dijimos) con las preocupaciones de los ganaderos”. Dicho con toda naturalidad. Le resultó creíble. Se ablandó.
--“¿Dónde van?”. Lo preguntó como con interés y curiosidad. No con actitud de recelo o desafío (como: ‘¡¿y dónde van, si puede saberse?!’); no, así no lo dijo.
--“Queremos subir al Picote, recorriendo el valle del Tirón a la ida y el del Turriaza a la vuelta”.
--“¿Y por dónde piensan subir?”, preguntó con un tono que ya se percibía paternal (le faltó decir ‘pipiolos’…).
--“Por el Barranco del Horcajo”. …Se sorprendió (yo creo que preocupado).
--“No se lo aconsejo. Está impenetrable por la maleza. Mejor cojan el cortafuegos. Lo han limpiado hace 20 días”.
…Miramos el mapa….
--“Pero eso nos desvía bastante del Picote”, observamos.
…Ahora sí que afloró toda su bonhomía (diríase que bondad). Nos explicó el posible recorrido alternativo tres veces (sin que le incitáramos a ello). Quería estar seguro de que se nos quedaba bien grabado. Por si acaso; como intranquilo por nuestra salud y nuestra suerte.
--“Entendido. Adiós, señor. Muy amable. Que tenga un buen día”.
‘Grabado’…. Como si nos hubiera hablado en ‘Swahili’ (era todo desconocido para nosotros). Pero con algunas palabras nos quedamos y con ellas fuimos pergeñando e hilvanando el recorrido a seguir, conforme avanzábamos (‘¿dijo a la derecha, no?’).
Lo cierto es que conseguimos llegar finalmente a la base superior del Picote. Pero, ¡¿cómo llegamos…?!
En el cortafuegos sugerido bienintencionadamente por él, mirabas hacia arriba y sólo veías una pared. De hecho, para ‘esconder la cabeza debajo del ala’, casi evité hacer fotos hacia arriba; de lo que aún nos faltaba. Preferí tomarlas hacia abajo; de lo ya superado.
El suelo, recién removido por las máquinas durante las labores de desbroce, estaba algo blando. Esto era bueno, por mullido; pero dificultoso, por inestable para afianzar los pies. Doblemente trabajoso para caminar.
Y aun así nos alegrábamos. No había alternativa. Habíamos elegido entre malo y malo. No sabíamos qué era peor, pero una de las opciones (el barranco) parecía imposible. ‘Las cartas estaban echadas’. Así que nos alegrábamos.
Y seguimos haciéndolo ahora. No es como para repetir la experiencia. Pero sí para recordarla con satisfacción.
RUTAS CERCANAS
(*) https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/entre-pradilla-de-belorado-y-eterna-115265387
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pradoluengo-107360384
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/en-busca-del-remendia-en-la-sierra-de-la-demanda-112845221
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-espinosa-del-monte-a-eterna-89352391
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 76 (para Senderismo): dificultad 'Dura' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 763 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
No te embarques en esta ruta si te gusta ir al monte ‘de paseo’…. No es para ti. Es únicamente para ‘tipos con agallas’ (todo el mundo incluido en ‘tipos’); o para unos aspirantes de medio pelo y con pretensiones, como nosotros. Es un decir.
Dirás que se extiende a lo largo de sólo 15 km y que su desnivel se eleva meramente 650 m. Y es verdad. Es más, si lo deseas, podrías reducirla a 13 km (aunque te perderías 2 interesantes). Hagas 15 o 13 km, el desnivel se quedará prácticamente en los mismos números.
Seguro que has hecho rutas así; y sin aspavientos. Pero ésta tiene ‘algo’; en realidad, dos ‘algos’ especiales que la ponen en otra categoría. Si sorteas uno de ellos, te tocará apechugar con el otro. Fíjate que la hemos calificado como ‘Difícil’. Luego indicaré por qué.
