PILOÑETA (290) (Nava)-PICO PEÑAMAYOR (1.149) (Sierra de Peñamayor)

PILOÑETA (290) (Nava)-PICO PEÑAMAYOR (1.149) (Sierra de Peñamayor)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 14,38 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.149 m.
ALTURA MÍNIMA: 253 m.
ASCENSO TOTAL: 905 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 4,25 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Diciembre de 2008.

PILOÑETA (290) es una aldea, a un par de kilómetros al sur de NAVA (243), capital del concejo homónimo ubicada en la N-634. Se puede acceder a aquélla por cualquiera de las carreteras secundarias que comunican ambas poblaciones. Es zona de paso de la RUTA DE LAS PEREGRINACIONES, GR-105, que conecta Oviedo y Covadonga tras un recorrido de 104 kilómetros en diversas etapas, por terreno desigual y, a decir de algunos senderistas, incómodo en las zonas de barrizal y con señalización deficiente en ciertos tramos.

Por su parte, LA SIERRA DE PEÑAMAYOR (1.291) es una montaña autónoma, sólida y ciclópea, de piedra caliza, que se extiende por los municipios de NAVA, BIMENES y LAVIANA, estructura rectilínea orientada de norte a sur, fácilmente reconocible en el centro-norte de la orografía asturiana. A lo largo de sus cuatro kilómetros se suceden colladas, campas y diferentes cumbres, como el pico de PEÑAMAYOR (1.149), que le da nombre –cima que hoy visitaremos-, P. TEXIU (1.253), P. TREMES (1.271) y el P. TRIGREIRO (1.291), techo del cordal en su extremo meridional.

Al sur de la última cota, una dentada y estirada arista se desliza paulatinamente en caída, otros tres kilómetros, hasta morir en tierras lavianesas. Su moderada altitud permite el asentamiento de una exuberante foresta en las vertientes norte y este de la sierra, hayas, acebos y tejos, los últimos de los cuales forman la más rica y pujante colonia de “taxus baccata” del Principado, tras la tejeda del Sueve en su falda septentrional.

Aparcamos el vehículo junto a la ERMITA DE SAN ANTONIO, en cuyo entorno hay plantados jóvenes ejemplares de tejo, especie que prolifera a lo largo del recorrido, siendo especialmente destacada, por su calidad y cantidad, la colonia dispersa por los recuestos orientales de PEÑAMAYOR. Atravesamos el pueblo, rumbo sur, para acercarnos poco después en ligero descenso, tras cruzar el RÍO DE PRÁ, hasta la vega y MOLÍN (238) homónimo, en cuyo recinto hace guardia una nueva y centenaria pieza de “taxus baccata”.

Continuando en la misma dirección, tomamos el mencionado GR-105, por pista hormigonada en buen estado, que permite el acceso de los ganaderos a las múltiples brañas dispersas en torno a las estribaciones de la sierra. A lo largo de cuatro kilómetros, por un itinerario de vueltas y revueltas, habremos superado un desnivel de 500 metros hasta alcanzar ALTO LES PRAERES (751). El ascenso sostenido nos permitió contemplar sosegadamente la meseta donde se encuadran poblaciones y hábitat de Nava, a nuestra espalda, la SIERRA DEL SUEVE (1.160), al nordeste, y las primeras imágenes de PEÑAMAYOR, precedida por el P. REDONDO (923).

ALTO LES PRAERES (751) fue por primera vez final de etapa de la Vuelta Ciclista a España el 8 de septiembre de 2018. Ello supuso un cambio profundo en la ascensión, puesto que la obra llevada a cabo ensanchó la calzada e introdujo asfalto, aunque al final se mantuvo un tramo de tierra. Pero no alivió la dureza de las rampas, cuyo promedio se mantiene en torno al 13 por ciento, superándose en los últimos compases el 20 por ciento hasta alcanzar el 27 de pendiente máxima.

El Alto es una encrucijada de caminos. Aquí abandonamos la RUTA DE LAS PEREGRINACIONES, que continúa en bajada hasta PUENTE MIERA (285) rumbo sureste, para internarse después en el concejo de Piloña. Un nutrido y bien acondicionado conjunto de edificaciones, bar, casas de campo y cuadras restauradas, escoltadas por soberbios ejemplares de tejo, coronan la extensa pradería. Seguimos dirección FAYACABA la pista de tierra que, llaneando rumbo suroeste, nos introduce en las faldas septentrionales de la sierra, tras sortear la cara oeste del pico REDONDO (923).

