PILOÑA: Sierra de Pesquerín (sur)

Señora caminata con Alberto por el concejo de Piloña, en día estupendo de sol fresquito de diciembre, para recorrer lo que nos faltaba de la recientemente descubierta Sierra de Pesquerín.

Salida desde la carretera poco antes de llegar al pueblín de La Matosa, dejando el coche en un pequeño ensanche ya que en el pueblo no parece haber mucho sitio. Tomamos una buena pista que va subiendo poco a poco sin ninguna dificultad, y durante los primeros kilómetros lo único que hay que mirar son las bifurcaciones para seguir el camino correcto (con el track no hay problema), siguiendo el GR 105 o Ruta de las Peregrinaciones. Después de unos 3 kilómetos nos desviamos a la derecha para subir una ladera pindia con algo de cotoya, por la que vamos intentando seguir senderos de ganado que facilitan la subida. Así llegamos a un bonito collado con laguna (que la Federación no ha querido poner en valor) y desde el que nos separa una fácil subida hasta el Pico Torre.

Girando hacia el sur desandamos parte de la otra ruta que habíamos hecho por aquí hasta el Cerro Tebrandi, y luego seguimos la Sierra de Pesquerín sin dificultad hasta llegar a un largo ascenso, ya con las piernas algo fatigadas, que lleva al Pico o Cerro Niañu, punto más alto del día. Siguiendo por la sierra pasamos por el Cerro Oucedo y Peña Brava, otras dos tachuelas, y ya nos tiramos a bajar aunque quedaban dos picos para completar la sierra, los Ducaminos y los Pozales, antes de que aquella se una perpendicularmente a la Sierra de Aves, que tiene en el Vízcares su punto más alto.

De hecho, las vistas que vamos teniendo durante toda la jornada del Vízcares nevado son bien chulas. Pero, además de éste, de Picos, del Mota Cetín, Retriñón, Peñamayor… hay que destacar la panorámica del valle del río Piloña que vamos teniendo en la subida, con la impresionante cara sur del Sueve y una bonita y apetecible Peña Priede muy cercana.

Bajamos al collado cercano donde encontramos una fuente estupenda, y muy adecuada porque no iba sobrado de agua ya. A partir de aquí el camino es algo “sucio”, primero por el valle sin claro sendero, luego nos metemos en un bosquecito y finalmente llegamos al Reguero Foceyo, que afluye al Río Color y éste al Piloña. Durante casi 3 kilómetros seguimos un sendero más o menos claro que baja cruzando el reguero varias veces, alguna un poco delicada por lo resbaladizo de las rocas, y hay que decir que el bosque circundante es realmente bonito. Al final llegamos a un puente formado por una gran viga y un pasamanos de madera que se mueve bastante. La viga resbala mucho y no recomiendo pasar por aquí alegremente, porque la caída puede ser muy mala. Creo que bajando un poco más se puede obviar este paso… pero nos la jugamos un poco.

Después de ese puente nos queda una pista ya apta para coches, casi 4 kilómetros hasta llegar de vuelta a La Matosa.

Ruta larga y con desnivel respetable, sin problemas técnicos ni trepadas, y con vistas realmente bonitas. Pese a los tramos “sucios” y el puente del final, y aunque es posible que algún tramo esté más tomado en otra época, no reviste mucha dificultad más allá del esfuerzo físico. ¡Un hurra por la Sierra de Pesquerín!