Picu Pienzu 'PR-AS 71' (Sierra del Sueve)

Ascensión al Picu Pienzu desde la collada del Fito, siguiendo el PR-AS 71

El Fito (597 metros) - Majada Bustacu (676 metros) - Brañafondera de Mergullines (870 metros) - Collado Beluenzu (928 metros) - Picu Pienzu (1.161 metros)

Desde Colunga ascendemos por la carretera que cruzando el alto de El Fito termina en Arriondas. Aparcamos en el mismo collado del puerto y aunque existe un amplio espacio, es necesario madrugar porque lo concurrido del entorno hace que sea problemático encontrar hueco.

Desde el mismo collado y en dirección Oeste se adentra el camino por un bosque de pinos, una tabla informativa marca el comienzo de la ruta que durante los primeros cuatro kilómetros no tiene apenas desnivel. A nuestra izquierda dejamos una edificación abandonada que fue un antiguo refugio forestal, está integrado en Piedra Redonda (623 metros) la que se considera como la cota mas elevada del concejo de Caravia.

El sendero que se encuentra muy definido, deja atrás los últimos pinos y se abre a las suaves lomas del Cantu La Teya. Va discurriendo de manera alternativa a sus vertientes norte y sur hasta llegar tras poco mas de una hora a la majada Bustacu.

Desde aquí comienza lo mas exigente de la ruta, el sendero se vuelve pendiente en dirección a la los contrafuertes calizos de la Pared de la Múa. Un camino amplio, directo y vertical nos lleva con esfuerzo a la verde Brañafondera de Mergullines. Continuamos por senderos que cruzan los altos pastizales hasta el collado Beluenzu, siempre en continua subida.

Desde aquí cambiamos de dirección hacia el Norte, pasamos un abrevadero (vacío en esta ocasión) y algunos jitos que nos indican como cruzar una pequeña vallina, antes de internarse en el tramo final de hierba y caliza que nos conduce a la cumbre.

No tuvimos fortuna con el tiempo y la enorme cruz metálica de unos 16 metros de altura, nos aparece entre la niebla como los gigantes de Don Quijote. Instalada el 25 de Septiembre de 1.915, en origen de madera por la familia Victorero de Lastres, en agradecimiento por haber escapado con vida de la revolución mejicana, fue destruida por los temporales dos veces y reconstruida finalmente como la conocemos el 29 de Noviembre de 1.954.

Además de esta cruz, símbolo del Picu Pienzu y de la Sierra del Sueve, existen dos casetas que albergan equipos de comunicación, un buzón de cumbres, un vértice geodésico y varias placas metálicas con leyendas religiosas.

No podemos mencionar en esta ocasión nada sobre las vistas de su privilegiada atalaya por causa de la niebla que nos cubría, pero por ascensiones anteriores aseguramos que es un espectáculo mirar hacia cualquier punto cardinal. El Cantábrico, con su costa de playas y pueblos, la Asturias Oriental con sus valles y ríos, los Picos de Europa, la Cordillera Cantábrica. Todo un privilegio visual.