Avisado quedas. No te llames a engaño (ni nos llames ‘cualquier cosa’ después). Por si acaso, te diré que nosotros, a posteriori (o sea, ‘a toro pasado’), sólo tenemos palabras de agradecimiento para quien nos puso en marcha; sin quererlo y sin conocernos. Todo a su tiempo.
Una semana antes habíamos estado en los altos que llevan del pueblo de Eterna a Pradilla de Belorado (*). Desde allí se veían preciosos los valles de los ríos Tirón y Turriaza, que confluyen en el pueblo de Fresneda de la Sierra Tirón. Tenían ya un incipiente atavío otoñal multicolor. Y en medio estaba el Picote de las Cabezas.
Cuando se nos mete una idea en la cabeza…. ‘Había que recorrer esos valles y subir al Picote’. El sino estaba decidido. Seis días más tarde, allí estábamos, ilusionados, impacientes por empezar a las 8:30 a.m.
Algunos comentarios sobre la ruta elegida, incluidos los del propio usuario ‘Balasitxo’ (ver a continuación) hablaban de “salvaje” o “maleza”, al referirse al Barranco del Horcajo. Nosotros, 'como quien oye llover’ (hemos leído esas palabras otras veces…). “Si alguien lo ha hecho…. Es bonita y punto”.
LA RUTA
Seguimos como guía el trazado de ‘Balasitxo’ (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-circular-al-picote-de-las-cabezas-o-cabezas-desde-fresneda-de-la-sierra-tiron-sierra-de-la-dem-14758354 ). Agradecemos su propuesta de esta ruta y el apropiado texto con que la describe.
Para ser rigurosos, deberíamos decir que con esa guía hicimos sólo los tramos primeros y postreros, más la corta subida al Picote desde su base superior. Pero pronto nos desviamos de ese trazado después de haber hablado con un lugareño en el km 1,3 (ver Anécdota).
La ruta comienza en Fresneda. Caminamos al lado del río Tirón durante 1 km. Tuvimos que salir a una pista por la izquierda debido al denso follaje en el sendero ribereño. Continuamos por el Camino de Las Zarras desde el km 1,2 al 2,1. Cruzamos el río por un puente y avanzamos hasta toparnos con el Barranco del Horcajo en el km 3,7.
Hicimos una cata exploratoria. Una apretada espesura nos expulsó enseguida del barranco (⚠️⚠️⚠️). Orientados previamente por el lugareño, enfrentamos la subida alternativa por un flamante (recién aseado), pero duro (⚠️) cortafuegos; desde el km 3,8 hasta el 5,4. Descendimos hacia un hayedo, al final del cual (km 6,8) llegamos a la base de la pirámide del Picote.
Subimos a la cima (km 7,5) y bajamos. Hay durante el descenso varios caminos por la derecha, anteriores al que nosotros (km 8,5) o ‘Balasitxo’ (500 m más abajo) elegimos. El Camino de la Iglesia es seguro. Lleva a buen término por bonitos hayedos y con buenas vistas del valle.
Faldeamos apaciblemente por la ladera hasta el km 11,8; bastantes decenas de metros por encima del río Turriaza. Allí nos reencontramos con el trazado de ‘Balasitxo’. Queremos ver lo que él vio (¡qué avidez la nuestra!), así que retrocedemos por su trazado 600 m (hasta el km 12,4). A partir de allí, un liviano paseo nos devuelve a Fresneda.
La ruta es cómoda físicamente hasta que llegamos al Barranco del Horcajo. Ahí caben dos alternativas: o bien, selva hermética (⚠️⚠️⚠️) a través del propio barranco; o bien, cortafuegos con un 30% de desnivel (bueno, un 29,2% ⚠️) durante 1,6 km. Mantenido; sin tregua; terreno re-blando. Durillo. Por esa parte hemos calificado la ruta como ‘Difícil’.
En casi todo el resto del trayecto, hay holgados caminos en buen estado. Sólo una excepción; otro cortafuegos: el que nos aúpa hasta el vértice del Picote. Pero este cortafuegos es un regalo desahogado, mucho más corto y atenuado, comparado con el cortafuegos previo.
