Pilzán, ermita de la Virgen de Terrés

Para realizar esta ruta estacioné el vehículo unos 400 m. antes del núcleo urbano de Pilzán, junto a unos pajares. Se puede dejar el coche en el alto si se desea aunque no hay demasiado sitio.
Ruta sencilla pero obligatorio madrugar en tiempo caluroso, porque es una solana que en verano puede convertirse en un "horno".


DESCRIPCION DE LA RUTA:

Desde donde estacioné el coche, retroceder unos metros hasta enlazar con el GR-18, atención y no confundirse con una indicación a "Caladrones", también GR-18. Nuestro track está un poco más abajo.

Seguir el camino durante unos 200 metros, entonces atentos porque justo antes de otro pajar con una vivienda que están remodelando parte un sendero a la derecha, en realidad fué un camino pero no tiene circulación y ahora se encuentra con algo de hierba. Éste camino enlaza pronto con otra senda mucho más pisada (WP04) que es o fue el GR-18.

La senda desciende hacia el barranco de la Coma, es un tramo bonito con algo de arbolado (robles, carrascas, enebros...) hasta que llega al WP 05.
En este punto la senda parece que desvía a la izquierda, y baja al barranco donde hay una fuente y una ermita (Santa Ana) según me informaron en Pilzán cuando había terminado la ruta. Casi seguro es la ruta correcta, pero al desconocerla pues entre el WP05 y WP06 decidí hacerlo sin sendero, directo por una pradera que hace de muy buen andar.

Del punto WP06 al 07 es un camino lleno de vegetación. Luego ya enlazamos con otro más limpio y transitado, continuamos por él hasta enlazar con el camino principal que baja de Pilzán a Estaña. Debería ser PR-HU 45 pero parece ser que lo han reconvertido en el GR-18 al menos por las señales indicativas, ya un poco viejas.

Andaremos por el camino de Pilzán menos de 100 m. y a la izquierda tomamos el camino a la ermita de Terrés. Éste sube directamente, descartamos la única bifurcación que hay a la derecha y enseguida alcanzamos este lugar muy hermoso con una espléndida ermita y un refugio forestal abierto (libre). El entorno de este lugar es de gran belleza, unos robles muy grandes, algo de pradera y buenas vistas hacen que se esté muy cómodo para hacer un descanso.

Para regresar, bajaremos por el mismo camino a enlazar con el de Pilzán, y desde éste ascender a nuestra población directamente por la pista. Es una subida mucho más cómoda, pero desde luego que en la bajada prefiero mil veces el sendero.

Una vez en Pilzán, le hice una visita al Castillo y el casco urbano, pequeño pero muy bonito. Impresionantes las vistas que tiene esta localidad. Una ruta para repetir, en otoño con los robles cambiando de color (noviembre) o invierno sería un gran momento.