Picu Horru (Sierra de la Manteca)
near Quintanal, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ascensión desde Quintanal al Picu Horru, máxima altura de la Sierra de la Manteca, en el concejo de Belmonte de Miranda.
Quintanal (770 metros) - Camín Cimero - Braña Quintanal (1.080) - Collado Espina (1.158 metros) - Collado Vallinona (1.454 metros) - Collado Horru (1.451 metros) - Picu Horru (1.522 metros) - Collado Horru (1.451 metros) - Collado Espina (1.158 metros) - Camín Bajero - (Quintanal 770 metros).
Desde la A-63 y después de pasar Grado, seguir por la AS-15 para desviarse hacia Belmonte de Miranda, a la altura del Puente San Martín por la AS-227. Unos 5 kms mas arriba de Belmonte, continuar a la derecha por una estrecha carretera local, que nos lleva hasta Quintanal en unos 10 kilómetros, pasando por Vigaña, Castañera y Cigüedres. Junto a una fuente a la entrada del pueblo, hay un espacio para aparcar 4 o 5 vehículos y comenzar el recorrido.
Quintanal, emplazado en una ladera, nos queda al frente. Por una pendiente hormigonada, alcanzamos la primera edificación y nos desviamos a la derecha, cruzando el pueblo en sentido siempre ascendente, entre sus viejas casas y cuadras, para alcanzar el empedrado Camín Cimero, que abandona el pueblo y asciende escoltado por muros de piedra, para alcanzar las laderas de la Sierra de Quintanal, con su cumbre el Pico Miro Mayor (1.221 metros). Es hacia el Norte vigía permanente y elevada frontera con el vecino pueblo de Cigüedres.
El camino, limpio y aéreo, nos va acercando hacia la bonita Braña de Quintanal, pasando por las cabañas de La Llomba, La Carrilona, Chano la Ligüeria y Solasierra. Al alcanzar el primer muro de los pastizales, cruzamos el incipiente reguero de la Chana para seguir a la izquierda. Cruzamos luego entre las numerosas y bonitas cabañas que pueblan este fotogénico lugar, para llegar a los verdes horizontes de las Campas de Cuxu (1.085 metros). Desde aquí, giramos hacia el Norte para llegar al Collado Espina y completar visualmente, todo el recorrido que nos queda para alcanzar el Pico Horru.
Al frente vemos la solitaria cabaña de Brañavieja (1.210 metros), a la cual llegamos tras cruzar el reguero de la Vallina Rechallu, que luego será el río de las Doruellas. La cabaña que presenta una buena restauración, nos sirve de referencia para abandonar el camino y buscar hacia el Norte la traza de un cortafuegos, que nos lleva en permanente ascenso, hasta las praderías de La Chana, frente al Pico la Vallinona.
Desde este punto, afrontamos el ascenso hacia el collado de la derecha, el que separa las cumbres de La Vallinona (1.454 metros) y La Furada (1.472 metros). La subida, primero por canchales y luego entre brezo y roca no está señalizada con jitos, no obstante la referencia del collado es la orientación a seguir y no resulta complicado alcanzar el gran jito que señaliza el collado.
Descendemos luego unos metros por la otra vertiente y pasamos por debajo de los peñascos de La Vallinona, aprovechando senderos no muy definidos, que entre los brezos, nos conducen hasta el collado que precede a la cima del Horru. A partir de aquí el sendero ya se unifica y aparecen algunos jitos, los últimos metros se solventan sin dificultad por la loma cimera, hasta alcanzar la cumbre de esta renombrada Sierra de la Manteca.
Un vértice geodésico, un buzón de cumbres y una caseta alimentando una antena con paneles solares, presiden esta montaña que es el techo de Belmonte y considerada como una de las 100 montañas mas bonitas de Asturias. La sierra de perfil alargado, está orientada de Sureste a Noreste, es de terreno cuarcítico, con canchales y vegetación de brezo. Su fisonomía y soledad, enclavada entre los profundos valles que forman los ríos Pigüeña y Genestaza, hace que sea visible desde muchas partes de Asturias. Su posición sobre Somiedo, sobre el cordal de La Mesa, sobre los redondeados perfiles de la cuenca del Narcea, sobre los inmensos pastizales de Tineo y Salas, sobre Boinás con su minería de oro y sus parques eólicos, hacen de esta singular Sierra de la Manteca, un destino obligado para todos los montañeros.
De vuelta hacia el collado, seguimos desde èl a la derecha, para dirigirnos por el Noreste hacia las praderías de La Chana, a enlazar con el itinerario de la ascensión. A pesar de la abundante vegetación, el sendero que arranca desde el mismo collado, tiene numerosos jitos en todo el descenso y no ofrece mas dificultad, que ir sorteando los brezos que cubren toda la ladera. Ya en la zona limpia de La Chana, intentamos localizar el Túmulo de Sierra Manteca, que figura en el mapa catastral de IGN. Donde teóricamente se señala, está cerrado por la vegetación y nos fue imposible ver nada.
Continuamos descendiendo por el caserío de Brañavieja y el Collado Espina, para llegar a la Campa Cuxu. Desde ella seguimos a la derecha, para enlazar con el Camín Bajero por las praderías de Los Bragachos. El camino, una vez dejamos atrás la Braña Espines se estrecha en algunos tramos. Se abre una vez cruzamos la riega de La Chana, para llegar a Quintanal, principio y fin de esta bonita ascensión.