Obviamos el ramal que, a nuestra izquierda, toma dirección sur hasta el COLLADO COBALLO (1.018) cruzando MAJADA ORTIGOSA (850), que lame los pies de PEÑAMAYOR por su vertiente este, ramal por el que regresaremos al ALTO LES PRAERES (751), siguiendo un itinerario en forma de pequeño circuito. Nuestro camino sigue en ligero ascenso junto a la base norte, poblada de hayas, encarando una cuesta en zigzag. Cruzamos un singular escenario de parcelas cercadas con alambre y muros de piedra, CAMPA LLONGA (850), con hermosas casas y cabañas magníficamente acondicionadas, rodeadas de tejos, composición de bellísima estampa, extendiéndose por los suaves recuestos que culminan en el COLLADO DE PEÑAMAYOR (881).

La pista desciende por el valle hacia FAYACABA (719) Y MELENDEROS (600) desde la collada, que marca el límite entre los concejos de NAVA y BIMENES. Allí giramos a nuestra izquierda, para afrontar directamente la corta y dura subida que, entre matorrales y piedras, nos encarama en el bastión más septentrional de la sierra. Un tejo enraizado en la misma roca nos sirve de referencia, junto a una pequeña canal, que nos lleva al JUEYU (1.061), en las proximidades de antenas de TV. A nuestras espaldas, una espléndida panorámica de BIMENES, con la SIERRA DEL ARAMO (1.791) al fondo.

Hayas y más tejos se combinan en la vertiente este. Por el norte-noreste, un majestuoso y relajante escenario se impone en planos sucesivos: P. REDONDO (923), LES PRAERES (751), SIERRA DEL SUEVE (1.159), CORDAL DE PONGA Y CASO, PICOS DE EUROPA. Pasamos de largo dejando atrás las torres de comunicaciones y la caseta a sus pies. Vemos en primer término cercano el pico PEÑAMAYOR (1.149), cuya cota alcanzamos en seguida, cumbreando entre ambas vertientes. Un pequeño mástil metálico, sosteniendo una figura en forma de botella con su correspondiente inscripción, junto al belén de cumbre, marcan la cima.

Nos sorprende la panorámica sur por donde se prolonga la sierra, con el P. TEXIU (1.253) más allá de la COLLADA ORTIGAL (1.092) y, tras él en el fondo del cordal, el P. TRIGUEIRO (1.291). A la izquierda de éste, LA XAMOCA (1.283) y, en un plano posterior, el CORDAL DEL RETRIÑÓN (1.799). Se repiten los escenarios ya descritos de los otros puntos cardinales, realzados desde la estratégica posición de PEÑAMAYOR.

Regresamos deslizándonos suavemente por la vertiente sur y poco después, sin perder altura, viramos al este para descender siguiendo los pliegues sinclinales y vaguadas del terreno hasta la MAJADA ESPINES (950). No hay palabras para describir el escenario que nos ofrece la naturaleza en esas estribaciones orientales de la peña. Se combinan la roca, la nieve, la inmensa colonia de tejos centenarios, los acebos floridos y el hayedo desnudo, componiendo figuras de asombrosa belleza con fondo de valles, collados, montes, cordales y macizos, cuyo resultado son cuadros únicos. Hay que ver las imágenes.

La majada presenta características similares a las ya visitadas, tanto por lo que respecta a edificaciones como a la flora que las rodean. Unos pasos más abajo nos sitúan en la pista, que discurre a los pies de la sierra, pista que muere en el COLLADO COBALLO (1.018). Tomamos la dirección opuesta, rumbo norte. Poco después dejaremos atrás la MAJADA ORTIGOSA (850), más casas de campo y cuadras junto a la misma foresta. Al cabo de mil quinientos metros de pista habremos conectado con el itinerario de ida, en la base del P. REDONDO (923), cerrando así el circuito en torno a PEÑAMAYOR.

Ruta asequible, sin dificultades técnicas, que requiere esfuerzo por el desnivel, especialmente en el último tramo de acceso al cordal. Bellísimas las panorámicas en segundos planos y en lontananza. Seductoras las majadas por la armoniosa conjunción de la piedra de sus edificios con la pradería y su flora particular. De ensueño los contrastes y claroscuros entre nieve, tejos, acebos, hayas y rocas, con sus específicas tonalidades. Deslumbrante la superficie nevada irisada por los reflejos solares. ¡Un paraíso en medio del paraíso Asturias!