La orientación no es difícil, pero hay un sinnúmero de caminos en todo el recorrido, especialmente en la parte alta y el regreso. Se hace muy conveniente una guía.
DESTACADO
(1) El valle del río Tirón:
La travesía por este valle, en tenue ascenso, es placentera. Amenizada por el río, aún arroyo aquí y ahora. Incluso caminando por la pista de Las Zarras, apartados un centenar de metros del río, se disfruta de la frondosidad y colorido de este valle. También maravilla el verlo desde más arriba, conforme remontamos. Numerosos barrancos caen sobre él vertiginosos. Nacen en algunos de los cerros más imponentes de la Sierra de la Demanda. Los rayos matutinos del sol, en contra, difuminaban sus quebrados perfiles.
(2) Las vistas desde las alturas:
Una vez superado el fatigoso cortafuegos durante la escalada desde el valle del Tirón, culminamos en un monte aun más elevado que el Picote. No he visto que tenga nombre propio. Desde allí, mirando hacia el este, se aprecian las cumbres de los picos Torocuervo, Campos Blancos, Otero; y hacia el sur, el Cabeza Aguílez, el San Millán, los Trigaza. Hacia el oeste, a un tiro de piedra, nos quedan las lomas de bajada del Remendía, la pradoluenguina sierra de San Antonio, etc. Un gran espectáculo.
(3) El Picote de las Cabezas:
La estrella nominal de la ruta es el Picote. No es, sin embargo, muy talludo: 1.449 m. Pero proporciona amplias vistas en derredor. El valle del Tirón y el del Turriaza, a nuestros pies. Panorámicas de lo que antes (Tirón) hemos palpado y después (Turriaza) palparemos de cerca. Llegamos a su cima, al buzón. La exploración se puede extender hacia el noreste. Pero nos dimos enseguida la vuelta. Alguno de nosotros aún se estaba recuperando del (otro) cortafuegos de marras.
(4) El descenso hacia el Turriaza:
El largo faldeo desde el Picote hasta el lecho del valle aporta dos atractivos enormes. Por una parte, están las vistas del propio valle. Las laderas de enfrente, en su lado oeste, opulentas, parecían una paleta de colores. Preciosas. Más incluso que el valle del Tirón. Por otra, están los bosques de hayas, en los que entramos y salimos, y volvemos a entrar…, así hasta llegar al hondón. Te metes en ellos y hay una cerrada umbría. Sales y se te abre un amplio ventanal al valle. Un contraste que conquista.
(5) La cuenca del Turriaza:
Este valle nos pareció incluso más exuberante que el otro. Exhibía mayores y más variados colores. El otoño se estaba apoderando de parte de sus laderas. Entre los innumerables tonos del verde al amarillo, resaltaban, llameantes, las manchas cromáticas de un cóctel naranja-zahanoria-tomate. Las laderas destellaban cuando los rayos del sol sorteaban las nubes. Era una provocación. Tanto nos encantó que añadimos un kilómetro y pico extra. Y nos quedaron incontenibles ganas de volver.
(6) La variedad vegetal:
A lo largo de toda la ruta, observamos una ingente heterogeneidad vegetal. Tal vez más que en cualquier otra ruta realizada (aunque acaso sea una exageración). Sobre todo, en los valles. Aun siendo ignorantes en botánica, distinguimos numerosos tipos de árboles. Además de chopos, sauces, álamos, y arbustos diversos, y, por supuesto, hayas en abundancia, y los omnipresentes pinos (pero no tantos), había otras especies más exclusivas, como fresnos, arces, y roble rojo, entre otras. Una delicia.
ANÉCDOTA
Como decía al inicio, habíamos leído palabras sobre ‘maleza’ en algunas partes de la ruta de ‘Balasitxo’. La verdad es que la experiencia nos ha trasmitido la sensación de ‘intrépidos’ (seguro que de modo infundado). “Si se ha hecho, se puede hacer”.