Quintanal (770 metros) - Camín Cimero - Braña Quintanal (1.080) - Collado Espina (1.158 metros) - Collado Vallinona (1.454 metros) - Collado Horru (1.451 metros) - Picu Horru (1.522 metros) - Collado Horru (1.451 metros) - Collado Espina (1.158 metros) - Camín Bajero - (Quintanal 770 metros).
Desde la A-63 y después de pasar Grado, seguir por la AS-15 para desviarse hacia Belmonte de Miranda, a la altura del Puente San Martín por la AS-227. Unos 5 kms mas arriba de Belmonte, continuar a la derecha por una estrecha carretera local, que nos lleva hasta Quintanal en unos 10 kilómetros, pasando por Vigaña, Castañera y Cigüedres. Junto a una fuente a la entrada del pueblo, hay un espacio para aparcar 4 o 5 vehículos y comenzar el recorrido.
Quintanal, emplazado en una ladera, nos queda al frente. Por una pendiente hormigonada, alcanzamos la primera edificación y nos desviamos a la derecha, cruzando el pueblo en sentido siempre ascendente, entre sus viejas casas y cuadras, para alcanzar el empedrado Camín Cimero, que abandona el pueblo y asciende escoltado por muros de piedra, para alcanzar las laderas de la Sierra de Quintanal, con su cumbre el Pico Miro Mayor (1.221 metros). Es hacia el Norte vigía permanente y elevada frontera con el vecino pueblo de Cigüedres.
El camino, limpio y aéreo, nos va acercando hacia la bonita Braña de Quintanal, pasando por las cabañas de La Llomba, La Carrilona, Chano la Ligüeria y Solasierra. Al alcanzar el primer muro de los pastizales, cruzamos el incipiente reguero de la Chana para seguir a la izquierda. Cruzamos luego entre las numerosas y bonitas cabañas que pueblan este fotogénico lugar, para llegar a los verdes horizontes de las Campas de Cuxu (1.085 metros). Desde aquí, giramos hacia el Norte para llegar al Collado Espina y completar visualmente, todo el recorrido que nos queda para alcanzar el Pico Horru.
Al frente vemos la solitaria cabaña de Brañavieja (1.210 metros), a la cual llegamos tras cruzar el reguero de la Vallina Rechallu, que luego será el río de las Doruellas. La cabaña que presenta una buena restauración, nos sirve de referencia para abandonar el camino y buscar hacia el Norte la traza de un cortafuegos, que nos lleva en permanente ascenso, hasta las praderías de La Chana, frente al Pico la Vallinona.
Desde este punto, afrontamos el ascenso hacia el collado de la derecha, el que separa las cumbres de La Vallinona (1.454 metros) y La Furada (1.472 metros). La subida, primero por canchales y luego entre brezo y roca no está señalizada con jitos, no obstante la referencia del collado es la orientación a seguir y no resulta complicado alcanzar el gran jito que señaliza el collado.
Descendemos luego unos metros por la otra vertiente y pasamos por debajo de los peñascos de La Vallinona, aprovechando senderos no muy definidos, que entre los brezos, nos conducen hasta el collado que precede a la cima del Horru. A partir de aquí el sendero ya se unifica y aparecen algunos jitos, los últimos metros se solventan sin dificultad por la loma cimera, hasta alcanzar la cumbre de esta renombrada Sierra de la Manteca.
Un vértice geodésico, un buzón de cumbres y una caseta alimentando una antena con paneles solares, presiden esta montaña que es el techo de Belmonte y considerada como una de las 100 montañas mas bonitas de Asturias. La sierra de perfil alargado, está orientada de Sureste a Noreste, es de terreno cuarcítico, con canchales y vegetación de brezo. Su fisonomía y soledad, enclavada entre los profundos valles que forman los ríos Pigüeña y Genestaza, hace que sea visible desde muchas partes de Asturias. Su posición sobre Somiedo, sobre el cordal de La Mesa, sobre los redondeados perfiles de la cuenca del Narcea, sobre los inmensos pastizales de Tineo y Salas, sobre Boinás con su minería de oro y sus parques eólicos, hacen de esta singular Sierra de la Manteca, un destino obligado para todos los montañeros.
De vuelta hacia el collado, seguimos desde èl a la derecha, para dirigirnos por el Noreste hacia las praderías de La Chana, a enlazar con el itinerario de la ascensión. A pesar de la abundante vegetación, el sendero que arranca desde el mismo collado, tiene numerosos jitos en todo el descenso y no ofrece mas dificultad, que ir sorteando los brezos que cubren toda la ladera. Ya en la zona limpia de La Chana, intentamos localizar el Túmulo de Sierra Manteca, que figura en el mapa catastral de IGN. Donde teóricamente se señala, está cerrado por la vegetación y nos fue imposible ver nada.
Continuamos descendiendo por el caserío de Brañavieja y el Collado Espina, para llegar a la Campa Cuxu. Desde ella seguimos a la derecha, para enlazar con el Camín Bajero por las praderías de Los Bragachos. El camino, una vez dejamos atrás la Braña Espines se estrecha en algunos tramos. Se abre una vez cruzamos la riega de La Chana, para llegar a Quintanal, principio y fin de esta bonita ascensión.
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