Pero ya en el km 1, siguiendo el curso del río Tirón, la maleza se nos hizo patente. Nos entró un cosquilleo mental. Alerta. Decidimos salir a la pista de Las Zarras. Justo allí mismo, tuvimos una aparición iluminadora.
Era un ganadero que estaba supervisando las cercas de sus cabañas animales.
-- “¿Han dejado todo como estaba?”, nos espetó. Se refería a los vallados, puertas, cables ‘pastores’ (por cierto, daban descargas eléctricas; …para eso están), etc.
--“Claro, señor. Somos gente honrada y respetuosa. Y particularmente comprensivos y empáticos (bueno, quizá ‘empáticos’, ‘empáticos’ no dijimos) con las preocupaciones de los ganaderos”. Dicho con toda naturalidad. Le resultó creíble. Se ablandó.
--“¿Dónde van?”. Lo preguntó como con interés y curiosidad. No con actitud de recelo o desafío (como: ‘¡¿y dónde van, si puede saberse?!’); no, así no lo dijo.
--“Queremos subir al Picote, recorriendo el valle del Tirón a la ida y el del Turriaza a la vuelta”.
--“¿Y por dónde piensan subir?”, preguntó con un tono que ya se percibía paternal (le faltó decir ‘pipiolos’…).
--“Por el Barranco del Horcajo”. …Se sorprendió (yo creo que preocupado).
--“No se lo aconsejo. Está impenetrable por la maleza. Mejor cojan el cortafuegos. Lo han limpiado hace 20 días”.
…Miramos el mapa….
--“Pero eso nos desvía bastante del Picote”, observamos.
…Ahora sí que afloró toda su bonhomía (diríase que bondad). Nos explicó el posible recorrido alternativo tres veces (sin que le incitáramos a ello). Quería estar seguro de que se nos quedaba bien grabado. Por si acaso; como intranquilo por nuestra salud y nuestra suerte.
--“Entendido. Adiós, señor. Muy amable. Que tenga un buen día”.
‘Grabado’…. Como si nos hubiera hablado en ‘Swahili’ (era todo desconocido para nosotros). Pero con algunas palabras nos quedamos y con ellas fuimos pergeñando e hilvanando el recorrido a seguir, conforme avanzábamos (‘¿dijo a la derecha, no?’).
Lo cierto es que conseguimos llegar finalmente a la base superior del Picote. Pero, ¡¿cómo llegamos…?!
En el cortafuegos sugerido bienintencionadamente por él, mirabas hacia arriba y sólo veías una pared. De hecho, para ‘esconder la cabeza debajo del ala’, casi evité hacer fotos hacia arriba; de lo que aún nos faltaba. Preferí tomarlas hacia abajo; de lo ya superado.
El suelo, recién removido por las máquinas durante las labores de desbroce, estaba algo blando. Esto era bueno, por mullido; pero dificultoso, por inestable para afianzar los pies. Doblemente trabajoso para caminar.
Y aun así nos alegrábamos. No había alternativa. Habíamos elegido entre malo y malo. No sabíamos qué era peor, pero una de las opciones (el barranco) parecía imposible. ‘Las cartas estaban echadas’. Así que nos alegrábamos.
Y seguimos haciéndolo ahora. No es como para repetir la experiencia. Pero sí para recordarla con satisfacción.
RUTAS CERCANAS
(*) https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/entre-pradilla-de-belorado-y-eterna-115265387
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pradoluengo-107360384
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/en-busca-del-remendia-en-la-sierra-de-la-demanda-112845221
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-espinosa-del-monte-a-eterna-89352391
Waypoints
Comments (2)
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Complicada ruta, que dura, pero ya veo que solo hay que querer para poder. Enhorabuena por haberla realizo entera.
Gracias, Rosa María. ¡¿Quién ha dicho que a la felicidad (la que se nos graba y perdura) no se llega a través del sufrimiento (dejémoslo en sacrificio o esfuerzo...)?! Bueno, tampoco fue para tanto. Como en muchas otras rutas (y en 'La Ruta'), el sencillo truco consiste en poner un pie delante del otro, y luego éste delante de aquél....